Pierre Messmer, ex primer ministro franc¨¦s
Gaullista, fue elegido por Pompidou para sustituir a Chaban-Delmas
Pierre Messmer fue el segundo y ¨²ltimo primer ministro del presidente Georges Pompidou, entre 1972 y 1974. Pompidou necesitaba una figura del gaullismo hist¨®rico para reemplazar otra figura de ese mismo gaullismo, Jacques Chaban-Delmas, que aparec¨ªa como demasiado liberal y, sobre todo, como alguien que quer¨ªa ocupar su puesto.
Messmer era el retorno a las esencias y la garant¨ªa de la fidelidad. Ayer falleci¨® en el hospital de Val-de-Gr?ce, que acoge tradicionalmente a jefes de Estado y militares de alta graduaci¨®n.
Pierre Messmer es de los primeros en acudir a Londres para sumarse a De Gaulle tras su llamamiento a la resistencia al ocupante alem¨¢n. Participa en las batallas de Bir Hakeim (Libia) y El Alamein (Egipto), entra en Par¨ªs con la Divisi¨®n Leclerc y en 1945 es capturado en Indochina por el Viet-Minh. Logra escapar para volver a Vietnam poco despu¨¦s, ahora como jefe de Gabinete de la m¨¢xima autoridad francesa en lo que a¨²n es una colonia. Gobernador en Mauritania en 1952, en Costa de Marfil en 1954, representante de Francia en el Camer¨²n entre 1956-1958, deja la administraci¨®n colonial cuando De Gaulle vuelve al poder a ra¨ªz de la crisis argelina.
A Pierre Messmer, que encarnaba a la perfecci¨®n el gaullismo de guerra, no le interes¨® el gaullismo de oposici¨®n. Entre 1960 y 1969 es ministro de Defensa y durante la revuelta de Mayo del 68 garantiz¨® la continuidad de un poder vacilante. El general hablaba de ¨¦l como "de uno de mis dos brazos". El otro era el titular de la cartera de Exteriores, Couve de Murville, encarnaci¨®n elegante de la grandeur. Poco dotado para la maniobra pol¨ªtica, su tentativa de sucesi¨®n a Pompidou a la muerte de ¨¦ste es un fracaso: Messmer era el servidor fiel de una pol¨ªtica concebida por otro y la familia gaullista no le quiso a su cabeza. Ser¨¢ Chaban-Delmas quien gane moment¨¢neamente la batalla pol¨ªtica y Chirac quien luego traicione el legado del general y se imponga como sucesor.
Con Giscard d'Estaing y Chirac, Pierre Messmer pierde toda su fuerza. Se convertir¨¢ en un personaje local, con su eterna chaqueta cruzada, bien anclado en ese este franc¨¦s del que era originaria su familia. Diputado europeo, consejero regional y alcalde de Sarrebourg, Pierre Messmer se aleja de la pol¨ªtica en 1988, no sin antes declarar que "ning¨²n partido, empezando por el RPR de Chirac, tiene derecho a llamarse gaullista". En 2005, fiel a sus principios soberanistas, a¨²n firmar¨¢ un llamamiento a votar no a la Constituci¨®n europea.
En 1999 fue elegido miembro de la Acad¨¨mie Fran?aise, reemplazando a otro pol¨ªtico, el europe¨ªsta Maurice Schumann. Desde 1992 hab¨ªa ido publicando distintos libros de memorias en los que recordaba su trayectoria pol¨ªtica y, sobre todo, ofrec¨ªa una imagen coherente de una pol¨ªtica colonial que hac¨ªa a?os que hab¨ªa dejado de ser rentable. Eso, ya en su momento, Messmer lo hab¨ªa comprendido y de ah¨ª el que prestara su prestigio militar a De Gaulle para, como ministro de Defensa, ayudarle a frenar las tentativas de golpe de Estado que acompa?aron la descolonizaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.