EE UU intenta seducir con el rock
El Departamento de Estado contrata a un grupo opuesto a la guerra de Irak para mejorar su imagen en pa¨ªses isl¨¢micos
Estados Unidos tiene muchas razones para querer lavar su imagen en el extranjero. Las invasiones de Afganist¨¢n e Irak, las torturas de Abu Ghraib, el agujero negro de Guant¨¢namo... Seg¨²n una encuesta del Centro de Investigaciones Pew, desde el 11-S el virus del anti-americanismo se ha extendido como la p¨®lvora y en pa¨ªses como Alemania, donde el 78% ten¨ªa una opini¨®n favorable de EE UU en 2000, ahora s¨®lo un 38% mira con buenos ojos a este pa¨ªs. Las cifras son mucho m¨¢s extremas en pa¨ªses con poblaci¨®n musulmana, como Jordania, donde el 85% de los encuestados se declaraba antiamericano en 2006.
El Departamento de Estado, consciente de la mala prensa que tiene su pa¨ªs, ha emprendido una campa?a propagand¨ªstica al estilo de las lanzadas durante la guerra fr¨ªa, que incluye pasear por el mundo a grupos musicales capaces de dar una imagen de EE UU diferente a la de los soldados en Irak. Se ha atrevido a contratar a la banda de rock de Los ?ngeles Ozomatli, nacida hace 12 a?os en una manifestaci¨®n por los derechos de los inmigrantes, abiertamente opuesta a la guerra de Irak y absolutamente cr¨ªtica con las pol¨ªticas de la Administraci¨®n de Bush.
"Estoy dispuesto a dar una visi¨®n diferente de mi pa¨ªs", asegura el saxofonista del grupo
Pero tan sorprendente es que se escogiera a este grupo como que la banda aceptara. "Nuestro lugar en el mundo se ha deteriorado. Y yo estoy totalmente dispuesto a dar una imagen de EE UU diferente a la que nuestro pa¨ªs ha dado en los ¨²ltimos cinco a?os", asegura en el diario Los Angeles Times Ulises Bella, el saxofonista del grupo, durante un concierto en El Cairo.
La banda acaba de regresar de una gira por Egipto, Jordania y Turqu¨ªa organizada por la Administraci¨®n estadounidense en la que no han dejado de decir en sus apariciones sobre el escenario que se oponen a las pol¨ªticas del presidente George Bush. "Les hemos dicho que la banda toca en muchos conciertos contra la guerra y a la gente le parece bien, pero en realidad una vez que salen al escenario lo importante es la m¨²sica, no la pol¨ªtica", afirma su representante, Amy Blackman-Romero.
El grupo, en el que hay influencias ¨¢rabes y orientales, no tard¨® demasiado en decidirse a aceptar la propuesta del Gobierno, ya que significaba poder viajar gratis a pa¨ªses que les interesaban musicalmente. El Departamento de Estado les escogi¨® despu¨¦s de que un diplom¨¢tico escuchara hablar de ellos en la radio y les invitara a tocar en Nepal y en India el pasado invierno. "Estas cosas cuestan dinero, pero no es nada comparado con el coste de no tener el apoyo que sol¨ªamos tener en el pasado cuando la gente cre¨ªa conocernos y sab¨ªa lo que defend¨ªamos", dijo el embajador en Egipto, Francis Ricciardone. Tras este tipo de iniciativas est¨¢ Karen Hughes, asesora de Bush durante los primeros a?os de su mandato y, desde 2005, subsecretaria de Estado para Diplomacia P¨²blica y Asuntos P¨²blicos.
Desde entonces apenas se ha sabido nada de ella, aunque en los ¨²ltimos meses han empezado a aparecer en la prensa art¨ªculos firmados por diplom¨¢ticos y analistas cercanos a la Administraci¨®n de Bush que hablan de sus logros, entre los que se incluir¨ªa el haber aumentado los intercambios culturales con el extranjero (pese a que las universidades se quejen de tener menos alumnos extranjeros que nunca en la historia por el endurecimiento de los visados) o el ¨¦xito de conciertos como el de Ozomatli.
Claro que habr¨ªa tambi¨¦n que definir el concepto de ¨¦xito: en Egipto la audiencia de Ozomatli no super¨® el millar de personas, una cifra irrisoria si lo que se quiere es conquistar la simpat¨ªa de los 1.600 millones de musulmanes que hay en el mundo.
"Las acciones de Estados Unidos le dicen mucho m¨¢s a la poblaci¨®n del mundo que cualquier programa de diplomacia p¨²blica impulsado por Karen Hughes", concluye John Brown, un ex diplom¨¢tico estadounidense que escribe en el Huffington Post.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.