"?Quiero que esto sea una rivalidad!"

Dos campeones sin corona empiezan a luchar en cuatro d¨ªas por el trono m¨¢s preciado del atletismo. La cita es en Osaka (Jap¨®n), bajo un calor axfisiante y una humedad implacable. El objetivo, proclamarse campe¨®n de los 100 metros en los Mundiales. Y la meta, juntar, por fin, a los dos mejores velocistas del momento, que se llevan rehuyendo desde hace meses. Asafa Powell, el hombre m¨¢s r¨¢pido de la historia (9,77s), fracasado hasta ahora en los grandes campeonatos, busca su primera gran medalla. Y Tyson Gay, el hombre m¨¢s veloz del a?o (9,84s), quiere evitarlo o hacer historia fracasando en el intento. Lo dijo ayer mientras esperaba para probar la pista milagrosa del estadio Nagai, de Osaka, un tart¨¢n en el que se han aplicado las ¨²ltimas tecnolog¨ªas y que ya se ha ganado fama de vertiginoso creador de r¨¦cords.

"Estoy preparado para correr contra Gay, pero lo importante es el oro", dice Powell

"?Quiero que esto sea una rivalidad!", proclam¨® Gay, un estadounidense que lo mismo corre con una rodilla maltrecha que se deja fotografiar dando zancadas bajo un paraguas en un tart¨¢n londinense. "Quiero conseguir la medalla", rugi¨®. "Estoy trabajando realmente fuerte. Y estoy seguro de que Asafa quiere m¨¢s competencia", cerr¨®.

Las palabras de Gay sonaron a respuesta obligada. "Estoy preparado para correr contra Gay", hab¨ªa dicho Powell nada m¨¢s aterrizar en Jap¨®n hace seis d¨ªas, "aunque lo m¨¢s importante para m¨ª es ganar el oro". "La pista de Osaka es r¨¢pida", dijo el jamaicanao. "Si las condiciones son las adecuadas, puedo lograr un nuevo r¨¦cord del mundo", asegur¨®.

Los dos velocistas se han demostrado alergia a lo largo del a?o. Quer¨ªan reservarse para los Mundiales. Excitar los sentidos de los promotores con vistas a las reuniones atl¨¦ticas que sigan a su lucha por el oro mundialista. Y curarse de sus dolencias. Gay, de la rodilla. Powell, de la ingle.

"La espera har¨¢ mucho m¨¢s emocionante nuestro encuentro en la pista de Osaka", reflexion¨® ayer Gay. "Es lo que prefer¨ªa hacer porque, cuando pise la pista para correr contra ¨¦l [Powell], quiero estar al ciento por ciento, sin problemas en la rodilla y sin problemas psicol¨®gicos; absolutamente concentrado y preparado para la carrera".

Convertidos en uno de los grandes atractivos de los Mundiales, los dos atletas han dedicado la temporada a dulcificar en la distancia los gestos bravucones que siempre han distinguido a los velocistas. Powell y Gay se sienten llamados a cumplir una misi¨®n: limpiar el oprobio que rodea su prueba desde los casos de dopaje de Tim Montgomery, el hombre milagro del esprint, y de Justin Gatlin, el campe¨®n ol¨ªmpico y mundial. Suya es la obsesi¨®n por dar al atletismo un nuevo h¨¦roe. Y la intenci¨®n declarada de convertirse en un campe¨®n de los 100 metros limpio, cre¨ªble, fiable y digno de figurar en los libros de historia.

"S¨®lo hace falta un ¨²nico esprinter", reflexion¨® ayer Gay, "que nunca en su carrera d¨¦ positivo. En cuanto pase, el resto de velocistas aparecer¨¢ bajo una luz distinta de nuevo".

Gay y Powell le pusieron ayer palabras a un reto que desde hace meses tiene protagonistas, fecha y lugar programados. Los 100 metros buscan un nuevo rey. Y dos campeones sin corona han decidido hacer saber al mundo que quieren hacer de su duelo una rivalidad para la historia.