Jean-Marie Lustiger, cardenal
Fue arzobispo de Par¨ªs durante 24 a?os
El cardenal, arzobispo de Par¨ªs y acad¨¦mico Jean-Marie Lustiger, falleci¨® en Par¨ªs el domingo 5 de agosto a consecuencia de un c¨¢ncer de pulm¨®n y de huesos. Nacido en Par¨ªs el 12 de septiembre de 1926, sus padres, comerciantes, le eligieron como nombre Aaron, en homenaje al abuelo polaco, rabino, que hab¨ªa llegado a Francia poco antes de que estallase la I Guerra Mundial. Aaron fue educado de manera estricta pero laica. La familia respetaba las tradiciones jud¨ªas pero los padres no se consideraban creyentes.
La ocupaci¨®n alemana oblig¨® a la familia a ocultarse en otra ciudad, en Orleans. La madre sigui¨® ocup¨¢ndose de la mercer¨ªa que ten¨ªan en Par¨ªs y, durante una de sus estancias en la capital, fue denunciada por un vecino. Para ella eso signific¨® la muerte en Auschwitz.
En1949, el peque?o Aaron, decidi¨® cambiar de religi¨®n. Se convirti¨® al cristianismo y cambi¨® de nombre. A partir de ahora ser¨¢ Jean-Marie Lustiger. "Soy cat¨®lico pero tambi¨¦n sigo siendo jud¨ªo" dir¨¢ a?os m¨¢s tarde.
Sacerdote desde 1954, Jean-Marie Lustiger fue enviado a La Sorbona y trabaj¨® en la Universidad hasta mayo de 1968. "La Iglesia no tiene nada que hacer en esa feria", sentenci¨®.
Como p¨¢rroco de uno de los barrios elegantes de Par¨ªs entr¨® en contacto con personas que ser¨¢n importantes para su futuro. En 1979 fue nombrado obispo de Orleans y en 1981 Juan-Pablo II le envi¨® de nuevo a Par¨ªs, entonces como arzobispo. El llamado papa Wojtyla confiaba en Lustiger y se descubrieron puntos comunes: origen polaco, capacidad de comunicaci¨®n, intransigencia dialogante.
En 1983 fue escogido como uno de los suyos por el colegio cardenalicio y un a?o despu¨¦s dirig¨ªa la protesta multitudinaria contra un proyecto de ley que quer¨ªa restringir las ayudas p¨²blicas a las escuelas confesionales. Fue una victoria para ¨¦l pues el ministro Savary dimiti¨®, la ley no se promulg¨® y el presidente Mitterrand descubri¨® al mismo tiempo la tozudez y fuerza de convicci¨®n del cardenal. En 1996 fue ¨¦l quien dir¨¢ la misa en Notre Dame en honor del presidente socialista fallecido, con quien le hab¨ªa ligado una buena amistad.
En 1996 y 1997 organiz¨® las dos visitas triunfales de Juan Pablo II a Francia, la segunda de las cuales reuni¨® a un mill¨®n de j¨®venes en el c¨¦sped de un hip¨®dromo vecino a la capital. Y ¨¦l fue tambi¨¦n el inspirador y consejero del viaje papal a Jerusal¨¦n en el a?o 2000; el principal responsable de que los obispos franceses reconociesen por fin -en 1997- su ceguera o complicidad durante la persecuci¨®n jud¨ªa en la Francia de P¨¦tain, y elemento fundamental en la resoluci¨®n del embrollo creado por unas monjas carmelitas polacas instaladas junto a Auschwitz, el campo de exterminio en el que fue asesinada la madre de Lustiger y que ¨¦l visit¨® discretamente por primera vez en 1983.
En 1995 fue elegido miembro de la Academia Francesa. All¨ª se ocupaba de la actualizaci¨®n de todos los t¨¦rminos relacionados con la espiritualidad. Hace poco m¨¢s de cuatro meses Lustiger acudi¨® por ¨²ltima vez a la reuni¨®n semanal de acad¨¦micos y se despidi¨® de ellos, uno por uno, comunic¨¢ndoles que no pod¨ªa seguir el trabajo del diccionario porque una enfermedad mortal -un c¨¢ncer de huesos y pulm¨®n- se lo impedir¨ªa debido al tratamiento que exig¨ªa el alivio del dolor.
Jean-Marie Lustiger falleci¨® el pasado domingo 5 de agosto en la residencia hospitalaria parisiense en la que resid¨ªa desde el 27 de abril pasado. Su legado en Francia y m¨¢s all¨¢ de las fronteras nacionales es el de un catolicismo desacomplejado, moderno en sus formas -grandes concentraciones, canal de televisi¨®n confesional, etc¨¦tera- pero que no hac¨ªa concesiones en las cuestiones de fondo.
Jean-Marie Lustiger escribi¨® contra Marx, Freud o Nietszche por haber puesto en duda la validez de la fe como medio de acceso a la verdad y porque su racionalismo ha desembocado precisamente en el genocidio jud¨ªo.
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