Ciao Bruno
Con ese saludo, la CGIL, la mayor central sindical italiana (m¨¢s de cinco millones y medio de afiliados) dar¨¢ ma?ana el adi¨®s f¨²nebre a Bruno Trentin, quien fuera su secretario general entre 1989 y 1994, fallecido en Roma el pasado jueves.
Antes de ocupar ese cargo ya era considerado uno de los m¨¢s carism¨¢ticos dirigentes del movimiento obrero y una figura indiscutible de la vida pol¨ªtica italiana.
Su fallecimiento no ha sido inesperado pues llevaba un a?o convaleciente de un grave traumatismo tras caerse de la bicicleta, pero a¨²n as¨ª la conmoci¨®n ha sido grande. Desde el presidente de la Republica, Napolitano, hasta el primer ministro Prodi, todas las autoridades han expresado p¨²blico p¨¦same por su fallecimiento y han elogiado su trayectoria. Sergio Cofferati, hoy alcalde Bolonia que le sucedi¨® ha dicho que con Trentin desaparece "un gran hombre, un refinado intelectual y riguroso estudioso de las cuestiones del trabajo, un extraordinario sindicalista innovador". Mientras que para el actual secretario de la CGIL, Gugliemo Epifani, se puede decir que "no hay p¨¢gina de la historia de la CGIL en la que no haya sido protagonista".
Trentin naci¨® en Pav¨ªa (Francia), el 9 de diciembre de 1926 donde su padre se hab¨ªa refugiado huyendo del fascismo. Durante la guerra combati¨® en una brigada partisana -de la que llegar¨ªa a ser su comandante- vinculada a Giustizia e Libert¨¤, un movimiento antifascista (del que saldr¨ªa el Partito d'Azione) que agrupaba a la oposici¨®n no comunista y no cat¨®lica y en el que tambi¨¦n figuraron personajes como el filosofo Norberto Bobbio, o el sindicalista Vittorio Foa, del que Trentin puede considerarse disc¨ªpulo. Curs¨® sus estudios en Pavia y en Harward.
En 1949, es llamado a la CGIL para trabajar en el equipo econ¨®mico que dirig¨ªa el propio Foa, vicesecretario y responsable del departamento de estudios, de donde salieron propuestas sobre el crecimiento del empleo o el desarrollo del Sur, temas que hasta entonces eran considerados reservados a los partidos, marcando as¨ª el giro hac¨ªa una autonom¨ªa sindical que se consolidar¨ªa m¨¢s adelante.
Miembro del PCI desde 1950, se le situaba m¨¢s cerca de los planteamientos de Pietro Ingrao, pero sin dejarse encuadrar en su ala izquierda, tal vez porque con algo de malicia, se comentaba que en pol¨ªtica, Bruno Trenti, era s¨®lo "trentiniano".
Quiz¨¢s la aportaci¨®n mayor la hizo Trentin en tanto que secretario general de los metal¨²rgicos de la FIOM (1962-77), cuando con sus colegas de las otras dos federaciones Pier Carniti y Giorgio Benvenuto encabez¨® el gran movimiento huelgu¨ªstico conocido como el autunno caldo (oto?o caliente) en 1969. Sent¨® las bases, por medio de las conquistas alcanzadas, para construir los consejos unitarios de f¨¢brica con amplias competencias, los convenios nacionales de rama y la negociaci¨®n articulada en el ¨¢mbito de las empresas. Pese a los errores de aquella experiencia, que el no neg¨®, reivindic¨® lo esencial de sus conquistas, muchas de las cuales a¨²n permanecen. "Queridos compa?eros, yo no soy un arrepentido", solt¨® ante Bettino Craxi en un congreso en el que se culpabilizaba al oto?o caliente de todos los males del sindicalismo y de la econom¨ªa italiana.
Entre 1988 a 1994 ocup¨® la secretar¨ªa general de la CGIL, desde la que propuso la disoluci¨®n de la llamada componente comunista en el seno del sindicato, poniendo fin al reparto por cuotas del poder interno con socialistas y una tercera corriente. Ello no disminuy¨® la pluralidad del sindicato ni merm¨® el respeto para Trentin en su organizaci¨®n.
No fue, sin embargo, entusiasta de las propuestas de unidad org¨¢nica que en los a?os 90, vinieron de su colega de la CISL, Sergio D'Antoni, pues quer¨ªa que se aclarara antes qu¨¦ estructura de representaci¨®n habr¨ªa en las empresas. Para ¨¦l, tanto como los afiliados, era importante conseguir la participaci¨®n de los trabajadores en la organizaci¨®n del trabajo.
En el terreno internacional, era profundo europe¨ªsta a la vez que cr¨ªtico del monetarismo liberal y apoy¨® con fuerza el proyecto de reforma de la Confederaci¨®n Europea de Sindicatos, para crear un sindicato supranacional.
Escribi¨® numerosos libros, uno de los cuales junto al sindicalista paname?o Luis Anderson sobre di¨¢logo sindical Norte-Sur, que CCOO edit¨® en castellano y por el que le concedi¨® el premio de la fundaci¨®n Seraf¨ªn Aliaga. Por impulso de Jos¨¦ Luis L¨®pez Bulla, se ha traducido al catal¨¢n una antolog¨ªa de sus obras.
Juan Moreno es consejero del Comit¨¦ Econ¨®mico y Social Europeo en representaci¨®n de Comisiones Obreras (CC OO).
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