Los Dembski, primeras v¨ªctimas de Sarkozy
Un ni?o de 12 a?os acaba en el hospital en Francia, perseguido por polic¨ªas que tienen que expulsar a 25.000 extranjeros este a?o
No s¨®lo hay que ser de derechas. Hay que parecerlo. Nicolas Sarkozy comprendi¨® la importancia de esta m¨¢xima, mal asumida por Jacques Chirac. Durante la campa?a presidencial prometi¨® crear un Ministerio de Identidad Nacional, Inmigraci¨®n e Integraci¨®n. Se trataba de dar satisfacci¨®n al electorado del Frente Nacional y, en l¨ªneas generales, a sectores populares que ven con inquietud c¨®mo se estropean los mecanismos de progresi¨®n social bajo la doble presi¨®n desintegradora del paro industrial producido por la globalizaci¨®n y de un multiculturalismo impuesto por el flujo de inmigrantes.
El ministerio establece una relaci¨®n causa-efecto: si la identidad nacional corre peligro es por la inmigraci¨®n, que hay que integrar o expulsar. Por eso, el ministro responsable de esta pol¨¦mica cartera, Brice Hortefeux, ha impuesto a los prefectos de cada departamento unos objetivos claros. A finales de 2007, hay que expulsar a 25.000 extranjeros en situaci¨®n irregular.
Yvan a¨²n no est¨¢ fuera de peligro. Si sobrevive, no est¨¢ claro que pueda recuperar la movilidad
Y no se puede contar, como hace un a?o, con recurrir a los rumanos (6.000 fueron devueltos a Bucarest), porque ahora son comunitarios. Por eso a los agentes no les basta con los controles callejeros por sorpresa. Ahora buscan a los forasteros expulsables en sus guaridas, modestos apartamentos de protecci¨®n social en los que figuran inscritos desde que, c¨¢ndidamente, presentaron su demanda de permiso de residencia. En ese contexto, el 9 de agosto estall¨® el drama de Amiens Norte.
Se trata de un barrio impersonal, moderno y sencillo, fabricado de grandes bloques de pisos y peque?as zonas, llamado popularmente Le Pigeonnier (El palomar). Yvan Dembski vive en ¨¦l desde hace casi tres a?os. Ahora tiene 12 y est¨¢ tendido en una cama del hospital. Los m¨¦dicos no saben a¨²n el alcance de las lesiones provocadas por una ca¨ªda desde 14 metros de altura. Yvan quer¨ªa seguir a su padre, que hu¨ªa de la polic¨ªa descolg¨¢ndose por la pared trasera del edificio, agarrado a una tuber¨ªa. Yvan puso mal un pie y cay¨®. Conmoci¨®n cerebral. Fracturas. Si bien su estado mejora -abri¨® los ojos por primera vez a los tres d¨ªas- a¨²n no est¨¢ fuera de peligro. Si sobrevive, no est¨¢ claro que pueda recuperar la movilidad de todas sus extremidades.
?De qu¨¦ hu¨ªan Yvan y Andrei Dembski? "Frente a la puerta de su casa hab¨ªa 15 agentes. Desde las siete de la ma?ana golpeaban la puerta y exig¨ªan ver a los Dembski", explica el abogado de la familia, Francis Lec. "Si uno de esos polic¨ªas hubiese venido conmigo, al balc¨®n de mi apartamento, el drama no se hubiera producido", dice Claudette Makamute. "Desde mi casa habr¨ªan descubierto la desesperaci¨®n de los Dembski. Les advert¨ª de que Andrei corr¨ªa peligro, que intentaba bajar la fachada trasera gracias a las tuber¨ªas y lo ¨²nico que supieron decirme es que me calmara y callara".
Para Jacques Verg¨¨s, abogado de causas c¨¦lebres que se ha sumado a ¨¦sta, "la responsabilidad del Estado est¨¢ comprometida en el caso". Verg¨¨s ve en la acci¨®n policial una irresponsable voluntad de amedrantamiento. "?Usted cree que hac¨ªa falta mandar 15 agentes, aporrear la puerta y reclamar los servicios de un cerrajero para forzarla? ?Eran los Dembski peligrosos g¨¢nsteres armados hasta los dientes?". Verg¨¨s subraya la mala conciencia de la fiscal¨ªa del Estado cuando en su comunicado "pone tanto empe?o en dejar bien claro que Yvan cay¨® antes de que los polic¨ªas entrasen. ?S¨®lo faltaba eso!".
