"Dejo el monte lisito como una tabla"
Los testimonios de los detenidos en Galicia en 2006 revelan graves desequilibrios mentales
El primer aniversario del incendio m¨¢s letal que se recuerda en Galicia lo sobrelleva Seraf¨ªn Pardi?as en la prisi¨®n pontevedresa de A Lama. Este hombre solitario, de 54 a?os y con graves problemas de alcoholismo, es el ¨²nico de los 194 detenidos durante la oleada de fuegos de agosto de 2006 que permanece encarcelado.
El atestado policial relata c¨®mo Pardi?as prendi¨® con su mechero el margen derecho de la angosta carretera de San Estevo de Pedre en Cerdedo (Pontevedra), muy cerca de la chabola en la que malviv¨ªa. El viento que sopl¨® aquel 4 de agosto a 44 kil¨®metros por hora, la temperatura por encima de los 30 grados y la humedad (del 40%) hicieron el resto. Cuando Pardi?as se enter¨® por la tele de que sus llamas hab¨ªan provocado la muerte de dos mujeres que hab¨ªan sufrido un accidente en una carretera secundaria de Cerdedo, decidi¨® se?alar como culpable a uno de los pocos vecinos que le dirig¨ªan la palabra.
Un detenido en Ourense prometi¨® no quemar si le dejaban ver el fuego desde un helic¨®ptero
D¨ªas m¨¢s tarde confes¨® a un redactor de este peri¨®dico que su acusaci¨®n era falsa y cuando volvi¨® a recibir la visita de los agentes del Seprona se declar¨® culpable. El pueblo, que siempre hab¨ªa callado, habl¨® largo y tendido. Un testigo lo hab¨ªa visto a?os atr¨¢s arrojando papeles quemados al monte y otra vecina record¨® una de las frases preferidas de Pardi?as: "Con el mechero dejo el monte lisito como una tabla". Esos y otros muchos testimonios sirvieron para imputarle 93 incendios adem¨¢s del de Cerdedo. Como el resto de los sospechosos se encuentra a la espera de juicio.
En los ficheros de los cuerpos de seguridad que investigan los incendios abundan este tipo de perfiles. En 14 de los detenidos se han detectado desequilibrios mentales, en 10 adicci¨®n al alcohol y en otros 15 una mezcla de los dos problemas.
Manuel G. cont¨® a la pareja de la Guardia Civil de Negreira (A Coru?a) que acudi¨® primero a socorrerlo y despu¨¦s a detenerlo como presunto autor de un incendio forestal que arras¨® varias decenas de hect¨¢reas en A Ba?a, que le gustar¨ªa mucho trabajar en los servicios de extinci¨®n. El expediente de su caso lo zanj¨® el Seprona con un diagn¨®stico lapidario: "Existe la posibilidad de que el autor de los hechos act¨²e para ver c¨®mo se organizan las cuadrillas".
Por las mismas fechas, a mediados de agosto, un agente del grupo contra el crimen organizado de la polic¨ªa de Vigo ech¨® a correr tras una sombra que vio salir de entre la maleza que rodea a la Autopista AP-9 en las inmediaciones de esa ciudad. Una vez identificado y despu¨¦s de reconocer que no fumaba, el sospechoso explic¨® que portaba un mechero para soldar cobre en un taller del que no recordaba ni la direcci¨®n ni el nombre. Cuando el polic¨ªa le pregunt¨® el motivo de su huida, respondi¨® que perd¨ªa el autob¨²s para llegar al trabajo. Durante el verano de 2005, un joven de O Barco de Valdeorras sospechoso de provocar m¨¢s de 50 fuegos se comprometi¨® a no hacerlo nunca m¨¢s si alguien le dejaba subirse a un helic¨®ptero para ver los incendios desde arriba.
Los historiales de los detenidos al otro lado de la frontera contienen historias igualmente surrealistas. En una de las reuniones de coordinaci¨®n entre las polic¨ªas espa?ola y portuguesa, un agente record¨® que el incendio m¨¢s grave que se recuerda en el centro de Portugal tuvo lugar en Coimbra y fue provocado por un empresario que admiti¨® haber quemado su finca para que su ex mujer sintiese pena y volviera con ¨¦l.
La fiscal¨ªa portuguesa cree que el 95% de los fuegos los causan personas perturbadas. La espa?ola sigue investigando y este a?o, por primera vez, realizar¨¢ entrevistas psicol¨®gicas a los detenidos. En lo que va de a?o en Galicia ya son 121.
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