El vencedor de las elecciones en B¨¦lgica renuncia a formar Gobierno tras dos meses de negociaciones

El enfrentamiento entre los l¨ªderes pol¨ªticos flamencos y los franc¨®fonos valones alcanz¨® ayer la m¨¢xima tensi¨®n, provocando la renuncia del vencedor de las elecciones, Yves Leterme, a formar Gobierno. Leterme, jefe de los cristianodem¨®cratas flamencos, que hab¨ªa recibido el pasado mes de julio el encargo de formar Gobierno del rey de los belgas, Alberto II, present¨® ayer su renuncia al monarca, tras la imposibilidad de formar el Gabinete tras m¨¢s de dos meses de infructuosas negociaciones.

El Rey acept¨® la renuncia del candidato a primer ministro, pero el palacio no precis¨® si se encargar¨ªa inmediatamente la formaci¨®n del Gobierno a otro candidato ni si se preve¨ªa la posibilidad de convocar unas nuevas elecciones.

"Este mediod¨ªa he constatado que me es moment¨¢neamente imposible poner a punto un programa de gobierno ambicioso, para el que recib¨ª del elector una clara se?al el pasado 10 de junio", declar¨® Leterme, en un comunicado tras su despacho con el Rey. "He pedido por ello ser relevado en mi misi¨®n de formador", a?adi¨®.

Los ciudadanos belgas viven sin ning¨²n tipo de dramatismo esta situaci¨®n, acostumbrados a largos tira y afloja entre los dos partidos flamencos, CDV (cristianodem¨®crata) y VLD (liberal) y sus hom¨®logos franc¨®fonos de Valonia, el CDH (Centro Dem¨®crata Humanista) y MR (liberales). A finales de los a?os 80, fueron necesarios tres intentos para que Jean-Luc Dehaene pudiera ser nombrado primer ministro.

Leterme gan¨® las elecciones del pasado 10 de julio con un programa en el que reclamaba m¨¢s competencias, especialmente de contenido econ¨®mico. Desde entonces ha intentado construir una coalici¨®n de centro derecha, bautizada como "la naranja azul", en la que deber¨ªan participar tanto los democristianos como los liberales de Flandes y Valonia. Las negociaciones fracasaron finalmente a las cuatro de la madrugada de ayer, al no ser posible un punto encuentro entre las nuevas demandas flamencas y la resistencia y peticiones propias que a su vez hab¨ªan introducido los franc¨®fonos.