Jos¨¦ Otal, maestro del arte de las marionetas
Aport¨® nuevas f¨®rmulas al espect¨¢culo
El mundo de las marionetas vuelve a estar de luto. Al fallecimiento, el 21 de mayo pasado, de Mariona Masgrau, se suma ahora la muerte de Pepe Otal.
Un ataque al coraz¨®n le sobrevino en la isla de Cerde?a, adonde hab¨ªa ido a representar La Divina Comedia, junto a Pep G¨®mez.
Pepe Otal presum¨ªa de haber sido marinero, mientras se mesaba su larga y blanca barba, rematada por su sempiterna pipa. Estudiante de ingenier¨ªa industrial y dibujo publicitario, su carrera empez¨® en 1972, al instalarse en Barcelona y matricularse en el Institut del Teatre, donde descubri¨® las marionetas de la mano de Harry Tozer. Fascinado por sus posibilidades, en 1974 fund¨® el Taller de Marionetas y sac¨® los t¨ªteres a la calle. Comenzando a montar espect¨¢culos dirigidos a un p¨²blico adulto, siguiendo el ejemplo de la c¨¦lebre compa?¨ªa Bread and Puppet. Diez a?os m¨¢s tarde, en 1984, recibi¨® el premio al mejor espect¨¢culo europeo de marionetas para adultos por su montaje El Apocalipsis seg¨²n San Juan. Y ya en solitario, su firma se vincul¨® al teatro Malic, fundado ese mismo a?o. As¨ª como al nuevo local del Taller de Marionetas, en el Raval, desde donde imparti¨® su magisterio a varias generaciones de marionetistas. Y en el que, junto a Joan Vinuesa, organiz¨® gran n¨²mero de veladas po¨¦ticas.
Artista de ins¨®lita vitalidad, aport¨® nuevas formas y materiales a su profesi¨®n, concibiendo espect¨¢culos donde fund¨ªa el humor, a veces provocador, con la ternura. De su mano destacan obras como Makoki, La Danza de la Muerte o sus ¨®peras de bolsillo, como Don Giovanni, Rigoletto o El holand¨¦s errante. Una trayectoria que le llev¨® a los escenarios de medio mundo y cuyo final, como a los grandes del teatro, le sorprendi¨® al terminar la representaci¨®n de su ¨²ltimo montaje. Se ruega un aplauso en su memoria.
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