En 2006, la familia Dembski vio rechazada su demanda de asilo. Presentaron recurso. El tribunal administrativo ten¨ªa previsto dictar su fallo el 6 de septiembre. "Pero la polic¨ªa y la fiscal¨ªa no han querido esperar" dice Didier Cotterelle, de la Red de Educaci¨®n Sin Fronteras (RESF). "La fiscal¨ªa no respeta la separaci¨®n de poderes, ordena actuaciones antes que el tribunal haya estudiado el recurso".
Natalia Aboueva, la madre de Yvan, es hija de una rusa y un checheno. Naci¨® en Grozny hace 29 a?os. All¨ª conoci¨® a Andrei, especialista en instalaciones el¨¦ctricas de alto voltaje. Se casaron mientras el mundo se hund¨ªa y la URSS dejaba de existir. Andrei pasaba a ser ucranio sin saberlo. Su (supuesta) religi¨®n ortodoxa se convert¨ªa en un obst¨¢culo ante la (supuesta) religi¨®n musulmana de Natalia. Su padre, embarcado en la lucha por la independencia de Chechenia, exig¨ªa a Andrei su conversi¨®n al islam. La pareja -que no es rusa, ni chechena, ni ucrania, como el peque?o Yvan, que no consta inscrito en registro alguno porque sus padres se han quedado sin patria- opta por el exilio.
"Piden a los que solicitan vivir en Francia que demuestren su voluntad de integraci¨®n. Pues las notas de Yvan son la mejor prueba de esa voluntad: en Franc¨¦s tiene un 16,5 de nota media, frente al 13,2 del conjunto de la clase. En Matem¨¢ticas un 16,5, frente a otro 13,2. En Ingl¨¦s un 17,7 ante el 15,5. En Historia y Geograf¨ªa un 15,7 ante un 12,2. En todas las materias, incluida la Gimnasia, es mejor alumno que sus compa?eros, muchos de ellos franceses de pura cepa", explica la madrina republicana de Yvan, Catherine Renaud. "Quiero que mi pa¨ªs aplique su bella divisa: libertad, igualdad, fraternidad".
Andrei y Natalia apenas hablan. ?l se maneja mal en franc¨¦s -"ahora trabajo", musita-, mientras que ella se muestra intimidada: "Quer¨ªamos proteger a nuestro hijo y ahora es ¨¦l quien est¨¢ en peligro". Su laconismo, dicen algunos, se debe tambi¨¦n a que sus prestigiosos abogados han negociado para ellos declaraciones en exclusiva en un semanario ilustrado. Pero esa discreci¨®n verbal no impide a Natalia desvelar que la fiscal¨ªa miente cuando dice haber enviado a la polic¨ªa a su casa porque los Dembski no acudieron a una convocatoria en la comisar¨ªa. "Fui sola y me dijeron que volviese al d¨ªa siguiente, acompa?ada de Andrei y mi hijo".
La experiencia reciente demuestra que esas convocatorias dirigidas a toda la familia, cuando se trata de sin papeles, terminan a menudo en una expulsi¨®n a la fuerza del territorio nacional. La RESF critica que la polic¨ªa "act¨²e bajo la presi¨®n de obtener resultados fijados de antemano".
Lo cierto es que Brice Hortefeux, el muy sarkozysta ministro de Identidad Nacional, Inmigraci¨®n e Integraci¨®n, ha dicho que quer¨ªa 25.000 expulsados en 2007 y un m¨ªnimo de 125.000 controles. Didier Courtin, polic¨ªa y sindicalista, admite: "La prioridad ministerial es la expulsi¨®n fuera de nuestras fronteras". Los objetivos cifrados existen para cada departamento.
Para la RESF, "no cabe la menor duda: aprovechan las vacaciones para acelerar las expulsiones. Durante el curso las escuelas se pondr¨ªan en huelga". La hospitalizaci¨®n de Yvan ser¨ªa en todo caso un efecto colateral de una pol¨ªtica demasiado r¨ªgida, cuyos resultados s¨®lo se valoran a partir de datos cuantitativos incapaces de tener en cuenta el factor humano.
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