Un concierto que nunca existi¨®

Coincidiendo con el tercer centenario de la batalla de Almansa, la orquesta barroca Vespres d'Arnad¨ª -dirigida desde el clavic¨¦mbalo por Daniel Espasa-, la soprano Mariv¨ª Blasco y el actor Elies Barber¨¤ recrearon la noche del viernes, en el marco del Festival de Torroella de Montgr¨ª (Girona), con el concierto-espect¨¢culo La fiesta del archiduque, las m¨²sicas de diversos autores y estilos que sonaban en Espa?a en los inicios del siglo XVIII. Precisamente en el momento en que partidarios del futuro Felipe V y del archiduque Carlos de Austria se enfrentaban por conseguir el trono en la llamada Guerra de Sucesi¨®n que supuso, finalmente, la instauraci¨®n en el pa¨ªs de la dinast¨ªa borb¨®nica y la p¨¦rdida para Arag¨®n, Valencia y Catalu?a, partidarias del candidato derrotado, de sus antiguos fueros y libertades.

La idea central de La fiesta del archiduque, dirigido esc¨¦nicamente por Josep Llu¨ªs Guardiola y con asesor¨ªa musicol¨®gica de Josep Dolcet, era tan sencilla como eficaz: con una mesa, un par de sillas, dos candelabros, unos trajes de ¨¦poca y un poco de adecuada iluminaci¨®n, se recre¨®, en la iglesia de Sant Gen¨ªs de Torroella, un espacio esc¨¦nico m¨ªnimo, pero suficiente, en donde un personaje imaginario, Llibert Folch de Cardona (el actor Elies Barber¨¤), a trav¨¦s de una carta que escribe a su amada en la primavera de 1707, narra c¨®mo en aquellos d¨ªas ultima en Valencia los ensayos de un concierto para festejar el regreso a la ciudad de su padre, un noble comprometido con la causa austriacista.

Los ensayos se desarrollan con normalidad y escuchamos en su transcurso obras de Joan Baptista Cabanilles, Francesc Guerau, Emmanuele Rinc¨®n d'Astorga, Antonio Caldara y Georg Friedrich H?ndel. Aunque en la ficci¨®n que se nos propon¨ªa est¨¢bamos asistiendo s¨®lo a unos ensayos, la verdad fue que las obras sonaron, por suerte, ya muy ensayadas y los resultados musicales, tanto de la orquesta barroca Vespres d'Arnad¨ª como de la soprano Mariv¨ª Blasco, fueron globalmente harto satisfactorios.

La noticia de la derrota en Almansa de los partidarios del archiduque y la consiguiente ca¨ªda de Valencia en poder del candidato franc¨¦s impedir¨¢n finalmente que el concierto anunciado pueda tener lugar. Hemos asistido, pues, a los ensayos de un concierto que nunca existi¨®.

Al final, en amarga conclusi¨®n, y como sucede siempre con los m¨²sicos en cualquier guerra, la orquesta, supuestamente formada por padres y madres de familia que deben intentar sobrevivir, empieza a ensayar obras de Charles Desmazures y Jean-Baptiste Stuck Batistin, compositores vinculados al bando vencedor para que todos puedan nuevamente "bailar al son que tocan".

El Festival de Torroella de Montgr¨ª dedica habitualmente un concierto a la memoria del ex ministro socialista Ernest Lluch, un hombre que muri¨® asesinado por ETA por pretender que en este pa¨ªs la gente alcanzara la paz sin bombas, pero tambi¨¦n sin claudicaciones. La idea de dedicar a Lluch un concierto como ¨¦ste, con trasfondo pol¨ªtico, era perfectamente adecuada al caso y se centraba en un repertorio, la m¨²sica de principios del siglo XVIII, al que ¨¦l era especialmente sensible y al que dedic¨® no pocos esfuerzos para intentar su recuperaci¨®n. Un nuevo acierto del Festival de Torroella de Montgr¨ª, que se presentar¨¢ en gira por Catalu?a a partir de octubre.