Futurismo y sexo

Un a?o despu¨¦s de publicar en Par¨ªs el Manifiesto futurista (donde, entre otras cosas, se dice que un autom¨®vil es m¨¢s bello que la Victoria de Samotracia, y que la guerra es la higiene del mundo) el italiano Filippo T. Marinetti (1876-1944) publica, en 1910, Mafarka su primera novela. Delirio b¨¦lico-er¨®tico y naturalmente futurista, se trata de la historia de un h¨¦roe nuevo, Mafarka, medio oriental, aunque pa¨ªs y acci¨®n sean imaginarios. Una ardiente fantas¨ªa de guerra y sexo, donde las mujeres -por m¨¢s que bellas- son seres inferiores, la matanza es un placer y el superviril Mafarka est¨¢ casi enamorado de su hermano Magamal, que muere. Entonces el h¨¦roe construye artificialmente a su poderoso y a¨¦reo hijo (tendr¨¢ alas anaranjadas) sin el concurso de "la vulva mal¨¦fica". La novela acaba -abriendo futuro- con el incipiente vuelo de Gazurmah, el hijo.

En medio, guerras, degollinas, crueldad y mucho sexo, naturalmente heterosexual pese a lo dicho. En sus descripciones, en su engalanado lenguaje, Marinetti es un decadente que presiente el surrealismo. Su ideario se parece mucho -desde hoy- a un arrasador fascismo libertario, pero la creaci¨®n de un espacio intemporal donde todo es posible, m¨¢s que conectar Mafarka con la ciencia-ficci¨®n, nos la muestra como un claro antecedente de los mundos irreales de Burroughs, por ejemplo en Los chicos salvajes. La traducci¨®n espa?ola (Renacimiento ha reeditado en facs¨ªmil) sali¨® en 1921 en una colecci¨®n er¨®tico-popular. Por ello aquellos lectores que buscaban morbo y lujuria, quiz¨¢ no supieron que se hallaban ante un producto de la m¨¢s genuina vanguardia. Creo que este pudor del sin pudor alcanz¨® al traductor, probablemente el hermano de Ram¨®n, Julio G¨®mez de la Serna, que firm¨® s¨®lo Julio G¨®mez. Una sorprendente muestra de la uni¨®n de contrarios, pasado y futuro, en una novela barroca, sensual y quim¨¦rica.