Esp¨ªa ante la justicia

En una inusual rueda de prensa, el director del Centro Nacional de Inteligencia, Alberto Saiz, ha informado de la detenci¨®n en Tenerife de un ex agente, Roberto Fl¨®rez Garc¨ªa, acusado de vender informaci¨®n a un servicio extranjero entre diciembre de 2001 y febrero de 2004. De acuerdo con la informaci¨®n facilitada por Saiz, Fl¨®rez habr¨ªa revelado procedimientos, estructuras internas y actividades en materia de contrainteligencia, adem¨¢s de la identidad de otros agentes. La fuga de informaci¨®n no habr¨ªa afectado, en principio, a materias relacionadas con la lucha antiterrorista ni se habr¨ªa extendido a datos de los que Espa?a dispone en calidad de miembro de la Uni¨®n Europea o la Alianza Atl¨¢ntica.

A la espera de que las indagaciones judiciales permitan conocer nuevos detalles, las actividades del ex agente ponen de manifiesto, cuando menos, el error cometido en 2004, cuando Fl¨®rez pudo abandonar el CNI antes de someterse a un control de seguridad que aparentemente no guardaba relaci¨®n con los hechos ahora enjuiciados por la justicia. Tiene raz¨®n Saiz al decir que es un fracaso del Centro. Pero se trata de un fracaso para el que no es f¨¢cil encontrar explicaci¨®n. ?Es normal que un agente pueda abandonar su puesto cuando tiene pendiente una investigaci¨®n, por m¨¢s que sea de rutina o se refiera a los protocolos ordinarios de seguridad?

La decisi¨®n de llevar el caso a los tribunales, en lugar de intentar un arreglo dentro de la esfera de los servicios de inteligencia, es una salida que sienta un importante precedente y que, en cualquier caso, reforzar¨¢ el Estado de derecho si el morbo que rodea a estos incidentes no se traduce en un intento de dificultar la labor de la justicia. La fiscal¨ªa acusa a Fl¨®rez de traici¨®n, de acuerdo con el art¨ªculo 584 del C¨®digo Penal, aunque no se descarta que ampl¨ªe los cargos si se descubre que cometi¨® otros delitos.

El director del CNI no quiso revelar el pa¨ªs al que Fl¨®rez vend¨ªa la informaci¨®n. Tiene sentido su silencio si lo que pretende es evitar que el caso del ex agente se convierta en un incidente diplom¨¢tico de mayor envergadura. Pero el nombre de Rusia ha aparecido de inmediato vinculado a este episodio. Su Embajada en Madrid ha desmentido cualquier relaci¨®n de Fl¨®rez con los servicios rusos y, de nuevo, habr¨¢ que esperar mayores precisiones. Si, pese a todo, estas noticias se confirmasen, la posici¨®n internacional de Rusia se ver¨ªa seriamente comprometida, puesto que ya se enfrenta al turbio episodio del asesinato del esp¨ªa Litvinenko, que ha tensado sus relaciones con el Reino Unido.