Contador, sin equipo para 2008

La noticia de que el Rabobank retiraba a Michael Rasmussen del Tour llevando el maillot amarillo fue una pu?alada por la espalda para Johan Bruyneel pese a que, de hecho, significaba que su pupilo Alberto Contador se convertir¨ªa probablemente en el ganador de la grande boucle cuatro d¨ªas despu¨¦s. El t¨¦cnico belga, que llev¨® tambi¨¦n a Lance Armstrong durante sus siete Tours triunfantes, ya intu¨ªa entonces que pesar¨ªa m¨¢s en el ¨¢mbito empresarial la publicidad negativa de un esc¨¢ndalo m¨¢s que la positiva de un ganador fresco y joven. Dos semanas despu¨¦s, la intuici¨®n se convirti¨® en triste realidad.

"Estoy harto del ambiente envenenado de un deporte que no sabe ad¨®nde va", dice el belga

El ¨¦xito, a veces, no es m¨¢s que un anuncio de la desgracia, una afirmaci¨®n de la que Contador podr¨ªa dar fe. Apenas diez d¨ªas despu¨¦s de convertirse en el mejor ciclista del mundo al ganar el Tour, la carrera m¨¢s importante, al madrile?o de Pinto, de 24 a?os, le falta tiempo para encontrar soluci¨®n a los problemas. Ayer, mientras, en la sede del Consejo Superior de Deportes (CSD) y con el apoyo pleno del secretario de Estado, Jaime Lissavetzky, proclamaba una vez m¨¢s su inocencia ante las acusaciones de dopaje, en Suiza, su representante, el ex corredor Tony Rominger, prosegu¨ªa con su bater¨ªa de llamadas para encontrarle un equipo a partir de 2008.

La raz¨®n: Bruyneel, m¨¢nager y propietario, con Armstrong y Bill Stapleton, de la sociedad Tailwind, que gestiona el conjunto Discovery Channel (14 millones de euros), acababa de hacer p¨²blico que tira la toalla; que, harto del ambiente del ciclismo actual, asfixiado por el aire irrespirable en que se desarrolla su deporte, deja de buscar sustituto para Discovery, el patrocinador, que, cubierto su ciclo, deja de financiar al grupo.

De golpe y porrazo, todos los ciclistas, incluido Contador, quedan en libertad. "Todos cumplen su contrato en diciembre, pero la mayor¨ªa contaba con una cl¨¢usula de pr¨®rroga por si hall¨¢bamos otro patrocinador", explica Bruyneel; "pero no hay futuro. Y ya estoy cansado de luchar contra todo". Sesenta personas se quedar¨¢n en el paro. En once a?os, Tailwind, primero como US Postal y luego como Discovery Channel, ha ganado ocho Tours, siete con Armstrong y uno con Contador.

Pocos d¨ªas despu¨¦s de terminar el Tour, Bruyneel y Armstrong ten¨ªan casi cerradas las negociaciones con Oracle, una gran multinacional de la inform¨¢tica, pero a ¨²ltima hora todo se fue al traste. "No tanto por lo de que las noticias de dopaje espantan a los patrocinadores, pues los n¨²meros les sal¨ªan y ve¨ªan con buenos ojos las repercusiones publicitarias, la presencia televisiva de la marca, todo", comenta Bruyneel, "sino por la absoluta indefinici¨®n del marco legal y jur¨ªdico en el que se mueve el ciclismo con organizadores, como los del Tour, estableciendo su propia ley y federaciones, como la UCI, sin poder imponer sus normas y dejando que la sospecha se convierta en la gu¨ªa de actuaci¨®n".

El ¨²ltimo ejemplo: el veto extempor¨¢neo de la Cl¨¢sica de Hamburgo a Contador, que ni siquiera ten¨ªa previsto participar en esa prueba. La UCI, sin embargo, no desautoriz¨® a sus organizadores y la noticia, con todas sus connotaciones negativas para el espa?ol, se public¨® en todo el mundo. Alg¨²n otro director se puso en contacto con Bruyneel para intentar movilizar a los compa?eros y organizar un boicoteo a esa competici¨®n, pero el belga le disuadi¨®. "Estoy ya harto del ambiente envenenado del ciclismo", le dijo; "de un deporte que busca la autodestrucci¨®n y que no sabe ad¨®nde va. Adem¨¢s, la victoria de Contador ha colmado mis ambiciones. Me retiro".

En los pr¨®ximos meses, Bruyneel publicar¨¢ un libro dirigido a directivos de empresa sobre la gesti¨®n del ¨¦xito y la motivaci¨®n -"tendr¨¦ que a?adir un cap¨ªtulo sobre el Tour de 2007, pues estaba basado en mi colaboraci¨®n con Armstrong"- y pondr¨¢ en marcha una academia de ciclismo en Albuquerque (Nuevo M¨¦xico).

A su vez, Contador debe encontrar equipo, una tarea que no parece tan sencilla como deber¨ªa serlo. Por un lado est¨¢ su ficha: tres millones de euros anuales, una cifra que parece demasiado elevada para el estado actual del ciclismo y que ni lleg¨® a tocar Armstrong en sus mejores a?os. Por otro, la lista de conjuntos que podr¨ªan darse el lujo de ficharlo no es tan grande. En Espa?a s¨®lo hay uno. Es el Caisse d'?pargne, el de Alejandro Valverde. Hace un a?o, Contador y Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri, su director, ya negociaron. Entonces, el de Pinto se expres¨® con claridad: "Mis ambiciones y posibilidades chocan con las de Valverde. No creo que estuvi¨¦ramos a gusto juntos".