Lecciones de una crisis
La tormenta financiera del verano estrangula el cr¨¦dito y amenaza con frenar el crecimiento
Los inversores especulan con los pasos que tomar¨¢n en septiembre la Reserva Federal y el Banco Central Europeo para calibrar el alcance de la crisis financiera de las ¨²ltimas semanas. Pero lo sucedido ya tiene consecuencias en aspectos cruciales de la econom¨ªa.
Los problemas en un mercado financiero cada vez m¨¢s extenso tienen repercusiones globales
- Se acab¨® el dinero f¨¢cil. El mercado inmobiliario de EE UU vivi¨® un gran auge a principios de la d¨¦cada. Con el nivel de los tipos de inter¨¦s muy bajo, decenas de miles de estadounidenses con recursos escasos pidieron cr¨¦ditos para ver cumplido el sue?o de una casa en propiedad. Los bancos y otras entidades especializadas en cr¨¦ditos hipotecarios prestaron dinero a mansalva a gente incapaz de demostrar unos ingresos m¨ªnimos y regulares. Son las ya c¨¦lebres hipotecas de alto riesgo, origen de la tormenta financiera de este mes. ?Por qu¨¦ se prest¨® dinero con tanta alegr¨ªa? Porque las entidades pudieron convertir esas deudas de baja calidad en activos para venderlos en el mercado, y as¨ª evitar parte de los riesgos de impago. Los inversores en este mercado secundario de deuda se financiaban a su vez con dinero prestado a bajo inter¨¦s que utilizaban para arriesgar en estos activos, que promet¨ªan rendimientos m¨¢s elevados, aunque menos seguros.
La burbuja inmobiliaria empez¨® a desinflarse en 2006. A medida que sub¨ªan los tipos de inter¨¦s, muchos propietarios dejaron de pagar las cuotas mensuales de sus hipotecas. Adem¨¢s, las casas empezaron a bajar de precio y a ser dif¨ªciles de vender. Los impagos no s¨®lo perjudicaron a los bancos, sino tambi¨¦n a quienes hab¨ªan comprado activos vinculados a deuda de alto riesgo. La crisis se extendi¨® con rapidez por un sistema financiero cada vez m¨¢s complejo y con m¨¢s agentes.
Las dificultades de los ciudadanos con pobre historial crediticio para obtener un pr¨¦stamo son crecientes en EE UU, y tambi¨¦n en el Reino Unido. Est¨¢ por ver si ser¨¢ as¨ª en otros pa¨ªses y si los clientes m¨¢s solventes tendr¨¢n problemas.
- La globalizaci¨®n de los mercados tiene sus peligros. La r¨¢pida propagaci¨®n de la crisis muestra que el embargo por impago de una casa en el Estado de Kansas puede acabar haciendo da?o a un peque?o inversor de Alicante. La proliferaci¨®n de activos respaldados por deuda de baja calidad ha provocado que el riesgo se extienda por todos los mercados. Y la dificultad de seguir la evoluci¨®n de esos instrumentos -ya sean bonos, derivados u obligaciones- ha llevado a algunos gestores de fondos a no saber con exactitud qu¨¦ compr¨® y cu¨¢nto dinero ha perdido.
La incertidumbre se ha apoderado de los inversores, que han vendido sus activos de mayor riesgo para protegerse de males mayores. Muchos han querido deshacerse de esos t¨ªtulos al mismo tiempo y no han encontrado comprador, con la consiguiente ca¨ªda del valor de sus inversiones. A partir de ahora, el riesgo costar¨¢ m¨¢s caro.
