A la c¨¢rcel por no bajar el volumen
El Supremo condena a dos a?os de prisi¨®n a un joven que molestaba a los vecinos con la m¨²sica alta
Escuchar m¨²sica a todo volumen puede llevar a uno ante los tribunales. Incluso a las puertas de la c¨¢rcel. Joan S. A. de 27 a?os y vecino de Montgat se encuentra en esta situaci¨®n. El Tribunal Supremo ha condenado a este joven a dos a?os de prisi¨®n por un delito contra el Medio ambiente por molestar a sus vecinos "a horas intempestivas" con la m¨²sica que pon¨ªa en su domicilio. El volumen super¨®, en numerosas ocasiones el doble de lo permitido.
Anteriormente, el acusado hab¨ªa sido absuelto por la Sala S¨¦ptima de la Audiencia de Barcelona, pero el Ministerio Fiscal interpuso recurso de casaci¨®n contra dicha sentencia absolutoria ante el Supremo, que ahora considera al acusado culpable de dicho delito. Adem¨¢s, le impone una multa de 720 euros.
La sentencia se?ala que las molestias se produc¨ªan "a horas realmente intempestivas"
El acusado, que padece un trastorno de la personalidad grave, reside en la calle Buenos Aires de Montgat. Uno de sus vecinos le denunci¨® porque entre los a?os 1999 y 2003 pon¨ªa m¨²sica a tal volumen que se pod¨ªa escuchar desde la planta de abajo.
Este vecino, seg¨²n consta en la sentencia de la Audiencia de Barcelona, llam¨® en 19 ocasiones a la Polic¨ªa Local por las molestias que le ocasionaba la m¨²sica y los agentes relizaron mediciones que obtuvieron niveles de ruidos "entre 35 y 66 decibelios, con una media de 45-50 decibelios".
Como consecuencia de los hechos, el acusado fue sancionado en cinco ocasiones y avisado otras tres veces. La Audiencia de Barcelona consider¨® que Joan era autor de una infracci¨®n administrativa, pero le absolv¨ªa del delito contra el medio ambiente al considerar que se desconoc¨ªa si el ruido supuso un "peligro grave y concreto" para los vecinos. En cambio, para el Tribunal Supremo el acusado s¨ª que es autor del delito al considerar que para ello "es necesaria la creaci¨®n de una situaci¨®n de riesgo suficientemente determinado para el equilibrio de los sistemas naturales, o en este caso, para la salud de las personas".
En este sentido, los jueces entienden que "no puede caber duda" de que el acusado "creaba ese riesgo concreto de la suficiente gravedad para la salud". Para llegar a esta afirmaci¨®n tiene en cuenta que los niveles de ruidos alcanzaron en alguna ocasi¨®n los 66 decibelios, "m¨¢s del doble de lo permitido", y que los vecinos sufr¨ªan las molestias "a horas realmente intempestivas".
Por otro lado, el Tribunal Supremo argumenta que cabe imponer la agravante de desobediencia, ya que el acusado ten¨ªa cinco expedientes con sanci¨®n administrativa y tres requerimientos formales para que cesara con los ruidos.
Aun as¨ª, el tribunal reduce en un grado la pena al considerar la eximente incompleta por "el trastorno mental sufrido por el acusado y sus circunstancias personales". En este sentido, no concede la eximente completa, ya que no se afirma que el trastorno supusiese "una efectiva y completa anulaci¨®n de sus facultades ps¨ªquicas".
La pena impuesta al acusado recuerda a otra reciente y pol¨¦mica sentencia del Supremo. El pasado mayo este tribunal impuso una pena de cuatro a?os de c¨¢rcel y una multa de 8.600 euros contra Dionisio Mestre, propietario de un bar de Barcelona, tambi¨¦n por exceso de ruidos. El origen del caso se remonta a 2003, cuando el bar comenz¨® a funcionar sin licencia de apertura. Precisamente, el Ayuntamiento de Barcelona se la deneg¨® por falta de insonorizaci¨®n del local. En diversas mediciones realizadas a petici¨°n de los vecinos se pudo comprobar que del local sal¨ªan emisiones pr¨®ximas a los 39 decibelios, cuando el m¨¢ximo permitido es de 30.
La condena de cuatro a?os de c¨¢rcel, acompa?ada tambi¨¦n de una indemnizaci¨®n de 32.000 euros, es la m¨¢s importante impuesta hasta la fecha en Espa?a por este delito y el m¨¢ximo que permite el art¨ªculo 325.1 del C¨®digo Penal. El acusado ha pedido el indulto al Gobierno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.