Un mes y sin saber

Ha pasado un mes del gran apag¨®n de Barcelona y estamos donde est¨¢bamos. Sabemos qu¨¦ pas¨®, pero no sabemos por qu¨¦. Han comparecido en el Congreso o en el Parlamento de Catalu?a el ministro de Industria, Joan Clos; el presidente de Fecsa Endesa, Manuel Pizarro; el de Red El¨¦ctrica Espa?ola, Luis Atienza; los consejeros catalanes de Obras P¨²blicas y de Econom¨ªa, Joaquim Nadal y Antoni Castells, respectivamente, y, aparte de facilitar una aut¨¦ntica avalancha de datos sobre inversiones y de pasarse unos a otros la responsabilidad de lo sucedido, ninguno de ellos logr¨® explicar por qu¨¦ se produjo ese corte de luz que afect¨® a 350.000 ciudadanos. La Comisi¨®n Nacional de Energ¨ªa ha exigido a las el¨¦ctricas que en 10 d¨ªas presenten nueva informaci¨®n porque la que han aportado es insuficiente para determinar de qui¨¦n fue la culpa o con qu¨¦ sanci¨®n debe cargar. Todo ello significa que, como pronto, el dictamen de la comisi¨®n no estar¨¢ listo hasta finales de septiembre. Y ah¨ª surge el problema que agobia a ciudadanos y pol¨ªticos: si no se sabe c¨®mo y por qu¨¦ sucedi¨®, no se podr¨¢ evitar que se repita.

La subestaci¨®n el¨¦ctrica del paseo de Maragall de Barcelona no estar¨¢ funcionando con normalidad hasta febrero de 2008. Por eso permanecen 75 generadores en diversos puntos de la ciudad, desconectados pero listos para entrar en funcionamiento en cualquier momento. Fecsa Endesa se ha comprometido a restablecer inmediatamente la electricidad si se produce un nuevo apag¨®n, pero los ciudadanos ya no se creen nada. Para la empresa, el ¨²ltimo corte de luz, el pasado mi¨¦rcoles, de casi dos horas que afect¨® a 1.400 vecinos del barrio de Gr¨¤cia fue una incidencia menor. Y de hecho lo es, pero para el propietario del peque?o restaurante que perdi¨® 1.500 euros porque se fueron los clientes, no.

La palabra que m¨¢s repiten estos d¨ªas pol¨ªticos y directivos de las el¨¦ctricas es "paciencia". Pero no logran tranquilizar ni recuperar la confianza de los ciudadanos, que se sienten cada vez m¨¢s frustrados y e irritados. El apag¨®n es un episodio grave que se inscribe en un verano negro en el que se han producido tremendos problemas en las infraestructuras en Catalu?a: aver¨ªas en Cercan¨ªas, colapsos en las autopistas, maletas que tardan hora y media en llegar en el aeropuerto de El Prat. La gente est¨¢ indignada, y los pol¨ªticos, preocupados. No hay que olvidar que las elecciones generales est¨¢n a la vuelta de la esquina, lo que ha llevado a anunciar una bater¨ªa de medidas.

El Gobierno catal¨¢n prepara para septiembre una ley para controlar mejor a las el¨¦ctricas y exige a Fecsa Endesa que presente antes del 15 de octubre un plan de inversiones y mantenimiento. El Ministerio de Fomento ha puesto en marcha un plan de choque y ha creado el Centro de Coordinaci¨®n de Operaciones Ferroviarias. El n¨²mero dos del ministerio, V¨ªctor Morl¨¢n, se ha instalado en Barcelona para controlar de cerca el funcionamiento de Cercan¨ªas y la llegada del AVE. Todo esto es el presente y el futuro inmediato. A largo plazo aparece una nube muy preocupante: Barcelona necesita una red mallada. Lo dijo el presidente de Fecsa Endesa, Manuel Pizarro, en su comparecencia en el Parlamento catal¨¢n. Y, aparte de solucionar los problemas actuales, es necesario empezar a hablar de c¨®mo evitar los que se apuntan en el futuro. ?Qu¨¦, cu¨¢ndo y c¨®mo se va a hacer, y c¨®mo se va a pagar? Espa?a no puede permitirse que renquee as¨ª Catalu?a, una de sus locomotoras econ¨®micas.