Krusty y Leno

"Perdone, se?or, ?le gusta re¨ªr?". En un cap¨ªtulo de Los Simpson (Fox, Antena 3), repetido ayer, abordaban a varios personajes con esta pregunta para incitarlos a ir a una gala de humoristas. El presentador de ¨¦sta era el popular Jay Leno. Curiosamente hab¨ªamos visto un par de horas antes al conductor del magac¨ªn nocturno de The tonight show (NBC) en dos extractos de su programa elegidos en El coleccionista de im¨¢genes (Telecinco), subido a una moto gigante y burl¨¢ndose de un rescate rid¨ªculo. Su versi¨®n simpsonizada iba en ayuda del payaso Krusty, que ya no sab¨ªa hacer re¨ªr. "Hoy a la gente le gusta el humor sarc¨¢stico sobre la vida cotidiana", le aconseja Leno. Verdad innegable. Una verdad convertida en chiste. A veces un chiste terror¨ªfico.

Como en la serie Escenas de matrimonio (Tele 5), donde la vida de tres parejas de distintas generaciones se convierte en un vergonzoso muestrario de insultos, enga?os y muestras diversas y poco imaginativas de c¨®mo destruir la convivencia familiar. Bueno, eso como l¨ªnea conductora podr¨ªa funcionar. El problema es que el programa es malo, muy malo. Zafio, machista y enervante. El sustituto veraniego de la merecidamente popular Camera caf¨¦ muestra una de las peores caras del humor televisivo. Quiz¨¢ es que ni siquiera llega al sarcasmo.

Hay otro programa de humor que me intriga. Los irrepetibles (La Sexta) ?es un capricho de Emilio Arag¨®n? ?Quiz¨¢ su juego favorito? ?O una escuela de payasos? El presidente de la cadena est¨¢ al frente de este programa casi desde que se iniciaron las emisiones del canal. En plan muy circense, Arag¨®n se planta detr¨¢s de su teclado animando a sus fieles amigos humoristas y alg¨²n invitado a improvisar canciones de acuerdo a temas que se les dicta en el momento. Es como un juego de rol m¨²sico-festivo. Como es de esperar, hay m¨¢s sinsentido y voces desafinadas que buenos hallazgos y que risas. Pero ah¨ª sigue. Es el due?o.

Es muy dif¨ªcil hacer re¨ªr. Hay gente dotada para ello y otra con escasas o nulas cualidades. O es que, como dec¨ªa el payaso Krusty, "el humor ya no tiene gracia".