S¨®rdida excitaci¨®n
En un panorama de estrenos tan predigerido como el de este verano, toparse de bruces (no hay otra expresi¨®n que la defina mejor) con una pel¨ªcula tan ins¨®lita como Euforia resulta una experiencia sobrecogedora. De entrada, en una ¨¦poca de habituales e innecesarios ensanchamientos del metraje, quiz¨¢ para dar certificado de calidad a trav¨¦s de la duraci¨®n a productos que no la alcanzan por medio de la historia en s¨ª, la cinta est¨¢ contada en poco m¨¢s de una hora. El debutante ruso Iv¨¢n Vyrypayev no necesita m¨¢s para conseguir sobresaltar al respetable con un rosario de sensaciones en absoluto indolentes.
Grandilocuente, fantasmag¨®rica, excesiva, apasionante y desgarradora, Euforia es una tragedia amorosa dotada de un romanticismo incontrolable, rabioso, desmesurado, que surge a borbotones. Vyrypayev narra su obra a trav¨¦s de secuencias anormalmente cortas, ensambladas con continuos fundidos a negro que quiz¨¢ remarcan demasiado cada acci¨®n y que provocan que la historia no fluya con la naturalidad que los puristas desear¨ªan. Sin embargo, como contrapartida, su un tanto atropellada exposici¨®n est¨¢ cargada de punzantes inyecciones de adrenalina, de constantes chutes de euforia (de ah¨ª el t¨ªtulo) con los que el director desconcierta al personal al tiempo que describe a sus personajes. Un estado de excitaci¨®n ps¨ªquica que puede venir provocado por el amor, por la pasi¨®n, por el afecto, por el rencor o simplemente por el vodka. Como un Emir Kusturica acosado por la urgencia del tiempo, Vyrypayev apabulla tambi¨¦n con su constante m¨²sica de acorde¨®n.
EUFORIA
Direcci¨®n: Iv¨¢n Vyrypayev. Int¨¦rpretes: Polina Agureyeva, Maksim Ushakov, Mija¨ªl Okunev, Yaroslavna Serova. G¨¦nero: drama. Rusia, 2006. Duraci¨®n: 74 minutos.
Los personajes de Euforia viven a tres horas de la civilizaci¨®n. Rodeados por la estepa y por un majestuoso e inabarcable r¨ªo, son la viva imagen del aislamiento, remarcado por el director por continuos planos a¨¦reos a trav¨¦s de interminables caminos de tierra rodeados de aridez y punteados por unas encrucijadas que sirven como met¨¢fora de la disyuntiva que debe tomar la prohibida pareja protagonista de la pel¨ªcula.
Parentesco
Sus criaturas, como la historia en s¨ª misma, funcionan a base de pulsiones. No parece que les hayan ense?ado a comportarse de otro modo. En ese sentido, y a pesar de la distancia, el relato podr¨ªa emparentarse con el universo brutal, inconsolable y yermo de La familia de Pascual Duarte. La escopeta de caza del marido cornudo de Euforia y la de Pascual Duarte podr¨ªan ser la misma.
Sus miradas enfurru?adas, desgastadas por el dolor, son semejantes. El accidente sufrido por la hija del ruso a manos de un perro vendr¨ªa a recordarnos el episodio de los cerdos de la novela de Camilo Jos¨¦ Cela.
Quiz¨¢ la Siberia donde naci¨® el joven Vyrypayev, de 33 a?os, no est¨¦ tan lejos de la Espa?a de posguerra. El pesimismo existencial y la sordidez dominan ambos conjuntos.
Eso s¨ª, cierta capacidad on¨ªrica hace que Euforia, aderezada tambi¨¦n por un sentido del humor ciertamente macabro, huya finalmente del naturalismo exacerbado y logre apoyarse en el estrato de la extravagancia con sentido.
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