Pol¨¦mico Bieito
Abucheos, pero tambi¨¦n aplausos. El director vuelve a dividir al p¨²blico con "Los persas"
Para unos, es un "panfleto antimilitar", para otros, una gran obra de denuncia. Una vez m¨¢s, Calixto Bieito ha sembrado la divisi¨®n entre el p¨²blico en el estreno de Los persas. R¨¦quiem por un soldado, una vuelta de tuerca al cl¨¢sico de Esquilo. Ocurri¨® el jueves en el Festival de Teatro Cl¨¢sico de M¨¦rida, donde su obra fue acogida por parte del p¨²blico con abucheos. Pero el director y la compa?¨ªa se quedaron con lo recibido por parte de m¨¢s de 1.200 espectadores que les ovacionaron puestos en pie. "A los que han protestado nos los hemos comido con patatas", apuntaba euf¨®rica la actriz Natalia Dicenta minutos despu¨¦s del estreno.
Esquilo dice en su obra: "La guerra es eterna". Bieito parece a?adir: y m¨¢s que nunca ahora, que supuestamente buscamos la paz. Es ah¨ª donde el director se encuentra con el poeta griego. Aunque a muchos espectadores les parezca que de manera s¨®lo fugaz, Pau Mir¨® y Bieito toman prestadas para su versi¨®n varias estrofas de Esquilo y las ponen en boca de Jerjes (Dicenta) y Dario (Roberto Quintana), su padre pacifista y enloquecido por el dolor.
El gran acierto del director es que presenta un documento. En este caso, de brutal repulsa de la guerra y de aquellos que la defienden. Al igual que Michael Moore investiga sobre los tejemanejes de George Bush y sus guerras preventivas, Bieito se pone casero y husmea, asesorado por un militar, lo que hacen las tropas espa?olas enviadas a Afganist¨¢n en misi¨®n de paz. Esta vez ha sido dr¨¢sticamente directo. Ha apelado a sentimientos primarios, casi caricaturescos, del mundo militar, impregn¨¢ndolo todo de olor a pesadilla y de m¨²sica de rock, incluido el himno nacional.
Para parte del p¨²blico fue una mala noche y lo hizo saber con interrupciones. La primera fue un grito: "?Fuera!". Lleg¨® cuando un personaje hace de stripper y se ayuda de la bandera espa?ola para no ense?ar el pene. Las voces se fueron acallando, no siempre y no todas, una docena de personas se salieron y al final de la representaci¨®n casi un centenar de espectadores abandonaron el teatro tras el ¨²ltimo mutis.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.