Cosas que le dir¨ªas a Groucho Marx

MARUJA TORRES

Uno de mis sue?os predilectos es aqu¨¦l en el que t¨² y yo, con pantuflas, nos sentamos en el sof¨¢ para ver TVE Internacional. En mi sue?o, t¨² comentas el programa dedicado a glosar los bellos parajes de nuestra geograf¨ªa, pero tampoco desde?amos los espacios de cocina, ni los de bailes regionales. T¨² agarras el sulf¨²rico y vas sirvi¨¦ndome una copa tras otra. Despu¨¦s de eso me sueltas ("perdonen que no me levante" es un epitafio que se le ha atribuido falsamente) la frase que realmente pronunciaste: "Perdone, se?ora, que no me levante". Y quiero creer que te tengo debajo, muertos los dos de la risa.

ANDREU BUENAFUENTE

Todo c¨®mico que se sienta orgulloso de serlo y quiera acceder a tu sabidur¨ªa, la del m¨¢s grande, ¨¢crata y singular del pasado siglo, debe leer Hola y adi¨®s, de Charlotte Chandler. En ¨¦l encontrar¨¢ el pensamiento de los ¨²ltimos a?os de tu vida, recogido por una periodista que fue para una entrevista y se qued¨® seis a?os. As¨ª es como registr¨® tu pensamiento crepuscular y sincero, tu oficio y sorna, genial bigotudo con puro. Te adelantaste a tu tiempo. Llegaste tarde al cine, pero todav¨ªa tuviste tiempo de romper todos los esquemas con un estilo surrealista e inc¨®modo. Te resultaba imposible repetir la misma toma igual. La creatividad y la provocaci¨®n te estallaban en las manos. Pura comedia. Te formaste en el vodevil empujado por una madre dominante y acabaste en la televisi¨®n con un concurso, Apueste su vida, que sirvi¨® para meterte a todo el pa¨ªs en el bolsillo. Eres mi c¨®mico de cabecera. Y no tan s¨®lo por las pel¨ªculas, donde sobran las canciones y las historias de amor, sino m¨¢s bien por tus art¨ªculos, tus libros, tu postura ante la vida (lo perdiste todo en el crack del veintinueve) y tu viaje descre¨ªdo desde la miseria de una familia de emigrantes alemanes al olimpo de un Hollywood decadente. Dicen que eras mal padre y un amante inconstante e infiel. Persegu¨ªas a las coristas, desafiabas a los grandes estudios y buscabas la aceptaci¨®n de los intelectuales de la ¨¦poca. La conseguiste. Tus contempor¨¢neos comprendieron que aquel actor que caminaba encorvado, encerraba m¨¢s sabidur¨ªa que todos ellos juntos. Te moriste a los 86 y lo m¨¢s seguro es que est¨¦s descojon¨¢ndote de nosotros y esa tendencia innata que atesoramos de empeorar cada d¨ªa un poco m¨¢s las cosas. Una de tus sentencias m¨¢s memorables: "Detr¨¢s de un gran hombre siempre est¨¢ su mujer y, detr¨¢s, su esposa". ?Viva el maestro! (Esta carta la entender¨ªa un ni?o de cinco a?os. "?Que traigan a un ni?o de cinco a?os!").

JOAQU?N REYES

Si me preguntaran qui¨¦n me gustar¨ªa ser -si no fuera yo, obviamente-, dir¨ªa que Rupert Murdoch. Si me especificaran que qu¨¦ c¨®mico me gustar¨ªa ser, dir¨ªa que t¨². Por socarr¨®n, absurdo, charlat¨¢n y, sobre todo, divertid¨ªsimo. Adem¨¢s, t¨² y tus hermanos conect¨¢is irremediablemente con mi infancia, y eso os hace todav¨ªa mejores, porque antes, ni?os y ni?as, en la televisi¨®n echaban pel¨ªculas de los hermanos Marx. ?Qu¨¦ locura, verdad? Una recomendaci¨®n para los que quieran morirse de risa contigo: Groucho y chico abogados. Son los guiones del serial radiof¨®nico que hicisteis para la NBC, de los que un cr¨ªtico de la ¨¦poca dijo: "La mayor¨ªa de los cap¨ªtulos apenas son digeribles para el consumo humano".

JAVIER CANSADO

Hola, Groucho Marx. Me llamo Javier Cansado y me dedico al humor. Cuando era peque?o y ve¨ªa vuestras pel¨ªculas no me re¨ªa y sin embargo s¨ª me re¨ªa con Bigote Arrocet, creo que por eso ahora practico el humor absurdo como hac¨ªais t¨² y tus hermanos... Bueno t¨² menos, yo creo que el surrealista del grupo era Chico, t¨² eras m¨¢s de la iron¨ªa y practicabas el absurdo m¨¢s bien cuando dialogabas con Chico, "la parte contratante". Te juro que me encantas, pero te prometo que mi favorito es Chico. Un beso grande.

JUAN CARLOS ORTEGA

Groucho, criticarte es imperdonable, pero es todav¨ªa peor hacerte un homenaje. Siempre que lo hacemos termina convirti¨¦ndose todo en una competici¨®n. Si eres humorista tienes que elogiar a Groucho (es uno de los mandamientos), y cuanto m¨¢s te elogiemos mejores humoristas pareceremos. Y para conseguirlo, podemos hacer lo siguiente: hablar de nuestra infancia, de cuando te vimos en una peli por primera vez, y de la emoci¨®n intensa que nos provoc¨® el feliz descubrimiento de tu absurdo. Luego diremos que t¨² y tus hermanos erais m¨¢s sabios que los fil¨®sofos y m¨¢s profundos que los poetas. En ese punto es probable que se nos escape la frase m¨¢s idiota del mundo: "El humor de Groucho era una cosa muy seria", y entonces ya estar¨¢ todo irremediablemente perdido, porque hablar en serio sobre ti es tan cruel como hablar en broma sobre la muerte de un ni?o. Lo ¨²nico decente que se me ocurre decirte es que contigo me he partido siempre el culo de risa, y estoy seguro de que eso es lo ¨²nico que pretend¨ªas.