Agosto limitado en la ciudad

El cartel de cerrado por vacaciones o el de abrimos s¨®lo en horario de ma?ana es frecuente en los establecimientos durante el mes de agosto. Pero, aunque la demanda disminuya, la ciudad no cierra por vacaciones. Una parte de la poblaci¨®n contin¨²a con su actividad y ve reducida la oferta de recursos habituales en sus barrios, como piscinas, bibliotecas, locales de hosteler¨ªa o centros administrativos.

Durante el mes de agosto, el n¨²mero de piscinas cubiertas y bibliotecas municipales que permanecen abiertas se reduce considerablemente. En concreto, los vecinos de Abastos, Ayora y Torrefiel son los ¨²nicos afortunados que podr¨¢n disfrutar de la piscina cubierta durante el mes de agosto. De las otras 11 instalaciones dependientes del Ayuntamiento, cinco cierran: Font de Sant Llu¨ªs, La Petxina, Natzaret, Benim¨¤met y la Piscina Valencia. Las otras seis cierran parcialmente, al menos durante tres semanas de agosto. En esta situaci¨®n se encuentran las de Orriols, Trafalgar, El Carme, Patraix, Marxalenes y Rambleta. El Ayuntamiento de Valencia asegura que estos horarios se deben a la disminuci¨®n de la demanda de uso de las piscinas cubiertas y al aumento de la oferta con la apertura de las seis piscinas de verano. Carlos S¨¢nchez, ingeniero t¨¦cnico de la Fundaci¨®n Deportiva Municipal, explica que se aprovechan el verano para realizar obras en las instalaciones, "que no se pueden llevar a cabo durante la temporada de invierno, como algunas labores de limpieza, ampliaci¨®n de vestuarios, aclimataci¨®n del agua o conservaci¨®n de maquinaria". Por ejemplo, en la de El Carme est¨¢n mejorando la fontaner¨ªa. Como contrapartida, la concejal socialista Mercedes Caballero aseguraba esta semana que "el Ayuntamiento repite los errores de otros a?os y obliga a los vecinos a sufrir aglomeraci¨®n en las instalaciones que quedan abiertas".

Los vecinos de Abastos, Ayora y Torrefiel son los ¨²nicos afortunados que pueden disfrutar de la piscina cubierta durante este mes

La falta de servicios en la temporada de verano no es exclusiva de las piscinas cubiertas. De las 33 bibliotecas municipales, 11 estar¨¢n abiertas, pero limitadas al horario de ma?ana. Es el caso de la Biblioteca Central Municipal, Llu¨ªs Sullana, Mart¨ª i Gadea, Carola Reig, Marina Moliner, Mar¨ªa Beneyto, Gregori Mayans, Joan de Timoneda, Palau de L'Exposici¨® e Isabel de Villena. Las 22 restantes cierran en agosto y comienzan su actividad a principios de septiembre.

A pesar de esta reducci¨®n de recursos, la ciudad no se queda vac¨ªa en agosto y cada uno tiene sus demandas. "El cierre de muchas notar¨ªas nos retrasa las gestiones", exclama un empleado de banca. "Lo m¨¢s molesto es el cierre del horno y de otros comercios de barrio. Est¨¢s obligada a recurrir a los supermercados y centros comerciales, que no fallan", lamenta una madre acompa?ada por sus dos hijas menores. "Hacen falta m¨¢s cafeter¨ªas para los que continuamos trabajando", aseguraba ayer una administrativa.

Para los bares y restaurantes de la capital, las costumbres est¨¢n cambiando. Vicente Pizcueta, portavoz de la Federaci¨®n de Empresarios Hosteleros, explica que la tendencia actual es que bares, restaurantes, locales de ocio nocturno y, por supuesto, hoteles abran en la temporada de verano y que el desequilibrio en relaci¨®n con las zonas de costa no sea radical. "Hace cinco a?os, un 80% de los establecimientos cerraban en verano, ahora es un 50%, sobre todo por el turismo", apunta. Recuerda que, actualmente, los hosteleros ya no cierran todos los meses de verano. Aun as¨ª, el n¨²mero de locales cerrados todav¨ªa es bastante alto, lo que se aprecia en zonas de ocio como Juan Llorens, C¨¢novas o la Plaza del Cedro. "El Carme y algunas discotecas del puerto son los pocos lugares que mantienen su actividad", afirma. Mientras, los pueblos de playa hacen su agosto.