Pasqual pone especias a Goldoni

"La ha hecho a su manera, algo picante, muy especiada, al curry". Con este s¨ªmil culinario, Luca de Fusco, director del Teatro Stabile del Veneto, explic¨® el montaje que ha realizado Llu¨ªs Pasqual de La famiglia dell'antiquario, de Carlo Goldoni, que recala hoy en el Teatro Romea (hasta el domingo) como parte del festival Grec tras estrenarse el pasado 18 de julio en Venecia. De Fusco aclar¨® lo que entiende por especiado: "Ha llevado a esta familia del t¨ªtulo al borde de un ataque de nervios".

La obra del autor veneciano por antonomasia la ha puesto el director catal¨¢n en escena en la ciudad de los canales, con actores italianos y en el idioma original que incluye dialecto veneciano ("muy parecido al catal¨¢n", seg¨²n Pasqual), en una coproducci¨®n del teatro que dirige De Luca y el Teatro Stabile di Genova realizada con motivo del 300? aniversario del nacimiento de Goldoni. "Dice que se ha sentido como un italiano llamado a cocinar una paella en Valencia", brome¨® De Fusco, que lanz¨® los m¨¢s rendidos elogios a Pasqual - "uno de esos pocos directores aut¨¦nticamente europeos capaces de mezclar talentos y tradiciones"- y subray¨® que el espect¨¢culo ha sido todo un ¨¦xito en Venecia, el mayor, hasta el momento, de la actual edici¨®n del Festival de Teatro de la Biennal.

Pasqual, que matiz¨® que picante significa 'energ¨¦tico', ha tomado la pieza de Goldoni, una de las menos conocidas y representadas (no la han montado ni Visconti, ni Squarzina, ni Strehler, ni Ronconi) y la ha llevado a escena "siguiendo la partitura", lo que marca el propio texto con su ritmo y musicalidad, con s¨®lo, dijo, una aportaci¨®n propia, una intuici¨®n. "Me pareci¨® que las cosas en Italia no hab¨ªan cambiado tanto, que las familias segu¨ªan teniendo en la pared el viejo Ti¨¦polo manchado de humedad ante el cual va pasando la historia". As¨ª que ha hecho desarrollarse los tres actos y 53 escenas originales en nueve secuencias que transcurren entre 1780 y 2007, y en las que el vestuario (de Franca Squarciapino), la m¨²sica y la manera de interpretar van evolucionando sutilmente -tambi¨¦n alg¨²n elemento escenogr¨¢fico, como una silla, que empieza siendo de damasquinado y acaba en dise?o de Philippe Stark- para marcar el paso del tiempo. La acci¨®n de esta comedia, que Pasqual califica de cruce entre Las bodas de Figaro y El jard¨ªn de los cerezos, centrada en una suegra aristocr¨¢tica y una nuera burguesa enfrentadas a muerte ante el estupor de la familia, amigos y criados, sucede pues en el montaje en diferentes ¨¦pocas. Con la misma melod¨ªa de fondo, pero interpretada al clavec¨ªn, en clave de tango o con ritmo de hip-hop y con estilos actorales que van de la Comedia del Arte al c¨®digo televisivo pasando por el vodevil.

De momento, Pasqual no tiene otros proyectos teatrales atados. Tras declararse n¨®mada vocacional -"tengo 47 maletas"-, dijo que dejar¨¢ en diciembre, cuando acaba su contrato, el Teatro Arriaga de Bilbao. Del aniversario del Lliure, que ha cumplido 30 a?os, revel¨® que su magdalena proustiana en relaci¨®n con la efem¨¦ride es el olor de la cera con que dieron brillo a la sala antes de abrirla al p¨²blico. No obstante, matiz¨® que no tiene ning¨²n sentimiento de nostalgia. "La gente del teatro no nos la podemos permitir".