Gallard¨®n irrita
La irritaci¨®n con que destacados dirigentes del PP han respondido al deseo expresado por el alcalde madrile?o, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, de ser incluido en las listas para las elecciones legislativas de 2008 ha convertido en acontecimiento pol¨ªtico algo que pod¨ªa haber pasado por serpiente de verano. La ambigua respuesta dada ayer por el l¨ªder popular, Mariano Rajoy, en el sentido de que agradec¨ªa la disponibilidad del alcalde, pero que la hora de confeccionar listas electorales todav¨ªa no hab¨ªa llegado, no devolvi¨® la calma al partido. Al contrario: excit¨® el ¨¢nimo de los adversarios de Gallard¨®n, que le acusaron de irrespetuoso, maleducado y reiterativo. Pero lo m¨¢s significativo es que la reacci¨®n de Acebes, Zaplana y Aguirre, entre otros, revela que esos dirigentes consideran que lo que est¨¢ en juego es algo m¨¢s que la posibilidad de compatibilizar la alcald¨ªa con el acta de parlamentario. Si fuera s¨®lo esto ¨²ltimo, no le ser¨ªa dif¨ªcil encontrar antecedentes, incluso dentro de casa: ?ngel Acebes, el actual secretario general, que ahora advierte a Gallard¨®n de que cada cual debe limitarse a cumplir las "responsabilidades que tiene asignadas", fue simult¨¢neamente alcalde de ?vila y senador entre 1991 y 1995.
Gallard¨®n ya hab¨ªa reclamado un lugar en las listas poco despu¨¦s de las elecciones auton¨®micas y municipales de mayo. La respuesta a la gallega de Rajoy fue que el alcalde de Madrid "podr¨ªa ser un buen n¨²mero dos, pero hay otros que tambi¨¦n podr¨ªan serlo". Al utilizar esa expresi¨®n, fue el presidente popular quien dio por supuesto que Gallard¨®n se postulaba, no como un candidato m¨¢s, sino como su segundo en la candidatura por Madrid. Es decir, como su sucesor en caso de derrota electoral. Esa interpretaci¨®n es, desde luego, la de Esperanza Aguirre: "Jam¨¢s ha ocultado su deseo de llegar a las m¨¢s altas responsabilidades", ha dicho, dando a entender que el verdadero objetivo del alcalde no es ayudar a ganar a Rajoy sino sustituirle.
Lo que despierta recelos no es que Gallard¨®n tenga ambiciones, sino que las exteriorice antes de tiempo. Ya en mayo le dijeron que al sacar ese tema estaba dando argumentos al PSOE: transmitiendo la idea de que era improbable que ganara Rajoy. Lo que ha dicho Gallard¨®n es que su partido no ganar¨¢ si no ofrece un programa "centrado, moderado y pragm¨¢tico". El mensaje es doble: para ganar al PSOE, Rajoy tiene que atraerse votos del centro; y para gobernar, si no tiene mayor¨ªa absoluta, tiene que ser capaz de pactar con otros partidos, singularmente con CiU. Gallard¨®n se presenta como quien ser¨ªa capaz de garantizar ambas cosas: en 2008 o en las siguientes citas electorales.
Aparte de esto, el alcalde ha rendido tributo al momento pol¨ªtico argumentando, a la navarra, que quiere estar en el Congreso para que Madrid "tenga voz en el Congreso". Ha acertado Esperanza Aguirre record¨¢ndole que en el Congreso est¨¢n representados los ciudadanos, no los territorios. Pero eso recuerda a su vez que uno de los efectos de la congelaci¨®n de la reforma del Senado, a la que se opone el PP, es la paulatina conversi¨®n del Congreso en C¨¢mara de intereses territoriales.
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