Sin el permiso de su majestad
Tras el pol¨¦mico secuestro de la revista 'El Jueves', EL PA?S analiza la relaci¨®n entre medios y corona en algunas monarqu¨ªas europeas
El secuestro de la revista sat¨ªrica El Jueves, decidido la semana pasada por el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo a causa de una vi?eta presuntamente injuriosa hacia la Corona, ha provocado un amplio debate. ?D¨®nde debe situarse el l¨ªmite entre libertad de expresi¨®n y derecho al honor? ?Es oportuno que el C¨®digo penal establezca para la Corona una protecci¨®n espec¨ªfica contra las injurias, m¨¢s all¨¢ de la que gozan los dem¨¢s ciudadanos? EL PA?S contribuye al debate ofreciendo una visi¨®n de las relaciones entre medios de comunicaci¨®n, s¨¢tira y Corona en algunas de las principales monarqu¨ªas europeas.
REINO UNIDO Un blanco leg¨ªtimo
Isabel II acostada con un ministro del gobierno de Tony Blair y un par de perros a los pies de la cama. Carlos y Camila, muy entrados en a?os, bes¨¢ndose amorosamente entre un escudo de armas con la leyenda 'Fidelis Ultra Tampax'. "La familia real es un blanco leg¨ªtimo. Deben serlo dado el poder que tienen en este pa¨ªs", advierte el dibujante brit¨¢nico Steve Bell, autor de estas y otras ilustraciones que publica peri¨®dicamente en el diario The Guardian y recopila en una serie de libros de humor gr¨¢fico.
Los artistas sat¨ªricos no dejan escapar la oportunidad de ilustrar con sus vi?etas historias relacionadas con la 'firma' Windsor. La Reina Isabel y sus familiares son tan v¨ªctimas de su particular y divertida interpretaci¨®n de los hechos como cualquier personalidad p¨²blica o ciudadano privado. "No hay ninguna ley especial que ampare a la familia real ni a la Corona", confirmaba el viernes una portavoz del Palacio de Buckingham.
Los miembros de la monarqu¨ªa brit¨¢nica pueden defenderse de los supuestos excesos de los medios de comunicaci¨®n con los mismos mecanismos abiertos al resto de los residentes o visitantes del Reino Unido. En la legislaci¨®n brit¨¢nica, es la persona presuntamente injuriada -no el juez- quien cursa una denuncia o una acci¨®n legal.
La prensa se basa en un sistema de autorregulaci¨®n, con un c¨®digo de conducta pactado entre los propios editores que se actualiza peri¨®dicamente. Los principios del c¨®digo se aplican a todas las personas independientemente de su estatus social o profesional. "La situaci¨®n ha cambiado mucho en los ¨²ltimos 30 a?os. Ya no tenemos que prestar un cuidado especial con los representantes de la Corona", recuerda Bell.
B?LGICA La oveja negra
"Al pr¨ªncipe Lorenzo le gustan los animales. Sobre todo las ovejas negras". La que habla es una oveja de ese color, dando toda la carga cr¨ªtica a la frase inicial, que de otro modo s¨®lo har¨ªa referencia al inter¨¦s del menor de los hijos del rey Alberto de B¨¦lgica por el bienestar de los animales, a cuyo cuidado dedica una fundaci¨®n. Lorenzo es la oveja negra de la familia, un bala perdida que chapotea en problemas como si quisiera dar la raz¨®n a quienes dan cr¨¦dito al rumor -publicado en un libro y recogido por la prensa- de que a los 30 a?os ten¨ªa la edad mental de un ni?o de 12.
La vi?eta de la oveja negra figura en la primera p¨¢gina del semanario sat¨ªrico P¨¨re Ubu, que lleva 18 a?os salpimentando la actualidad belga. Y no sin sobresaltos. En esta portada en la que se critica al benjam¨ªn de Alberto y Paola, el tema dominante es que la ridiculizaci¨®n de un pol¨ªtico que ha presentado una querella contra el rotativo. En otras ocasiones, y ha habido en torno a cuarenta comparecencias ante los tribunales, P¨¨re Ubu ha tenido menos suerte: ha sido secuestrado tres veces, la ¨²ltima hace solo un par de a?os. "Eso supone un gran da?o para un medio como el nuestro", se lamenta Rudy Bogaerts, director del semanario, con una tirada que ronda los 10.000 ejemplares, cifra respetable en un pa¨ªs de diez millones de habitantes, menos de la mitad de ellos franc¨®fonos.