- Los expertos tambi¨¦n se equivocan. Hasta el viernes de la semana pasada, cuando la Reserva Federal baj¨® su tipo de descuento -con el que presta dinero a los bancos en dificultades- y expres¨® su preocupaci¨®n por el peligro de que la crisis acabe da?ando a la econom¨ªa, sus responsables llevaban meses, si no a?os, enviando mensajes de tranquilidad a los inversores. En su ¨²ltimo a?o en el cargo, el ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan lleg¨® a animar a los estadounidenses a pedir m¨¢s hipotecas a tipo de inter¨¦s variable, muy comunes en Espa?a pero poco frecuentes en EE UU, donde la tradici¨®n es el tipo fijo. Su sucesor, Ben Bernanke, afirm¨® el a?o pasado que lo m¨¢s probable era que el mercado inmobiliario de EE UU experimentara "un enfriamiento gradual en lugar de una ralentizaci¨®n repentina". En marzo pasado, el primer ejecutivo de Countrywide Financial -segunda entidad hipotecaria de EE UU y una de las m¨¢s castigadas por la crisis- dijo en televisi¨®n que la preocupaci¨®n de los mercados por las hipotecas de alto riesgo era excesiva.
- Hay que revisar el sistema de alarma. Las m¨¢s prestigiosas agencias de calificaci¨®n de riesgo, Moody's y Standard & Poor's, no advirtieron del peligro y esperaron hasta el ¨²ltimo momento para avisar de lo que se avecinaba. Las autoridades de EE UU y la UE est¨¢n investigando su papel en la crisis, ya que tambi¨¦n aconsejaron (y cobraron por ello) a los fondos sobre c¨®mo estructurar su cartera para obtener la m¨¢xima calificaci¨®n. Las agencias se defienden diciendo que sus calificaciones no son palabra de Dios, sino un elemento m¨¢s para la toma de decisiones.
Adem¨¢s, muchos modelos inform¨¢ticos utilizados para calcular los riesgos de determinados activos y situaciones han fallado. Consecuencia: los agentes han perdido confianza en las instituciones y en los mecanismos encargados de hacer sonar las alarmas.
- La econom¨ªa notar¨¢ el impacto, especialmente la de EE UU. As¨ª lo han reconocido el propio secretario estadounidense del Tesoro, Henry Paulson, y el subdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI), John Lipsky, ambos con gran experiencia en grandes firmas de Wall Street. En una econom¨ªa globalizada, las repercusiones de la crisis tendr¨¢n alcance global, y los economistas han comenzado ya a rebajar las previsiones de crecimiento para este a?o.
Una de las consecuencias de la crisis ha sido la falta de liquidez en el mercado bancario, donde las entidades de cr¨¦dito se prestan dinero unas a otras. Todo el mundo quiere reducir los riesgos y tiene miedo a prestar dinero. La falta de liquidez, paliada en parte por las inyecciones de dinero de los bancos centrales, endurece las condiciones de los cr¨¦ditos. A medio plazo, es probable que esas reticencias a prestar dinero hagan m¨¢s dif¨ªcil que las empresas y los consumidores, ya de por s¨ª muy endeudados, logren financiaci¨®n. Los bancos y sociedades de inversi¨®n estadounidenses m¨¢s afectados por la crisis han comenzado a despedir empleados y ya se ha detectado una ralentizaci¨®n del mercado de alquileres de oficinas. La volatilidad en los mercados ha dejado en suspenso numerosas fusiones y adquisiciones, ya que los posibles compradores no est¨¢n seguros de qu¨¦ precio pagar y tienen dificultades de financiaci¨®n. En EE UU se apunta ya una ca¨ªda del consumo, motor de la mayor econom¨ªa del mundo.
- Los bancos centrales refuerzan su posici¨®n. Los mercados se han tambaleado y el desastre ha estado cerca, pero las inyecciones de dinero en los mercados monetarios a cargo de la Reserva Federal y del Banco Central Europeo han logrado que no cunda el p¨¢nico.
?Bajar¨¢n los tipos de inter¨¦s? El mercado da por descontado que la Reserva Federal lo har¨¢ del 5,25% al 5% el pr¨®ximo 18 de septiembre, fecha prevista para la reuni¨®n de su comit¨¦ ejecutivo, aunque han surgido voces contrarias a que la pol¨ªtica monetaria sirva para sacar de un apuro a entidades que hicieron malas inversiones. En la zona euro los pron¨®sticos apuntan en la direcci¨®n opuesta. A menos que el BCE vea peligro para el crecimiento econ¨®mico, los tipos de inter¨¦s subir¨¢n del 4% al 4,25% en septiembre.
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