La basura se hace arte
Vasos, colillas, envoltorios. Los artistas 'ecol¨®gicos' del FIB los usan para sus creaciones
Un basurero gigante en medio de la arena para mostrar los desechos generados por los asistentes al Festival de Benic¨¤ssim. La intervenci¨®n del colectivo madrile?o Basurama ha impactado. Sobre todo porque estaba en medio de la playa de Voramar, una de las m¨¢s bellas y serenas de la ciudad. Su nombre, Eres lo que tiras. "Consideramos que la desaparici¨®n inmediata de las basuras", explica Juan L¨®pez, miembro de este colectivo, "nos oculta la realidad de que su acumulaci¨®n se est¨¢ convirtiendo en un problema acuciante. Por eso proponemos la revelaci¨®n p¨²blica de los desechos". Y a?ade: "Esto puede resultar casi pornogr¨¢fico".
Este a?o el FIB ha sido verde. Al menos, en la parte del festival que potencia las intervenciones e instalaciones art¨ªsticas. "Muchas de ellas han mostrado una preocupaci¨®n medioambiental", explica Jos¨¦ Luis Paulete, director de Fib-Art. "La sensibilidad con estos temas forma hoy parte del artista que se compromete con su tiempo, que es el que nos interesa". Durante la edici¨®n anterior, en tres d¨ªas de m¨²sica, baile y acampada, el festival gener¨® unas 185 toneladas de desperdicios, tal y como estima la empresa que recoge la basura en Benic¨¤ssim. Y la cantidad aumenta cada a?o.
Vasos, colillas, envoltorios. La instalaci¨®n de Basurama, una estructura met¨¢lica de cinco metros de alto por diez de ancho, es s¨®lo una peque?a muestra de los desperdicios que genera el ocio. Cada d¨ªa, a las seis de la ma?ana, los nueve miembros del colectivo ped¨ªan bolsas de basura repletas a los servicios de limpieza del FIB. Hasta las ocho, se encargaban de llenar su instalaci¨®n con desechos. El s¨¢bado por la tarde, pen¨²ltimo d¨ªa de festival, la obra luc¨ªa como ve en la foto. A los restos de vasos de cerveza y botellas de agua -principales ingredientes de las entra?as de la instalaci¨®n-, se sumaban parasoles, colchonetas y todo tipo de restos dejados expresamente por turistas en la papelera gigante, algo que pod¨ªan hacer con total libertad tras subir al andamio. "Ha habido se?oras que nos han preguntado si nos parec¨ªa bonito dejar tanta basura a la vista", explica Rodr¨ªguez, "sin darse cuenta que esos desechos son parte de ellas mismas".
La pol¨¦mica ha quedado unida a la instalaci¨®n Suelo libre, del artista Abraham Mart¨ªnez. Como valenciano, sabe bien lo que es la depredaci¨®n urban¨ªstica costera. La obra consist¨ªa en promocionar, con un cartel anunciador, la construcci¨®n de un bloque de pisos de lujo a cinco metros de la playa frente a una valla que se?ala el inminente inicio de la obra. Mart¨ªnez dej¨® un m¨®vil, y las llamadas no s¨®lo fueron de protesta. "Unas 40 personas llamaron interes¨¢ndose por comprar ¨¢ticos y pisos, y alguna hasta dijo que le parecer¨ªa una ganga pagar 360.000 euros". Otros fueron a quejarse al Ayuntamiento por dejar que se construyera tan cerca del mar, e incluso un vecino de un chalet cercano puso el grito en el cielo asustado porque se le acabaran las vistas. "Desde luego, creo que, en un sentido o en otro, ha llamado a la reflexi¨®n", explica el creador.
En el festival tambi¨¦n se vieron obras como Parque e¨®lico, del equipo IOCUS. Han colocado unas figuras gigantes que evocaban los molinillos infantiles de papel para llamar la atenci¨®n sobre las energ¨ªas renovables. O como G¨¦iser, de Cristina Fontsar¨¦, un espectacular chorro de agua que se elevaba al cielo cada pocos minutos para recordar a la gente lo absurdo que puede ser derrochar el l¨ªquido m¨¢s preciado.
Hoy lunes, como todo lo dem¨¢s, Eres lo que tiras desaparecer¨¢ de la playa, y sus restos, en cualquier planta de desechos. Luego, en su lugar, estar¨¢ s¨®lo la arena, y la asepsia habitual.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.