Vecinos de caravana
El c¨¢mping se convierte en la segunda residencia para muchas familias
Alejandro tiene cinco a?os, pero ya no necesita las dos ruedas de atr¨¢s para ir en bicicleta. Le ense?¨® Salva, su vecino, explica. Salva no vive en su bloque. Ni siquiera en su calle. Es su vecino de c¨¢mping. Ocupa la parcela contigua a la de los padres de Alejandro, Juan Carlos Romero, de 36 a?os, y Mar¨ªa del Carmen Vintr¨®, de 37. Los dos pasan sus vacaciones, desde hace seis a?os, en el c¨¢mping Cala del Aceite, en Conil (C¨¢diz).
"Antes s¨®lo ¨ªbamos con la tienda de campa?a, pero un amigo nos coment¨® que se vend¨ªa una caravana, y decidimos instalarla aqu¨ª", comenta Romero. Desde entonces alquilan la parcela de abril a septiembre. Cada fin de semana y cada puente hacen la mochila y viajan desde Sevilla para regresar el domingo por la noche. En verano tienen menos movimiento: su caravana es su casa de vacaciones.
Juan Carlos Romero cree que se benefician los ni?os, Alejandro y Carlos, de 9 a?os., pero Mar¨ªa del Carmen Vintr¨® opina que salen ganando los adultos: "Aqu¨ª te relajas mucho m¨¢s que en casa. Te quitas de ni?os durante todo el d¨ªa, ni te tienes que ocupar, s¨®lo para la comida y la cena". A Carlos le encanta la piscina. A Alejandro, la playa, situada a pocos metros. Ambos tienen una buena pandilla de amigos, criados tambi¨¦n en la Cala del Aceite. La ¨²nica pega que encuentra el mayor es la cama, "m¨¢s chica que la de Sevilla". Con todo, la familia vive con relativas comodidades. Adem¨¢s de la caravana, cuentan con una caseta para guardar alimentos y un velador para dar sombra. A un lado, en la tele, se ve el Tour de Francia.
"Son s¨®lo algunas cosas, para que sean m¨¢s c¨®modas las comidas", explica Romero. Lo cierto es que en la parcela pasan poco tiempo. "Por la ma?ana dejamos la comida medio preparada y nos vamos a la playa. Vuelves, comes, te duermes la siesta, y por la noche te das un paseo por el pueblo".
Al contrario que en otros campamentos, en Cala del Aceite, que tambi¨¦n tiene una zona nudista, no se oye m¨²sica de coches ni televisores a todo volumen. El ruido est¨¢ prohibido. Hace unos a?os, se habilit¨® una zona silenciosa en unas parcelas acotadas en las que estaba prohibida la m¨²sica o la tele. Ahora se ha generalizado. "Queremos mantener el esp¨ªritu de c¨¢mping, el del contacto con la naturaleza", aclara Abel Alami, encargado desde hace 16 a?os.
180 lugares
En Andaluc¨ªa existen 180 c¨¢mpings registrados. La mayor¨ªa se sit¨²a en la costa. En C¨¢diz se concentran 39. Le siguen M¨¢laga, con 32; Granada, con 28, y Almer¨ªa, con 25. Con menos de 20 lugares de acampada est¨¢n Huelva (17), Ja¨¦n (16), Sevilla (12) y C¨®rdoba (11). La temporada alta de ocupaci¨®n se sit¨²a entre julio y agosto. El verano pasado, en estos meses, acogieron a unos 490.000 viajeros. Es la ¨¦poca del turismo nacional, aunque tambi¨¦n abundan italianos, franceses y alemanes. Semanas antes, cuando a¨²n corre la temporada baja, es el turno de escandinavos, suizos, y holandeses.
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