Bourne ya lo recuerda todo
Matt Damon concluye la trilog¨ªa del esp¨ªa sin identidad con 'El ultim¨¢tum', un acelerado 'thriller' en el que al fin descubre qui¨¦n es. El actor m¨¢s rentable de Hollywood habla en la costa de C¨¢diz sobre esta aventura. M¨¢s que pura acci¨®n
Matt Damon siente predilecci¨®n por los personajes que no son lo que parecen. O viceversa. En Infiltrados, de Martin Scorsese, fue un topo mafioso en la polic¨ªa del Estado de Massachusetts; a las ¨®rdenes de Robert de Niro, en El buen pastor, el inescrutable agente de la CIA que pone el servicio a la patria por encima de su propia familia. Un personaje tan impenetrable emocionalmente como Jason Bourne, el esp¨ªa que se descubri¨® sin identidad en El caso Bourne (2002), la primera entrega de la serie inspirada en las novelas de Robert Ludlum. En El mito de Bourne (2004), la segunda, el herm¨¦tico agente rompi¨® la nebulosa de la amnesia y tom¨® conciencia de lo que era: una m¨¢quina entrenada para matar y a la que alguien ten¨ªa mucho inter¨¦s en aniquilar. Y en la tercera, El ultim¨¢tum de Bourne, estrenada ayer en Espa?a, desvela el misterio: Bourne form¨® parte de un programa de la CIA que lo convirti¨® en un asesino legal y borr¨® su anterior identidad. El h¨¦roe recupera la plena propiedad de su yo tras un buen reguero de cad¨¢veres, explosiones y persecuciones. Puro cine de acci¨®n. Y algo m¨¢s. El encargado de dirigir las dos ¨²ltimas entregas ha sido Paul Greengrass, maestro de la narraci¨®n en tiempo real, como demostr¨® en Domingo sangriento y United 93.
En persona, Damon (Cambridge, Massachusetts, 1970) despliega la afabilidad de un all American boy. Sencillo, educado, sanote, el actor recibe a varios medios en Sotogrande (C¨¢diz), donde se encuentra de vacaciones con su esposa, Luciana Boz¨¢n, y sus hijas, Alexia e Isabella. Si no fuera por la maquilladora y la peluquera que la productora ha hecho viajar desde Roma y Londres para el encuentro, se dir¨ªa que Damon tampoco aparenta lo que es: una estrella, seg¨²n la revista Forbes la m¨¢s rentable de Hollywood, que por cada d¨®lar que cobra genera unos ingresos de 29 d¨®lares. M¨¢s que Tom Hanks o Tom Cruise. Un honor que, dice, no tiene m¨¢s valor que el de estar en una lista "que te permite hacer las pel¨ªculas que quieres hacer".
Su paso por Espa?a es un alto en la gira de promoci¨®n de El ultim¨¢tum de Bourne, que en Estados Unidos ha sido ya el taquillazo del verano: en su primer fin de semana recaud¨® 70,2 millones de d¨®lares, uno de los mejores estrenos de la historia de Universal Pictures. ?Qu¨¦ hace que el p¨²blico conecte con un antih¨¦roe con trazas de perdedor? "Es la dualidad del personaje que, por una parte, siente el impulso de reaccionar de forma muy violenta, autom¨¢tica, cuando lo empujan a ello, pero al mismo tiempo siente una enorme culpa, remordimiento y compasi¨®n por lo que hace. Es alguien que est¨¢ en guerra consigo mismo, que, en cierta medida, intenta hacer lo correcto. Y la gente se identifica". Aunque Damon tambi¨¦n cree que las pel¨ªculas son hijas de las circunstancias y, al menos en Estados Unidos, el p¨²blico puede haber visto en Bourne una alusi¨®n a la realidad pol¨ªtica de su pa¨ªs: "Durante siete a?os hemos tenido una Administraci¨®n que se ha negado a asumir la responsabilidad de sus propias acciones", afirma el actor, ganador de un Oscar en 1997 por el gui¨®n de El indomable Will Hunting, que escribi¨® junto con su amigo, el actor Ben Affleck. "Es un filme de entretenimiento, pero se asienta en su tiempo: es un filme de palomitas contempor¨¢neo".
Si Bond era el h¨¦roe que usaba sin escr¨²pulos su licencia para matar, que se ligaba a las chicas que se le pon¨ªan a tiro, vest¨ªa esmoquin y conduc¨ªa un Aston Martin por Montecarlo, Bourne es un solitario desprovisto de glamour, que arrastra en su conciencia cada muerte y que pierde el amor de su vida, Marie Kreutz (Franka Potente). En el momento en el que la asesinan "se da cuenta de que ¨¦l ha estado haciendo da?o a otros".
Cr¨ªtica pol¨ªtica
Algunas de las ¨²ltimas pel¨ªculas en las que ha participado Damon, como Syriana, El buen pastor o la propia saga Bourne, muestran la cara m¨¢s fea de la Administraci¨®n estadounidense. "Syriana es una mirada bastante honesta al mundo en que vivimos. Fue una pel¨ªcula exhaustivamente documentada. Bob Barnes, el personaje que interpreta George Clooney, fue asesor durante el rodaje. Es un intento de analizar el mundo en que vivimos. El buen pastor es una ¨¦pica hist¨®rica sobre el nacimiento de los servicios de inteligencia en Am¨¦rica, lo que hicimos bien y lo que hicimos mal. Ofrece un punto de vista muy equilibrado. No es s¨®lo una pol¨¦mica izquierdista que denuncia que el Gobierno lo hace mal todo el rato. No pretende emitir un juicio. Es, m¨¢s bien, un intento de ponernos ante un espejo y mostrar c¨®mo son las cosas. Ese momento de la historia que describe El buen pastor se ha investigado mucho, se ha escrito mucho sobre los hombres que fundaron la CIA. No descubrimos ning¨²n secreto".
En su periplo a la b¨²squeda de s¨ª mismo, Greengrass ha paseado a Bourne en esta ocasi¨®n por Londres, Par¨ªs, Berl¨ªn, T¨¢nger, Madrid y, por ¨²ltimo, Nueva York, sede del centro de entrenamiento en el que Jason Bourne dej¨® de ser ¨¦l mismo. Greengrass y el guionista, Tony Gilroy, han declarado que, con El ultim¨¢tum... terminan las andanzas del atribulado esp¨ªa. Y el actor lo corrobora: "Dudo que haya otra entrega, aunque nunca se puede decir nunca jam¨¢s. Si Paul Greengrass quisiera dirigir otra pel¨ªcula, entonces s¨ª me ver¨ªa haci¨¦ndolo. Pero no simplemente porque me pusieran en la mesa un mont¨®n de dinero. La historia ya se ha acabado en este punto. Bourne sabe qui¨¦n es y sabe lo que ha hecho. Pero si surge un buen gui¨®n y Paul le entusiasma, lo har¨ªa".
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