Apoteosis
No es mi intenci¨®n amargarte las merecidas vacaciones ni estropear el delicado deleite de los ba?os marinos con medusas, pero debo recordarte que, aunque cuando nos vamos de veraneo nos parece que la vida se detiene, lo cierto es que en el est¨ªo a menudo suceden cosas tremendas, amparadas precisamente en la dispersi¨®n y el descuido veraniego, en la falta de atenci¨®n y la galbana. M¨¢s de una vez se han tomado medidas pol¨ªticas impopulares en plena can¨ªcula para colar el asunto de tapadillo, y es probable que si Del Olmo hubiera hecho la tonter¨ªa de secuestrar El Jueves en agosto, en vez de hacerlo ahora, la pifia hubiera pasado m¨¢s inadvertida, porque cuanto m¨¢s al centro del verano nos vamos, m¨¢s pasotas nos volvemos. La maldici¨®n estival, en fin, puede llegar a ser verdaderamente grave. La primera guerra del Golfo empez¨® con los iraqu¨ªes invadiendo Kuwait en agosto. Y nuestra guerra civil estall¨® un 18 de julio.
Pero, al margen de otras posibles malas noticias, hay una aut¨¦ntica tragedia que sucede todos y cada uno de los veranos. El est¨ªo, en Espa?a, es sin¨®nimo de tortura y de barbarie. Hablo de las llamadas fiestas populares, es decir, de diversas hordas de energ¨²menos, a menudo borrachos, que, para divertirse, se dedican a martirizar hasta la muerte a seres vivos. Gansos a los que arrancan la cabeza a tirones, burros apaleados, toros supliciados en las m¨¢s infinitas variedades del sadismo. Qu¨¦ extra?o pa¨ªs ¨¦ste, que presume de moderno y civilizado, que est¨¢ entre los m¨¢s ricos de la Tierra, que cree vivir en el siglo XXI y que luego, en cuanto llega el calor, se llena de tropillas de feroces salvajes que hacen sacrificios de sangre a ¨ªdolos b¨¢rbaros, pues en eso consiste atormentar animales hasta la muerte en honor de unos santos patronos y unas v¨ªrgenes. Ya s¨¦ que est¨¢s de vacaciones y prefieres no pensar y no saber, pero recuerda que, desde el 23 de junio, fecha de la infamia del pobre toro de Coria (Extremadura), al que clavan dardos durante horas, hasta el primer martes de septiembre, con la canallada del toro atravesado por lanzas en Tordesillas, cientos, miles de animales son torturados festivamente en este pa¨ªs, en una apoteosis de crueldad est¨²pida y siniestra.
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