Montadores de cine

La nueva Ley de Cine designa a los montadores como "personal creativo" y fuerza su contrataci¨®n en las coproducciones. Sin embargo, hay un n¨²mero cada vez mayor de productores y directores que contratan auxiliares o ayudantes para que manejen los ordenadores.

Adem¨¢s del desprecio a una profesi¨®n ya de por s¨ª bastante denostada, no entiendo c¨®mo pel¨ªculas que gozan de protecci¨®n p¨²blica no se llevan a cabo con el rigor t¨¦cnico y art¨ªstico que promulga la ley. La intervenci¨®n del montador en los cortes, las transiciones, la medida de los planos y las secuencias dan el ¨²ltimo toque a un gui¨®n que, al salir de la sala de montaje, adquiere la condici¨®n de definitivo. Esto que parece obvio no debe de estar claro para quien incluye como autores -con toda justicia- a los guionistas, operadores y m¨²sicos, y deja fuera a quien sugiere si va la m¨²sica o no, o si funde a negro un plano, o si se corta una frase.

La funci¨®n de un montador no es s¨®lo el proceso mec¨¢nico de cortar y pegar; su mirada debe ser cr¨ªtica y valiente, y poner por encima de todo a la pel¨ªcula. Si eres un operador de ordenadores, sin experiencia en cine, que cobras 1.000 euros al mes y recibes ¨®rdenes de todo el mundo, es muy dif¨ªcil tener una mirada cr¨ªtica.

Lo peor de todo es que la industria est¨¢ acusando los efectos de una falta de decencia profesional. Aqu¨ª vale todo: si no me llega el presupuesto, llamo a mi primo que sabe mucho de ordenadores.