Ola de expropiaciones en la costa

Una ola de expropiaciones golpear¨¢ en los pr¨®ximos a?os la costa gallega. La Conseller¨ªa de Pesca adquirir¨¢ por esta v¨ªa m¨¢s de tres millones de metros cuadrados de terrenos en el litoral del pa¨ªs para construir en ellos piscifactor¨ªas. El departamento de Carmen Gallego ha elegido ya 26 parcelas junto al mar en las que, a su juicio, la actividad de estas industrias no da?ar¨¢ parajes de valor ecol¨®gico que no hayan sido ya alterados con el benepl¨¢cito de los gobiernos del PP.

La Xunta obligar¨¢ a las plantas a superar un estudio de impacto paisaj¨ªstico. El sector cree que este nuevo requisito no ser¨¢ insalvable

La mitad de las 26 granjas propuestas por Pesca est¨¢n cerca de ¨¢reas protegidas por la Red Natura. Algunas invadir¨¢n estas zonas con sus tuber¨ªas

Los ecologistas, por contra, sostienen que las granjas marinas propuestas en el nuevo plan de Pesca afectar¨¢n a una decena de zonas protegidas y contaminar¨¢n el mar con "residuos org¨¢nicos, antibi¨®ticos y productos qu¨ªmicos". Los representantes del sector acu¨ªcola defienden la limpieza de su actividad: "Devolvemos el agua al mar pr¨¢cticamente igual a como la cogemos".

Sin borrar su estela de pol¨¦micas ecol¨®gicas y vecinales, el negocio de las piscifactor¨ªas estrena en Galicia una nueva ¨¦poca. Seg¨²n el Plan de Acuicultura redactado por Pesca, las granjas marinas que se levanten a partir de ahora lo har¨¢n en una parcela que les alquilar¨¢ la Xunta tras expropi¨¢rsela a los vecinos. Estas instalaciones deber¨¢n someterse a un estudio de impacto paisaj¨ªstico, un nuevo tr¨¢mite establecido en la Lei de Protecci¨®n da Paisaxe de Galicia que aprobar¨¢ este a?o el Parlamento.

"Nos lo est¨¢n poniendo muy dif¨ªcil", se queja Fernando Otero, portavoz de la Asociaci¨®n de Productores de Rodaballo. La elecci¨®n de emplazamientos de Pesca no significa que esos proyectos se vayan a ejecutar. Cada uno de ellos deber¨¢n superar una tramitaci¨®n urban¨ªstica y medioambiental que, probablemente, deje alguna de estas piscifactor¨ªas en el camino. Otero descarta, sin embargo, que los nuevos estudios de impacto paisaj¨ªstico vayan a ser un obst¨¢culo insalvable. "El impacto paisaj¨ªstico ya est¨¢ muy controlado en las plantas gallegas, porque se estudia espec¨ªficamente la forma de mimetizar las granjas con el entorno", sostiene. Los tanques, a?ade, son verdes para integrarse mejor en el entorno natural.

Y es que el impacto de las piscifactor¨ªas en la naturaleza ha provocado en Galicia turbulencias pol¨ªticas y econ¨®micas. Tras paralizar en 2005 un proyecto del anterior Gobierno para que Pescanova levantase una gran planta en cabo Touri?¨¢n, el bipartito prometi¨® que, a diferencia del PP, no autorizar¨ªa ninguna instalaci¨®n en parajes protegidos por la Red Natura. Meses despu¨¦s, la Xunta matiz¨® que s¨®lo permitir¨ªa la invasi¨®n de espacios preservados en ampliaciones de plantas ya ubicadas en Red Natura.

De esta manera, de los 26 emplazamientos propuestos en el Plan de Acuicultura hecho p¨²blico por Pesca, cuatro ocupan parcelas incluidas en la Red Natura: Ard¨ªa (O Grove), Bico da Ran (Cambados), Lira (Carnota) y Meir¨¢s (Valdovi?o). El propio plan advierte de la cercan¨ªa a espacios protegidos de otras nueve plantas: Punta Moreiras (O Grove), Couso-Agui?o (Ribeira), Sera (Porto do Son), Laxe Brava (Ribeira), Merexo (Mux¨ªa), Camelle (Camari?as), Xandri?a (Camari?as-Vimianzo), Seiruga (Malpica) y Mor¨¢s (Xove).

Algunas de estas granjas pr¨®ximas a parajes de gran valor est¨¢n separadas del mar s¨®lo por terrenos incluidos en la Red Natura o con h¨¢bitats prioritarios. Las empresas del sector reconocen que en ese caso ser¨¢ inevitable invadir estas parcelas protegidas, ya que es preciso instalar en ellas un foso de bombas para llevar el agua hasta la planta. Esta instalaci¨®n, alega Fernando Otero, se ubica bajo tierra.

Seg¨²n el portavoz de la Asociaci¨®n de Productores de Rodaballo, el agua en esas zonas se devolver¨¢ al mar casi tan limpia como se recogi¨®. "No hay un s¨®lo sector en la industria alimentaria que tenga unos l¨ªmites de emisi¨®n de vertido menores que los de la acuicultura marina", se?ala, "y Augas de Galicia nunca ha puesto una sanci¨®n a una piscifactor¨ªa por rebasar los l¨ªmites". Otero admite que en Galicia funcionan granjas marinas que a¨²n no tienen autorizaci¨®n de vertido, pero lo achaca a problemas t¨¦cnicos y subraya que Augas de Galicia realiza en todos los casos inspecciones peri¨®dicas.

La asociaci¨®n ecologista Adega sostiene, sin embargo, que el l¨ªquido que vierten las piscifactor¨ªas al mar supera los l¨ªmites legales en varias sustancias. La agrupaci¨®n cita unos an¨¢lisis efectuados por las universidades de A Coru?a y Santiago al agua recogida en las tuber¨ªas de la planta de Quilmas (Carnota). "Los fosfatos en los vertidos superan en 10 veces los l¨ªmites legales, los compuestos nitrogenados en 27 veces, la cantidad de de materia org¨¢nica total rebasa en 69 veces los valores m¨¢ximos, y el consumo de ox¨ªgeno y la tasa de s¨®lidos en suspensi¨®n multiplican por 138 la m¨¢xima permitida", sostienen desde Adega.

Los ecologistas piden que las piscifactor¨ªas se alejen de la costa, una medida que las empresas rechazan. "La rentabilidad es mayor cuanto m¨¢s pr¨®xima est¨¦ la planta al mar", explican los productores de rodaballo, que reconocen que la acuicultura en Galicia es un negocio boyante. Nadie en el sector se ha molestado en calcular a qu¨¦ distancia m¨¢xima tendr¨ªan que estar las granjas marinas para dejar de ser rentables.