A Paco Umbral

No es normal que un cantaor de flamenco se aventure a hablar sobre literatura, pero en mi caso me siento obligado por la emoci¨®n a dedicar unas palabras para Paco Umbral. A trav¨¦s de su obra, que comenc¨¦ a leer con 12 a?os, cuando apenas si comprend¨ªa la genialidad de sus ir¨®nicos art¨ªculos o la inmensidad de sus descripciones, aprend¨ª a amar la literatura y descubr¨ª el verdadero placer de la lectura. Gracias a ¨¦l me convert¨ª en un lector empedernido. Umbral me llev¨® a Baudelaire, lo mismo que me llev¨® a Sartre, o a G¨®mez de la Serna, Garc¨ªa M¨¢rquez, Proust o Saramago. Me hizo re¨ªr, reflexionar, llorar, amar, comprender... Durante mi adolescencia fue uno de mis mejores amigos y fiel aliado en los momentos de soledad. Junto con el flamenco, sus libros copaban la mayor parte de mis d¨ªas.

Confieso que varias de sus obras me han marcado profundamente. Recuerdo ese nudo en la garganta desde el principio hasta el final leyendo Mortal y rosa o El hijo de Greta Garbo. Umbral me ense?¨® a amar Madrid y a las mujeres de una forma m¨¢s profunda.

Alguien dijo de ¨¦l que era todo un g¨¦nero literario, sin duda uno de los mejores escritores en prosa del siglo XX; para m¨ª, el mejor. No imagino mis ma?anas sin Los placeres y los d¨ªas, ni mis pr¨®ximos a?os sin alg¨²n t¨ªtulo nuevo firmado por ¨¦l. Hasta siempre, maestro.