Aislado. Italianos y medusas
Esta colaboraci¨®n se llamar¨¢ "aislado", porque estoy en una "isla", aqu¨ª "al lado". ?ste es el nivel al que funciona mi cerebro en verano, cuando mi ¨²nica neurona flota haciendo el muerto en un cerebro caliente como un jacuzzi. A pesar de eso, una vez desaparece mi consabido mono de adrenalina, me da por pensar con un poco m¨¢s de calma. Soy capaz de leer los libros pendientes (voy a por Rayuela), escuchar la m¨²sica hu¨¦rfana de mi iPod y rastrear el proceloso mar de Internet, con la serenidad asumida de un n¨¢ufrago. Para tales menesteres escojo siempre una isla donde el ruido de la vida baja de diez a tres con tan s¨®lo pisarla. Se da el caso de que, este a?o, me encuentro en un precioso fragmento de tierra, rocas y arena que los lugare?os y veraneantes suelen "esconder". Hay un pacto de silencio a la hora de informar de que estamos aqu¨ª. Como si quisi¨¦ramos salvaguardarla, tal que un tesoro privado, del objetivo de los otros veraneantes y/o curiosos. Es un gesto tan rom¨¢ntico como in¨²til, pero voy a respetarlo. S¨®lo dir¨¦ que no se trata de Eivissa. Aqu¨ª, de momento, no hay autopista, pero no se descarta que, con la avalancha de italianos que invaden la isla, pronto construyan un circo romano o moldeen el litoral hasta que adquiera el aspecto de una pizza cuatro estaciones si la miras desde el aire. Ya hablar¨¦ de los italianos. Como no creo que lean EL PA?S, voy a sentirme m¨¢s suelto. Un primer dato: ellas no hacen top less y ellos lucen unos cuerpos de veintid¨®s horas de gimnasio al d¨ªa. Me pregunto de qu¨¦ hablas con un tipo que se pasa veintid¨®s horas de gimnasio al d¨ªa. Los ves algo desubicados porque no hay espejos en la playa, y ya se sabe que con un cuerpo as¨ª lo m¨¢s importante es mirarte cada cinco minutos y pensar: "Qu¨¦ bueno que estoy, joder. ?C¨®mo pudimos permitir que se nos cayera el Imperio Romano con semejante poder¨ªo muscular?".
He llegado a la isla, tras un final de temporada movido. De cambio. He dado un salto mortal de cadena a cadena y les aseguro que, cuando est¨¢s en el aire, piensas: "Vaya talegazo me voy a pegar". Pero s¨®lo lo piensas un momento. Te giras y ves a tus/mis compa?eros como diciendo: "Si ¨¦l lo ve claro...". Habl¨¦ el otro d¨ªa con Mat¨ªas Prats. Le voy a echar de menos e imitarle va a ser mi manera de recordarlo. "?C¨®mo se te ocurre tomar una decisi¨®n as¨ª, sin consultarme?", brome¨®. Luego me dio un buen consejo: "Hagas lo que hagas, s¨¦ fiel a tus ideales". Pues en eso estoy. A ver qu¨¦ pasa. Me da mucha risa la mayor¨ªa de interpretaciones que he le¨ªdo por ah¨ª. Llegu¨¦ el d¨ªa de San Ferm¨ªn y me fui a una taberna vasca donde me invitaron. Eso se llama empezar con buen pie. Ve¨ªa los encierros por Cuatro y luego me iba a la playa canturreando "A San Ferm¨ªn pedimos...". Aqu¨ª no hay toros, pero hay unas medusas que son como bolsas de pl¨¢stico enchufadas a la corriente. Tienen una entrada muy mala. Dicen que con el cambio clim¨¢tico las tortugas han ido desapareciendo y eso es fatal, ya que eran las principales consumidoras. No lo entiendo. ?Qu¨¦ le ver¨¢n las tortugas a las medusas? ?Cu¨¢ntas debes comerte para sentirte saciado? ?Mil? Estaba tumbado en la arena y pens¨¦: las medusas no son de este planeta. En realidad se trata de seres del espacio que bajan por la noche y se adaptan al medio marino, donde se agrupan y se preparan para "el gran ataque" a la Humanidad. Puede pasar en cualquier momento, cr¨¦anme. Muy pronto tendr¨¢n pies en sus largos tent¨¢culos y empezar¨¢n a "desembarcar", hasta llegar a la Casa Blanca, donde George Bush ser¨¢ detenido y amordazado como en Mars Attacks! Lo que no ha conseguido nadie, lo van a hacer cuatro medusas. El otro d¨ªa me pareci¨® ver una conduciendo una peque?a moto por aqu¨ª. Aceler¨¦, me puse a su lado y no. Se trataba de una alemana, muy delgada, que acaba de llegar con su piel gelatinosa. Lo tom¨¦ como un aviso. Seguir¨¦ pendiente, no se preocupen. Cambio y corto.
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