Por una ley electoral justa

Ahora que las elecciones est¨¢n a la vuelta de la esquina, aprovecho la ocasi¨®n para mostrar mi m¨¢s absoluta consternaci¨®n ante el sistema electoral vigente, que para nada consigue que la representaci¨®n en el Parlamento nacional sea proporcional al voto ciudadano. Una democracia no puede ser plena sin ley electoral justa.

Por ello, me gustar¨ªa proponer dos simples cambios que dar¨ªan a nuestra democracia una madurez que ya va siendo hora de alcanzar. En primer lugar, un sistema de circunscripci¨®n ¨²nica para el Congreso de los Diputados, siguiendo la m¨¢xima irrenunciable de una persona, un voto. Por otro lado, para conservar el equilibrio entre los diferentes territorios del pa¨ªs, ser¨ªa preciso dotar al Senado de verdadero poder en la toma de decisiones.

Sus miembros ser¨ªan elegidos mediante un sistema en que coexistan los intereses territoriales y el n¨²mero de habitantes.

Para constatar que no es balad¨ª el problema, baste se?alar que, en las elecciones generales de 2004, IU necesit¨® 253.906 votos para obtener un esca?o, por 66.522 del PSOE o 65.071 del PP. Si el voto de todos tuviese igual valor, IU obtendr¨ªa entre 17 y 19 esca?os (5% de 350), lejos de los 5 actuales. Por favor, no dejemos que los intereses partidistas cieguen a la raz¨®n, y terminemos ya con esta situaci¨®n inadmisible. Todos los ciudadanos merecen tener el mismo protagonismo a la hora de elegir a sus gobernantes.