Trescientos metros de controversia
El mayor rascacielos de Latinoam¨¦rica, proyectado por Rem Koolhaas para M¨¦xico DF, y en cuya inversi¨®n participa Amancio Ortega, levanta ampollas por incumplir la ley
La Ciudad de M¨¦xico podr¨¢ tener el mayor rascacielos de Am¨¦rica Latina -la Torre Bicentenario-, de una altura similar a la Torre Eiffel (300 metros) si los adversarios del proyecto no lo impiden. Sus promotores y el alcalde de la capital mexicana, Marcelo Ebrard, aseguran que el nuevo edificio cambiar¨¢ la faz de la ciudad y la colocar¨¢ a la vanguardia de la competitividad.
"Por m¨¢s que lo anuncien, si no cumple con la ley no se autorizar¨¢ la obra", replica Gabriela Cuevas, m¨¢xima autoridad municipal de la colonia Lomas de Chapultepec, un barrio de clase alta donde est¨¢ previsto construir la torre.
La legislaci¨®n permite una altura m¨¢xima de 20 metros en la zona prevista, aunque varios edificios superan ese l¨ªmite
Los promotores pretenden inaugurar la torre en 2010, en el 200 aniversario de la guerra de independencia
?Y qu¨¦ dice la ley? Que no se puede construir un edificio de 300 metros en las Lomas de Chapultepec. Desde 1992 y hasta 2012, la altura m¨¢xima permitida en el barrio es de 20 metros. Basta una mirada fugaz para comprobar que diversos edificios de la zona superan dicho l¨ªmite.
Culpa de la corrupci¨®n de autoridades anteriores, esgrime Gabriela Cuevas, jefa de la delegaci¨®n municipal que tiene que firmar el permiso correspondiente, y militante del conservador Partido de Acci¨®n Nacional (PAN), en el poder en el ¨¢mbito federal y en la oposici¨®n en la Ciudad de M¨¦xico. Y aunque niega cualquier trasfondo pol¨ªtico en la pol¨¦mica, se ha convertido en la portavoz de las protestas de los vecinos que no quieren el rascacielos en el barrio.
En medio de la pol¨¦mica est¨¢ en juego una inversi¨®n de m¨¢s de 600 millones de d¨®lares (439 millones de euros), a partes iguales entre el grupo mexicano Danhos y el fondo inmobiliario espa?ol Pontegadea, propiedad de Amancio Ortega, presidente del grupo textil Inditex, que engloba Zara.
Los promotores de la Torre Bicentenario pretenden inaugurar la obra el 16 de septiembre de 2010, cuando se cumplen 200 a?os del comienzo de la guerra de independencia de M¨¦xico. El rascacielos, de 70 pisos, "se inscribe en la tendencia mundial de hacer edificios altos", seg¨²n el arquitecto Jorge Gamboa de Buen, director general del grupo Danhos. "En los pr¨®ximos seis a?os se construir¨¢n m¨¢s edificios por encima de los 200 metros que en toda la historia de la humanidad". Es una tendencia ambiental, a?ade, "porque son edificios de otra generaci¨®n, que consumen menos energ¨ªa, menos agua y con mejores drenajes".
La torre se levantar¨¢ sobre una superficie triangular de 3.800 metros cuadrados, en un extremo del bosque de Chapultepec, el pulm¨®n de la ciudad, y sobre un estacionamiento subterr¨¢neo con capacidad para 6.500 veh¨ªculos. Tendr¨¢ forma de dos pir¨¢mides que se unen en las bases, inspiradas en el sitio prehisp¨¢nico de Chichen Itz¨¢ (Yucat¨¢n), que ha sido declarado maravilla del mundo. En 130.000 metros cuadrados de oficinas trabajar¨¢n unos 10.000 empleados, y la estructura, de gran firmeza, estar¨¢ dise?ada a prueba de sismos.
La Torre Bicentenario ha sido proyectada por el arquitecto holand¨¦s Rem Koolhaas, premio Pritzker de 2000 -una especie de Nobel de la Arquitectura- y autor de obras como la Casa M¨²sica de Oporto, el Epicentro Prada de Los ?ngeles y el Museo de Arte Leeum Samsung de Se¨²l. "Decidimos construir este edificio con uno de los arquitectos m¨¢s importantes del mundo, despu¨¦s de evaluar a varios como Norman Foster, Jean Nouvel, Santiago Calatrava, Renzo Piano y Richard Rogers", asegura Gamboa.
El alcalde de la Ciudad de M¨¦xico, del Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD), se frota las manos para acariciar una inversi¨®n suculenta que puede reportarle r¨¦ditos pol¨ªticos de gran calado. Sus adversarios lo saben y no est¨¢n dispuestos a ponerle las cosas f¨¢ciles.
Para el alcalde Ebrard, la normativa urbana es una ley flexible que permite modificar los usos de suelo. Sobre todo, cuando se trata de defender la construcci¨®n del edificio m¨¢s alto de Latinoam¨¦rica: "Nos conviene mucho m¨¢s tener esta torre que permitir el desorden que se vive en materia de viabilidad y uso del espacio".
La delegada Cuevas no lo ve as¨ª y asegura que las cosas han cambiado bajo su mandato: "Constructor que se acerca y pide permiso para levantar m¨¢s pisos, lo mandamos a volar. No puedo permitir un proyecto que viola la ley", insiste. "Para otorgar los permisos habr¨ªa que modificar la ley o el proyecto".
El otro obst¨¢culo para la Torre Bicentenario es que tiene que construirse en un predio que actualmente alberga un inmueble del arquitecto ruso-jud¨ªo Vlad¨ªmir Kasp¨¦ de finales de los a?os cuarenta.
El edificio en cuesti¨®n alberga una estaci¨®n de servicio, una concesionaria de autom¨®viles y un taller mec¨¢nico, y figura en una lista del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) de inmuebles con valor art¨ªstico. Este organismo ha advertido de que no es factible considerar su demolici¨®n.
Los vecinos tambi¨¦n est¨¢n divididos. Alfredo Balli Gonz¨¢lez, presidente de la Uni¨®n de Colonos de Lomas de Chapultepec, reclama m¨¢s informaci¨®n. "Queremos ver adem¨¢s de todo el proyecto arquitect¨®nico, c¨®mo se va a resolver el impacto urbano y ambiental", dice Balli, que se queja de que no les ha informado, "ni los promotores ni las autoridades". Otra agrupaci¨®n de vecinos, Salvo Lomas, ha organizado protestas en la calle.
La Asamblea Legislativa de Distrito Federal tendr¨¢ la ¨²ltima palabra despu¨¦s de un an¨¢lisis t¨¦cnico-jur¨ªdico. Y s¨®lo los legisladores podr¨ªan modificar la ley para hacer realidad la Torre Bicentenario.
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