Son los pol¨ªticos los que m¨¢s recurren al amparo de la ley para protegerse contra la prensa sat¨ªrica. La familia real, encabezada por Lorenzo, tampoco escapa a las puyas, pero no busca la mordaza en los tribunales. "La actitud es la de no reaccionar", apunta Bogaerts. Los ataques m¨¢s duros no vienen de la presan sat¨ªrica sino de la generalista. B¨¦atrice Delvaux, directora de Le Soir, el principal diario franc¨®fono belga, ha escrito que la monarqu¨ªa es "una antigualla en s¨ª misma", pero que "si se considera como indispensable para la unidad del pa¨ªs, habr¨¢ que hacer que el papel del rey y de su heredero sea reducido a la m¨ªnima expresi¨®n".
DINAMARCA La profanaci¨®n del trono
"A los daneses les gusta burlarse de s¨ª mismos. Hay dos revistas sat¨ªricas, Bl?ksprutten y Svikm?llen, que resumen los acontecimientos del a?o y la familia real no escapa a sus bromas", se?alan fuentes diplom¨¢ticas danesas en Holanda. "El tabaquismo de la reina, por ejemplo, es un asunto recurrente, pero no suele haber ofensas de otra ¨ªndole. La sociedad no discute el papel de una monarqu¨ªa milenaria", aclaran las mismas fuentes. En estas circunstancias, parece l¨®gico que las leyes que contemplan las injurias a la Corona, "no se hayan usado por lo menos en los dos ¨²ltimos siglos". Desde el punto de vista jur¨ªdico, el fiscal podr¨ªa ejercitar la acci¨®n penal al tratarse de un delito p¨²blico, tipificado y muy serio contra la Corona y el Jefe del Estado. "En la pr¨¢ctica no se hace", se?alan las fuentes diplom¨¢ticas.
Para sorpresa de todos, el aparente sosiego tradicional se vio truncado esta semana por la aparici¨®n en la revista Se og H?r ("Mira y Oye", en espa?ol) de unas fotos mostrando a una actriz porno en el Sal¨®n del trono y sobre la mesa de los Consejos de Estado del palacio de Christianborg, en Copenhague. La publicaci¨®n ha suscitado la indignaci¨®n general.
HOLANDA El escudo de la corona
"No hay demasiado inter¨¦s en re¨ªrse de la familia real. No est¨¢n por encima de la ley y operan al margen de los asuntos pol¨ªticos. Si se metieran en pol¨ªtica estar¨ªan abiertos a las cr¨ªticas", asegura Harry van Wijnen, experto en asuntos constitucionales y antiguo catedr¨¢tico de Historia de la Prensa en la universidad Erasmus, de Rotterdam. "De todos modos, incluso entonces ser¨ªa dif¨ªcil que la cosa acabara en los tribunales. Nuestra Constituci¨®n estipula que el Gobierno, en la persona del primer ministro, es el escudo que recibe las cr¨ªticas contra la Corona. Criticar al jefe del Ejecutivo es una forma de protecci¨®n del jefe del Estado que se remonta a las constituciones liberales europeas de 1848", dice Van Wijnen.
SUECIA Sin protecci¨®n especial
Las relaciones de la Casa Real de Suecia con los medios de comunicaci¨®n no son precisamente id¨ªlicas pero s¨®lo en raras ocasiones han causado querellas judiciales. La censura, clausura o confiscaci¨®n de publicaciones no est¨¢ contemplada en ning¨²n texto legal, lo que no quiere decir que exista impunidad para la calumnia o los ataques a las personas privadas. Tampoco est¨¢ recogida en ning¨²n c¨®digo la figura de injurias a los gobernantes o jefes de Estado meramente formales como ser¨ªa el caso del rey de Suecia Carlos Gustavo.
Este reportaje ha sido elaborado con informaci¨®n de Lourdes G¨®mez (Londres), Ricardo Mart¨ªnez de Rituerto (Bruselas), Isabel Ferrer (La Haya) y Ricardo Moreno (Estocolmo).
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