Tres familias sin chabola

Un incendio arruin¨® ayer las viviendas de tres familias y dej¨® gravemente tocadas las de otras cuatro. Eran chabolas de un asentamiento gitano en la calle de Antonio Cabez¨®n, 61, en el distrito de Fuencarral. Dos personas resultaron intoxicadas leves y otras dos fueron atendidas por una crisis de ansiedad. El fuego calcin¨® 16 hect¨¢reas de pastos, "bastante terreno para ser una zona urbana", dijo un portavoz de Emergencias Madrid. Cuatro dotaciones de bomberos trabajaron para extinguir las llamas. Tardaron dos horas.

"?Mira mi chalet, c¨®mo ha quedado!", lamentaba ir¨®nica Adoraci¨®n Vargas. Delante de ella, las ruinas de su casa. Hierros retorcidos y maderas. Todo negro. Adoraci¨®n viv¨ªa en esa infravivienda con su marido y sus ocho hijos. "Nos hemos quedado con lo puesto", dec¨ªa. Sus ojos estaban enrojecidos. El fuego se inici¨® en un solar de pastos a las cuatro y media de la tarde. Las llamas se extendieron r¨¢pidamente, atravesando un camino de tierra y alcanzando otro solar. All¨ª estaban las chabolas.

Los bomberos llegaron a tiempo para poder salvar parte de ellas, pero las tres chabolas m¨¢s afectadas quedaron totalmente consumidas. Ol¨ªa a chatarra y el terreno humeaba. Un grupo de unas 40 personas, todas gitanas excepto una, colombiana, observaban c¨®mo una excavadora retiraba los escombros. Hab¨ªa tambi¨¦n ni?os. Varios correteaban descalzos por el poblado. Entre las ruinas caminaba Manuela Cort¨¦s, de 23 a?os. Al poco tiempo, se un¨ªa a sus vecinos. "S¨®lo he podido sacar un poco de ropa de invierno", dec¨ªa. En sus manos, tres prendas ennegrecidas. La suerte, reconoc¨ªa, es que no hab¨ªa habido desgracias. "Mis hijos Jon Antonio y Amanda est¨¢n bien, no han tragado humo".

Antonio de los Reyes, de 16 a?os, era uno de los intoxicados. En la boca ten¨ªa una mascarilla unida a un guante de pl¨¢stico para respirar mejor. "Todav¨ªa me duele el pecho", dec¨ªa. "Gracias al Samur, si no no s¨¦ qu¨¦ me hubiera pasado", aseguraba justo delante de uno de los m¨¦dicos, que le sonre¨ªa.

El Samur Social ofreci¨® alojamiento a los afectados. "Lo han rechazado", asegur¨® el portavoz de Emergencias Madrid. Las familias gitanas negaron en un principio que hubiera sido as¨ª, aunque m¨¢s tarde dec¨ªan: "?De qu¨¦ nos sirve que nos den alojamiento un d¨ªa?". La petici¨®n generalizada era que Ayuntamiento y Comunidad les realoje en viviendas dignas. As¨ª lo expresaban Antonio, Humberto, Nicol¨¢s, Jorge...

Benjam¨ªn Garc¨ªa Campo, de 27 a?os, y su mujer, Felisa Vargas, de 21 a?os y embarazada de cuatro meses, se quejaban de que "hace ya mucho tiempo" que hab¨ªan "echado los papeles al Ivima [Instituto de la Vivienda de la Comunidad de Madrid] por j¨®venes y por necesidad, pero nada", dec¨ªa Benjam¨ªn. "Estamos deseando tener una vivienda. Te lo juro que si me dieran una me iba". Felisa se acordaba de la presidenta regional: "A ver si tambi¨¦n viene la Esperanza Aguirre ¨¦sa". Pero all¨ª s¨®lo hab¨ªa bomberos, Polic¨ªa Municipal y el Samur. Los 40 vecinos segu¨ªan observando su trabajo.