Un toro con mala suerte
Bolillero se llamaba y pes¨® 515 kilos. Sali¨® de chiqueros escopetado y acudi¨® raudo y repetidor al capote. Lo cuidaron con mimo en el caballo porque sus fuerzas eran justas, pero se mostr¨® alegre y largo en banderillas. En el tercio final demostr¨® que a su nobleza hab¨ªa que a?adir la casta y una total entrega en su embestida. Aguant¨® una faena larga y, al final, harto de un vulgar trasteo, se aburri¨®. Adem¨¢s, lo mataron mal y se fue al desolladero con las orejas. Fue un buen toro, noble y encastado; un gran colaborador para el triunfo; un caramelo para cualquier torero.
Pues, h¨¦te aqu¨ª que Bolillero tuvo muy mala suerte: le toc¨® como matador David Fandila El Fandi, un se?or vestido de luces que desaprovech¨® todas las cualidades de su oponente. Lo recibi¨® con dos largas cambiadas de rodillas en el tercio y se luci¨® con un ajustado galleo por chicuelinas. Y ah¨ª se acab¨® la historia. A pesar de la legi¨®n de ruidosos partidarios que lo jaleaban, el tercio de banderillas fue tan espectacular como vulgar. Con la muleta en la mano, la labor de El Fandi fue todo un rosario de defectos indigerible: acelerada, movida, desordenada y descompuesta. Un desastre sin paliativos que no merec¨ªa tan buen animal. Mat¨® mal y volaron los trofeos que su p¨²blico estaba dispuesto a exigir. Menos mal, porque hubiera sido un insulto a la inteligencia. ?Honor y gloria a Bolillero!?Qu¨¦ pena de toro desaprovechado...!
El Capea / Rivera, El Fandi, Cordob¨¦s Hijo
Toros El Capea, bien presentados, blandos y muy nobles. Encastado el segundo. Rivera Ord¨®?ez: pinchazo, media atravesada y un descabello (silencio); bajonazo (oreja). El Fandi: pinchazo, dos descabellos -aviso- (ovaci¨®n); bajonazo (oreja). Cordob¨¦s hijo: bajonazo (ovaci¨®n); estocada trasera y descabello -aviso- (ovaci¨®n). Plaza de la Malagueta. 12 de agosto. Quinta corrida de feria. Lleno.
Pero no fue el ¨²nico. La corrida completa, muy corta de fuerzas, derroch¨® nobleza, y ninguno de los tres toreros estuvo a la altura de las circunstancias. Inconcebible, pero real.
Rivera, por ejemplo, que da toda la impresi¨®n de estar de retirada, se mostr¨® triste, desganado y sin alma ante su primero, al que dio muchos pases y ninguno bueno. Su labor result¨® premiosa y aburrida de principio a fin. El presidente mantuvo en el ruedo al m¨¢s inv¨¢lido, el cuarto, al que Rivera banderille¨® voluntarioso y tore¨® m¨¢s confiado. Le dieron una oreja tras un bajonazo que pone en serio entredicho el prestigio de esta plaza.
Y cerraba el cartel Cordob¨¦s hijo, que no es Manuel D¨ªaz El Cordob¨¦s, sino el hijo reconocido de Manuel Ben¨ªtez. ?Vaya l¨ªo! Para no ser menos que sus mayores, desaprovech¨® tambi¨¦n su lote con un toreo basado en medios pases y en el moderno ventajismo, impropio de quien pretende ser figura. El chaval debe hacer examen de conciencia porque no dijo nada de nada.
Queda un toro, el segundo de El Fandi. ?Qu¨¦ c¨®mo fue? Pues para bordar el toreo, nobil¨ªsimo y repetidor; un aut¨¦ntico bomb¨®n de chocolate. ?C¨®mo estuvo el torero? Si estuvo tan mal en su primero, c¨®mo quieren que estuviera en ¨¦ste: repiti¨® los mismos errores, -volvi¨® a banderillear a toro pasado-, a pesar del desbordado entusiasmo que se produjo en la plaza. Gran parte del p¨²blico, s¨®lo bullanguero y ruidoso, pidi¨® las dos orejas y le oblig¨® a dar dos vueltas al ruedo. Pero El Fandi estuvo mal sin paliativos. Si se quiere enga?ar, all¨¢ ¨¦l. Y que tampoco se enga?en sus compa?eros...
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.