El ciclista que corr¨ªa ya sin presi¨®n
Hay declaraciones que le¨ªdas despu¨¦s de los terremotos s¨®lo pueden dar ganas de llorar. "Los ciclistas europeos son unos blandos, unos quejicas. Hay que tener narices como yo", dijo Alexander Vinok¨²rov, l¨ªder del Astana en el pasado Tour, alabando su dureza y su resistencia al dolor 24 horas antes de que se conociera su positivo en el Tour por transfusi¨®n de sangre hom¨®loga. "Me he quitado una mochila, un peso, de encima y¨¦ndome del Euskaltel Euskadi. Ahora corro sin presi¨®n, muy bien arropado por Matxin", declar¨® Mayo a EL PA?S el primer d¨ªa de descanso del Tour, despu¨¦s de su segunda plaza en Tignes, lanzando palabras de elogio a su nuevo director deportivo y a su nueva situaci¨®n dentro del pelot¨®n del Tour. Dos semanas despu¨¦s, zas, el positivo.
Iban Mayo, un muy buen corredor al que un accidente de coche cuando todav¨ªa era amateur retras¨® su salto a profesional, lleg¨® al estrellato en el Tour de la edici¨®n de 2003, cuando gan¨® la etapa reina del Alpe d'Huez en el Tour del centenario, en pleno duelo entre Lance Armstrong y Jan Ullrich. La popularidad inmediata le oblig¨® a Mayo a llevar una vida de reconocimiento popular, de celebraciones invernales, de agobio entre los aficionados. La marea naranja, los miles de seguidores del Euskadi que invaden las cunetas las etapas de monta?a, se present¨® m¨¢s gigantesca que nunca en el a?o 2004, en un Tour al que Mayo lleg¨® como favorito incluso para la victoria final despu¨¦s de haber logrado derrotar al mism¨ªsimo Armstrong en la cronoescalada del Ventoux en la Dauphin¨¦ Lib¨¦r¨¦ unas semanas antes.
Sin embargo, la v¨ªspera del comienzo fue expulsado de la carrera, al no superar el control sangu¨ªneo, el ciclista del Euskaltel Gorka Gonz¨¢lez. Lenta pero definitivamente, el globo acab¨® deshinch¨¢ndose. La relaci¨®n de Mayo con el equipo comenz¨® entonces a deteriorarse. Tambi¨¦n su estado de ¨¢nimo ante las carreras ciclistas. "Los a?os en que le fue peor la cosa se encerr¨® mucho en s¨ª mismo, cambi¨® de costumbres", explica un compa?ero del corredor vizca¨ªno.
El punto m¨¢s bajo de su carrera lo vivi¨® en el Tour de 2006, la pasada edici¨®n, aquella en la que Valverde rod¨® por el suelo y Mayo esperanz¨® a algunos aficionados con sus escaladas, el Tour al que lleg¨® animado por una victoria de etapa en la Dauphin¨¦. Pero en el Tourmalet fue el primer ciclista que se descolg¨® del pelot¨®n ante una persistente c¨¢mara televisiva que lo segu¨ªa impasible a cada pedalada. Por eso, cuando en invierno se march¨® al Saunier Duval de Matxin fue para ¨¦l como si se hubiera quitado un peso de encima, sin presi¨®n, sin el agobio del equipo que representaba algo as¨ª como una selecci¨®n nacional. O eso parec¨ªa.
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