Jam¨®n celta a precio de ib¨¦rico
El pernil aut¨®ctono, a 70 euros el kilo, prepara su salto a Madrid
Zapatero se llev¨® el primer ejemplar tras su banquete, el s¨¢bado, en A Fonsagrada. La carne fresca y los derivados curados y salados que se venden bajo el sello de garant¨ªa Porco Celta han empezado a servirse en los restaurantes y a despacharse en las charcuter¨ªas de la m¨¢s conocida cadena espa?ola de grandes almacenes. Desde hace un mes, la empresa prueba su ¨¦xito en el mercado gallego y, pendiente del resultado que aqu¨ª obtenga, se plantea la generalizaci¨®n de esta mercanc¨ªa en todos sus centros de Espa?a.
El porco celta, cuya producci¨®n est¨¢ regulada por Asoporcel (Asociaci¨®n de Criadores de Ganado Porcino Celta, que agrupa a 206 miembros), empez¨® vendi¨¦ndose en contad¨ªsimas carnicer¨ªas especializadas y parte como un producto de lujo: los ganaderos no se plantean una venta masiva en hipermercados y mientras su carne cuesta el doble que la m¨¢s consumida -la de cerdo blanco-, sus embutidos y salazones compiten en categor¨ªa con las denominaciones de origen m¨¢s apreciadas. El jam¨®n de esta raza aut¨®ctona gallega se despacha hoy al mismo precio que el pernil de cerdo ib¨¦rico, y la famosa cadena de grandes almacenes vende el cuarto trasero de la marca Porco Celta A Fonsagrada, con tres a?os de curaci¨®n, a 69,90 euros.Esta firma lucense, de la que es socio el presidente de la productora Filmax, Julio Fern¨¢ndez, es hoy la m¨¢s conocida por una de sus iniciativas: el "porcoleasing". El cliente escoge un cerdo en un cat¨¢logo de Internet y lo va pagando a plazos. La empresa lo cr¨ªa, lo mata, lo despieza y le env¨ªa la carne primero y los embutidos llegado su momento.
Las vetas de grasa se forman a los 13 meses, cuando el ib¨¦rico pesa 90 kilos y el celta, 180
Al igual que el ib¨¦rico, el porco celta crece en libertad, en los bosques de casta?os y carballos, en extensos terrenos acotados ricos en pastos y maizales. Asoporcel comenz¨® la recuperaci¨®n de la raza en 1999, buscando ejemplares puros por toda Galicia. Un a?o m¨¢s tarde, los criadores hab¨ªan localizado 190 animales, la mayor¨ªa en ¨¢reas aisladas de la Serra de Oribio, en O Courel, y en la Costa da Morte. El ¨²ltimo censo, de 2007, cont¨® ya 2.700 cerdos vivos, y la cifra sigue creciendo a buen ritmo. Algunas marcas se lanzaron primero a comercializar jamones de un a?o de curaci¨®n; otras aguardaron tres a?os y comienzan ahora a vender su primera remesa; y en poco tiempo se sumar¨¢n las que estos d¨ªas acondicionan los terrenos para empezar a criar (como la cooperativa de O Incio) y las que en un mes matar¨¢n sus primeros cerdos. ?ste es el caso de la sociedad Oural de Beariz, que acaba de cerrar un acuerdo con Castro Bello, de O Carballi?o, para curar y comercializar los derivados del chancho galaico.
No obstante, el camino hasta lograr el prestigio del cerdo ib¨¦rico se presenta largo. Asoporcel a¨²n est¨¢ pendiente de conseguir de la Xunta la denominaci¨®n de origen, y todav¨ªa busca la normalizaci¨®n del est¨¢ndar racial. Lo habitual es que a los 13 meses, cuando se suelen matar, el porco celta pese 180 kilos y el ib¨¦rico, 90. No obstante, explica Pablo Valledor, gerente de Porco Celta A Fonsagrada, mientras el cerdo extreme?o "crece siempre al mismo ritmo y da jamones casi id¨¦nticos", el gallego alcanza con frecuencia pesos m¨¢s altos y no es f¨¢cil calcular el tiempo de curaci¨®n m¨¢s atinado. La soluci¨®n no est¨¢ en matar el animal cuando llega a un determinado peso, porque es a los 13 meses cuando se forma en su cuerpo la grasa de infiltraci¨®n, la apreciada veta propia del ib¨¦rico. Pero tambi¨¦n del porco celta.
El cerdo m¨¢s grande es 'Bush'
Naci¨® el d¨ªa que estall¨® la guerra de Irak, el 20 de marzo de 2003, as¨ª que su amo, el ganadero de Cee ?lvaro Alvarellos, lo bautiz¨® con el nombre de Bush. Y nunca se arrepentir¨¢ lo suficiente de aquella decisi¨®n que tom¨®, porque Bush, que efectivamente es el boss de la piara, result¨® ser un cerdo muy pac¨ªfico. Fiel, manso, obediente, cari?oso como pocos de los de su raza. Porque muchos porcos celtas son bravucones, revoltosos y agresivos.
Posiblemente por su buen car¨¢cter, este cocho que come a diario dos tazas de cereal y hierba a discreci¨®n en una granja de Valdomar (Mux¨ªa), creci¨® de manera descomunal desde el principio, hasta el punto de que hoy "parece un toro": mide un metro de alto, 2,45 de largo y pesa 400 kilos, el doble que la mayor¨ªa de los de su raza y tres, cuatro o cinco veces m¨¢s que los de las otras variedades peninsulares. Asoporcel no tiene constancia de la existencia de un marrano m¨¢s grande.
Por su talante, por lo "bonito" que es, y por el mucho cari?o que le tom¨® la familia Alvarellos, su propietario explica que Bush se libr¨® del sacrificio y fue reservado como semental. Entonces se descubri¨® que no todo se deb¨ªa a su car¨¢cter, porque los hijos de este ejemplar magn¨ªfico "llevan camino de alcanzar la misma talla".
Sin embargo, seg¨²n fue ganando peso, Bush fue perdiendo agilidad. Hace tiempo que el enorme cochino ya no es capaz de levantar toda su enjundia sobre los cuartos traseros para la monta, ni hay cerdas que soporten una escena de amor con ¨¦l. As¨ª que ?lvaro Alvarellos tuvo que tomar la primera medida dif¨ªcil: caparlo. Y por San Marti?o tendr¨¢ que tomar la segunda: matarlo. "Es mucho bicho, y castrado no va a parar de engordar. El d¨ªa que lo maten no quiero estar presente", reconoce el amo. Sus jamones tardar¨¢n "hasta 7 a?os" en curarse. Cada uno pesar¨¢ 40 kilos.
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