Reencuentro con la soledad
Fernando Alonso, cada vez m¨¢s distanciado de McLaren Mercedes pese a que Ron Dennis busca un acercamiento a su padre y a su representante para tratar de calmar sus ¨¢nimos
La imagen era di¨¢fana en el impresionante nuevo pabell¨®n de McLaren Mercedes. Fernando Alonso, con cara de circunstancias, sentado en una mesa, junto a su padre, Jos¨¦ Luis; su representante, Luis Garc¨ªa Abad, y un amigo asturiano desplazado a Estambul para ver el Gran Premio de Turqu¨ªa de f¨®rmula 1. Lewis Hamilton, sonriente, saludando a todos los componentes de la escuder¨ªa con los que se iba cruzando. Realmente, tal como dec¨ªa el espa?ol el viernes en su conferencia de prensa, "no ha cambiado nada".
Las afrentas de Hamilton tanto al equipo como a su jefe de filas, Ron Dennis, en la cita de Hungr¨ªa est¨¢n olvidadas. Las heridas han cicatrizado y las diferencias entre algunos miembros de la firma y el protegido de Dennis han desaparecido. Es cierto que el piloto brit¨¢nico desobedeci¨® varias veces las ¨®rdenes en la ¨²ltima tanda de la prueba cronometrada en el circuito de Hungaroring y que incluso lleg¨® a cuestionar la autoridad de Dennis y a insultarle. Pero ahora es como el hijo pr¨®digo que ha vuelto al redil dispuesto a acatar las decisiones de sus jefes y aceptar la estrategia de igualdad entre Alonso y ¨¦l, propuesta por la c¨²pula de McLaren, porque sabe que, con siete puntos de ventaja, es lo que m¨¢s le conviene. No quiere guerras de ning¨²n tipo.
Para Alonso, que saldr¨¢ cuarto, la situaci¨®n con vistas al t¨ªtulo comienza a ser desesperada
El espa?ol cree que ha dado m¨¢s a la escuder¨ªa de lo que ha recibido de ella
Para Alonso, en cambio, la situaci¨®n comienza a ser desesperada. Faltan s¨®lo seis carreras para la conclusi¨®n del Campeonato del Mundo y debe remontar esos siete puntos a su compa?ero para adjudicarse su tercer t¨ªtulo consecutivo. Y sabe, porque as¨ª se lo han dicho, que no puede esperar nada especial del equipo. En McLaren no le ayudar¨¢n. Puede que no le perjudiquen como han hecho algunas veces, pero no le dar¨¢n nada que no tenga ya previamente Hamilton. Respetar¨¢n la igualdad que siempre han proclamado Dennis y Norbert Haugh, el responsable de Mercedes.
Sin embargo, eso no le basta a Alonso. Ayer, en la cronometrada, volvi¨® a quedar patente. Hamilton le sac¨® dos d¨¦cimas de segundo en su ¨²ltimo intento. Y, saliendo cuarto, por detr¨¢s de su m¨¢ximo rival, recuperar puntos se plantea como algo realmente complicado. El asturiano cree que ha dado mucho a McLaren y que no se le ha tratado como a un n¨²mero uno. No se sabe si su contrato con la marca brit¨¢nica conten¨ªa un compromiso por parte de la ¨¦sta en esos t¨¦rminos. Pero, seg¨²n confes¨® el propio Alonso, era lo que ¨¦l esperaba despu¨¦s de haber aportado al coche "una mejora de seis o siete d¨¦cimas de segundo entre diciembre de 2006 y marzo de 2007".
Cuando ayer le preguntaron al respecto a Dennis, el jefe de McLaren Mercedes no neg¨® la aportaci¨®n del ovetense, pero la relativiz¨®. "Todo ayuda y Fernando tambi¨¦n lo hizo", coment¨®; "pero el equipo tiene una estructura de trabajo que est¨¢ dando sus frutos".
S¨®lo unos minutos m¨¢s tarde, sin embargo, Alonso volvi¨® a insistir en el tema. "Claro que conocen mi aportaci¨®n. Gracias a m¨ª, cambiaron algunas l¨ªneas de trabajo. Dennis me lo ha reconocido y Haug incluso me dijo que en el motor tal vez aport¨¦ m¨¢s. Por eso quieren que siga en el equipo".
Y ah¨ª empieza la segunda parte de la historia: el futuro. Ayer, Dennis realiz¨® un acercamiento con el entorno de Alonso -su padre, Jos¨¦ Luis, y su representante, Luis Garc¨ªa Abad- para intentar calmar los ¨¢nimos del espa?ol, profundamente molesto con el equipo porque cree que no le dan el trato prioritario que le hab¨ªan prometido para que dejara Renault y que ¨¦l cree merecer por haber cambiado el coche y haber dado al equipo una din¨¢mica ganadora tras un a?o en blanco.
Alonso sigue sinti¨¦ndose inc¨®modo en McLaren y no est¨¢ dispuesto a conceder ni un segundo de tranquilidad a Hamilton y al resto de sus jefes porque no renuncia en absoluto a ganar el t¨ªtulo. Diga lo que diga -obligado por el equipo-, quiere marcharse, pero no con las manos vac¨ªas ni a cualquier precio. "La vida en McLaren se ha hecho irrespirable", confiesa una fuente solvente. Alonso no est¨¢ contento y lo evidencia en su actitud cr¨ªtica con el equipo y en el trato directo con sus jefes y con Hamilton. Su discurso ha cambiado de direcci¨®n: ahora, el culpable de todo no es Hamilton, sino el equipo porque no le da un trato prioritario.
Es su ¨²ltima carta. Porque est¨¢ d¨¢ndose cuenta de que, si McLaren no le hace algunas concesiones o, por lo menos, tiene con ¨¦l algunos detalles que anteriormente tuvo con Hamilton, no conseguir¨¢ superar a su compa?ero ni enjugar los siete puntos que le lleva de ventaja. Su vida en los circuitos es ahora mismo un tormento, un reencuentro con la soledad. Y est¨¢ convirtiendo la de sus jefes en un calvario. Puede que sea su forma de hacerles comprender que deben ayudarle porque no pueden retener a un piloto contra su voluntad. Aunque ayer Dennis volvi¨® a recordar que le quedan todav¨ªa dos a?os de contrato y que quiere que los cumpla.
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