El fantasma del apag¨®n no da tregua
Despu¨¦s del apag¨®n, el 'postapag¨®n', casi tan molesto. Los generadores reivindican su papel con un ruido fuerte, penetrante, un incordio
El pescado no se ha vendido. Carme Blanch mira con pocas esperanzas las merluzas de su puesto en la plaza. Se acerca la hora de comer y en el mercado de L'Abaceria, en el barrio barcelon¨¦s de Gr¨¤cia, los tenderos tienen sus cajas casi hu¨¦rfanas. Culpan al apag¨®n. "Mucha gente no quiere comprar abundante producto fresco porque han tenido cortes de luz hasta hace poco y no se f¨ªan. Pasan por aqu¨ª y todos dicen lo mismo, compran lo m¨ªnimo del d¨ªa", explicaba Carme ayer.
La pescader¨ªa tiene historia. La abri¨® su bisabuelo hace 100 a?os en ese mismo barrio de solera, uno de los m¨¢s perjudicados por la aver¨ªa el¨¦ctrica que el pasado lunes dej¨® sin luz a 350.000 abonados en la ciudad. Ayer, s¨¢bado, s¨®lo se registraron peque?as incidencias, seg¨²n Endesa, pero el fantasma del apag¨®n no dio tregua. A Eul¨¤lia Aubi¨¤, la due?a de la poller¨ªa Magrans, le ha ocurrido lo mismo que a la pescadera: "la gente se ha llevado una pechuguita y poco m¨¢s".
"No vendemos producto fresco porque hay miedo a m¨¢s cortes de luz", dicen en el mercado
Igual que a Paqui Quirosa, que tiene una carnicer¨ªa al lado. La electricidad de ¨¦ste y el resto de puestos del mercado se fue el lunes y regres¨® el martes, tarde. Algunos tenderos, como los due?os de la pescader¨ªa La Gloria, no perciben las consecuencias del fiasco el¨¦ctrico: "Ha sido un s¨¢bado normal, pero un s¨¢bado normal de julio, que no se vende tanto".
Y es que, despu¨¦s del apag¨®n, queda el fantasma. A veces, casi tan molesto como la aver¨ªa en s¨ª. Al margen de algunos cortes puntuales, como el que sufri¨® ayer Noelia, una joven que se qued¨® atrapada en un ascensor de un edificio de Gr¨¤cia el viernes por la noche al volver a marchar la luz, la ciudad recupera su aspecto habitual. En los bares funciona el aire acondicionado y se puede sacar dinero de cualquier cajero, pero al pasar por algunos puntos de la capital catalana, los grandes aparatos que hacen posible esta normalidad reivindican su papel con un ruido fuerte, constante y penetrante. Molesto. Son los generadores, 166 grupos electr¨®genos con el aspecto de un peque?o cami¨®n que est¨¢n repartidos por Barcelona.
Un elemento ornamental que no abandonar¨¢ las calles barcelonesas hasta febrero y que incluso Woody Allen -al que toda la ciudad parece haberse rendido- tendr¨¢ que sortear en su rodaje.
Agust¨ª S¨¢nchez no puede hacerlo. Vive cerca del paseo de Maragall -la zona en la que se encuentra la estaci¨®n el¨¦ctrica que se quem¨®- con su mujer y su beb¨¦ de pocos meses, que no pueden dormir por las noches por culpa del ruido de los generadores. "Estamos preocupados porque del aparato sale humo negro que se eleva hasta aqu¨ª cuando, por las noches, vienen a recargarlo de gasoil, y no s¨¦ si este ambiente ser¨¢ bueno para la ni?a", asegura Agust¨ª.
A Ramon Llop, que vive en la zona, se le fue la luz durante dos d¨ªas enteros. Salv¨® los congelados de su frigor¨ªfico porque los llev¨® a la c¨¢mara de un amigo suyo que tiene una tienda en el mercado del barrio. Vive detr¨¢s de la plaza de Maragall, a tiro de piedra de la subestaci¨®n. "Como la cocina es el¨¦ctrica ten¨ªa que ir a comer a casa de mis padres, y los d¨ªas posteriores la luz se iba cortando una hora, hora y media...", explica.
La indemnizaci¨®n de entre 60 y 300 euros que Endesa se ha comprometido a pagar a partir del lunes a todos los perjudicados le viene ca¨ªda del cielo. "Teniendo en cuenta que no esperaba nada, es un dineral".
Luces y aparatos el¨¦ctricos ya no le dan ning¨²n problema en casa. Ni se los dar¨¢n, porque se va de vacaciones, como su mujer y sus tres hijos. Pasar¨¢ unos d¨ªas en La Fatarella (Terra Alta) y despu¨¦s en Andaluc¨ªa. "Y si hay apagones all¨ª, pues ya pondr¨¦ velas".
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