Una mujer debe ir a por su hija a casa de su marido, que tiene una orden de alejamiento

Noelia Tapias no sabe qu¨¦ hacer. Por un lado, su marido tiene una orden de alejamiento. Por otro, una sentencia del titular del juzgado n¨²mero 1 de Tortosa (Tarragona), Juan Adolfo Mart¨ªn Mart¨ªn, la obliga a ir a buscar a su hija a la casa donde su marido pasa las vacaciones. La mujer, de 29 a?os, denunci¨® a su ex marido, Juan Antonio Fern¨¢ndez, por maltrato. Ahora se encuentra con que tiene que ir a buscar a su hija Roc¨ªo, de 4 a?os, a C¨®rdoba, donde ¨¦sta veranea con su padre y sus abuelos.

Tapias, que reside en l'Ametlla de Mar (Tarragona), confiesa sentirse atemorizada, denuncia la contradicci¨®n entre las dos sentencias y pide protecci¨®n. Seg¨²n dice, sobre su marido pesa una condena firme de seis meses de prisi¨®n y la prohibici¨®n de acercarse a ella a menos de 500 metros. La v¨ªctima ha puesto unas 15 denuncias contra su ex marido. La primera en 2003, apenas un a?o despu¨¦s de casarse, tras sufrir agresiones y amenazas con un cuchillo.

Noelia, que aport¨® al matrimonio una hija, Ariadna, de una relaci¨®n anterior, manifest¨® ayer que la ni?a, que entonces ten¨ªa 4 a?os, fue testigo del primer episodio de malos tratos, lo que la ha dejado fuertemente traumatizada, seg¨²n han certificado an¨¢lisis forenses.

La pareja est¨¢ separada desde 2004. El hombre ha sido condenado de forma repetida, fundamentalmente por quebrantamiento de condena, ya que incumpl¨ªa las ¨®rdenes de alejamiento, y amenazas. En una ocasi¨®n, la mujer denunci¨® que fue a buscarla al trabajo y la amenaz¨® con una pistola.

"No me ayudaron"

Ayer, Noelia recibi¨® una llamada del Instituto Catal¨¢n de la Mujer, que le ofreci¨® ayuda para hacer de intermediario. Sin embargo, la joven dijo tener escasa confianza en la entidad: "Cuando los necesit¨¦ no me ayudaron", dijo. Y concret¨® que el a?o pasado recurri¨® al Instituto porque el mismo juez, Juan Adolfo Mart¨ªn Mart¨ªn, oblig¨® a Ariadna a ir los fines de semana con el agresor pese al miedo que le ten¨ªa. El juez argument¨® que el padrastro ten¨ªa derecho porque a la ni?a le hab¨ªan puesto sus apellidos. Noelia intent¨® evitarlo recurriendo al Instituto, pero, dijo ayer, no le ayudaron.