Aniversario del caos aeroportuario
Los graves incidentes se han saldado de momento con sanciones de Iberia, pero el juez tiene a 50 trabajadores procesados
Tal d¨ªa como hoy del a?o pasado, el aeropuerto de Barcelona se sumi¨® en el m¨¢s profundo caos. Los trabajadores de tierra de Iberia ocuparon las pistas de aterrizaje y despegue en una protesta que llevaron a cabo sin previo aviso. Protestaban contra la concesi¨®n a otra empresa de los servicios de handling, los servicios de abastecimientos de aviones y transporte de pasajeros y equipajes a las naves.
El paro salvaje, que se prolong¨® 11 horas, afect¨® a m¨¢s de 100.000 pasajeros, que vieron c¨®mo sus vuelos se retrasaban hasta dos d¨ªas, y provoc¨® una situaci¨®n de la que el aeropuerto tard¨® m¨¢s de una semana en recuperarse. En el proceso judicial abierto hay unos 200 imputados, entre empleados de Iberia y delegados sindicales de UGT, CC OO, CGT y CISA.
El Juzgado de Instrucci¨®n de El Prat que lleva el caso a¨²n no ha agotado la primera fase de investigaci¨®n del proceso. Cerca de 50 personas han declarado y el juez debe pronunciarse sobre si citar a m¨¢s imputados o bien enviar los autos al juzgado que deber¨¢ encargarse del juicio. "Todo hace pensar que continuar¨¢n las investigaciones", explica el abogado de parte de los imputados, Rafael N¨²?ez.
El d¨ªa 28 de julio, coincidiendo con una de las jornadas de mayor tr¨¢fico a¨¦reo por el inicio de las vacaciones, el aeropuerto tuvo que cerrar ante la imposibilidad de hacer uso de las pistas, en las que se concentraron unos 200 trabajadores. M¨¢s de 30 aviones estuvieron sobrevolando El Prat sin poder aterrizar y tuvieron que ir a otros aer¨®dromos. Unas 100.000 personas no pudieron salir de vacaciones, ni tampoco un n¨²mero similar en las jornadas posteriores, en las que el aeropuerto intent¨®, con serias dificultades, recuperar la normalidad. El escenario de las terminales estaba muy cerca de parecer un campo de refugiados. Un sinn¨²mero de personas durmieron por todos los rincones, incluso sobre las cintas portaequipajes. Los servicios m¨¦dicos atendieron emergencias por la acumulaci¨®n de gente, el cansancio y los nervios. El aire acondicionado no funcion¨® y AENA, organismo estatal del que dependen los aeropuertos, dej¨® montones de cajas de agua por las terminales para que los sufridos usuarios se pudieran hidratar. Miles de maletas se perdieron o quedaron sin entregar.
N¨²?ez insiste en que el proceso judicial debe tener en cuenta que la Guardia Civil no despej¨® las pistas hasta pasadas las cinco de la tarde. Los agentes detuvieron a nueve personas. La fiscal¨ªa se ha personado al contemplar la existencia de un posible delito de sedici¨®n, incluido en la ley procesal penal de navegaci¨®n a¨¦rea. En caso de confirmarse, este delito prev¨¦ penas de c¨¢rcel. Otros delitos a los que podr¨ªan enfrentarse los inculpados son resistencia a la autoridad y da?os por desperfectos sobre materiales diversos como los veh¨ªculos que los trabajadores cruzaron en medio de las pistas.
Iberia asegura que la plantilla ya ha cumplido con las sanciones que impuso a los trabajadores que participaron en la protesta. En total mult¨® a 61 personas con suspensiones de empleo y sueldo de entre 60 y 16 d¨ªas.
AENA mantiene que a principios de julio acab¨® de hacer efectivo el pago de las indemnizaciones a los perjudicados, si bien no ha facilitado la cantidad total a la que ha tenido que hacer frente. En total se realizaron 17.110 solicitudes de compensaciones. El ente que gestiona el aeropuerto se comprometi¨® a pagar, seg¨²n una resoluci¨®n del Consejo de Ministros, 250 euros por vuelo cancelado y 180 por maleta extraviada. AENA asegur¨® que reclamar¨ªa estas cantidades a los responsables de los incidentes, es decir, a Iberia.
Los trabajadores protestaron el 28 de julio de 2006 contra la liberalizaci¨®n del servicio de tierra, que siempre hab¨ªa estado en manos de Iberia. AENA concedi¨® el servicio a tres nuevos operadores: Newco, Flichtcare y Groundforce. Esta competencia hizo que las concesionarias ofrecieran sus servicios por cantidades m¨¢s bajas. El resultado ha sido la precarizaci¨®n del nuevo personal contratado, que ha conducido a una deficiente gesti¨®n de los equipajes, denuncian los propios trabajadores. Los afectados: los pasajeros que esperan la llegada de sus maletas.
Josep Esteve fue contratado en enero por Flightcare. Pero s¨®lo aguant¨® cuatro meses en su puesto. "El salario es de 700 u 800 euros. Si se trabaja de noche, el plus de nocturnidad permite rozar los 1.000", explica. Las duras condiciones de trabajo, con la carga y descarga manual de los aviones, la falta de personal y la poca retribuci¨®n hace que, como Esteve, muchos otros vayan dejando el empleo, lo que provoca mucha rotaci¨®n y poca preparaci¨®n. De los 15 que entraron con ¨¦l, s¨®lo quedan tres. En las ¨²ltimas incorporaciones, destaca el gran n¨²mero de personal de origen inmigrante, antes inexistente. "Son los que aceptan este tipo de trabajo con salarios bajos", explica otro trabajador. Los sindicatos denuncian que el personal no est¨¢ formado y por ello hay incidencias.
Iberia y el 'autohandling'
Tras la protesta del 28 de julio del a?o pasado, sindicatos e Iberia abrieron negociaciones. El resultado es que Iberia ha mantenido finalmente a 648 empleados para dar servicio de pista a sus vuelos y a los de Clickair y Air Nostrum, filiales suyas, y otras compa?¨ªas.
Otros 78 trabajadores de pista se prejubilaron y 121 aceptaron bajas incentivadas. La compa?¨ªa form¨® una uni¨®n temporal de empresas con Globalia y cre¨® Groundforce, de la que posee un 32% de las acciones. Esta uni¨®n temporal de empresas absorbi¨® a 700 empleados de Iberia. Otros 224 trabajadores se subrogaron al resto de concesionarias de handling.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.