Jugando con el tiempo
Joan Ignasi Pla quiere sucederse a si mismo y para ello emplea la mejor estrategia que han utilizado siempre los aspirantes triunfadores del PSOE: jugar con el tiempo. Mientras los dem¨¢s candidatos andan a codazos por ocupar los primeros lugares de la pole, el actual secretario general sabe que la f¨®rmula es "culo de hierro" o, por decirlo m¨¢s fino, apostar por el tiempo circular que siempre devuelve las cosas al mismo sitio.
Medir los tiempos es un arte en la guerra y en el amor. Y como es natural en estas situaciones pol¨ªticas descoloridas lo mejor es recurrir a las f¨®rmulas cl¨¢sicas, ahora que se queman el Peloponeso y L'Alcalat¨¦n. Por eso Pla ha recordado a Plat¨®n en sus largas vacaciones itinerantes para aplicar el tiempo circular al devenir del PSOE y Francesc Camps anda a vueltas con la escol¨¢stica cristiana, un tanto corregida por San Agust¨ªn, y apuesta por el tiempo lineal para llegar a la c¨²spide del camino, que dicho de otra manera es aclarar cu¨¢ndo y c¨®mo gestiona el triunfo del 27 de mayo.
Este agosto ha sido tan extra?o que reproduce el pasado, s¨®lo que donde antes estaban Cipriano Ciscar y los Blasco ahora est¨¢n Jordi Sevilla y Jorge Alarte, que es Pla de joven. El tiempo es tan circular en el PSOE que incluso las manecillas las mueven Ximo Puig y Pepe Catalunya, hay un gran incendio como los de antes y Vicent Garc¨¦s vuelve a las fotos como eurodiputado gracias a Rosa D¨ªez. ?Es el tiempo circular? Por si acaso Pla deber¨ªa darle una miradita al libro de Merc¨¦ Sala, El encanto de Hamel¨ªn (Editorial Alienta), para saber c¨®mo reforzar su papel de l¨ªder circular.
Hasta en la econom¨ªa volvemos a los tiempos lermistas en los que la Ford anunciaba que se quedaba a cambio de no se qu¨¦, las cajas de ahorros de Valencia y Alicante se deshac¨ªan como pod¨ªan de los excesos crediticios e inmobiliarios y los etarras acampan por los campos sin que el Gobierno de turno se atreva a reconocer la base log¨ªstica etarra en estas costas.
Las dos medidas del tiempo que aplican Pla y Camps tienen la gran diferencia que uno la soporta desde la ¨®ptica de Marcel Proust, un tiempo perdido, y el otro la disfruta desde el tiempo ganado en las urnas. Pero es la tragicomedia de la pol¨ªtica. Joan Ignasi Pla juega con el tiempo a su favor, pero tambi¨¦n est¨¢ obligado a jugar a favor de los argumentos de Zapatero, lo que le hace inviable el camino hacia la esperanza electoral. ?C¨®mo piensa el PSOE en arrancar un voto de las clases medias valencianas con los mismos argumentos derrotados hace s¨®lo tres meses? El cambio de ETA por Gobierno espa?ol es una magn¨ªfica campa?a de marketing pol¨ªtico universal, pero se pierde cuando aparece el sentimiento de pueblo maltratado.
Es un planteamiento que no acaba de entender un PSOE repleto de ideolog¨ªa de carn¨¦. Los votos que dan la mayor¨ªa en esta naci¨®n de provincias vienen precisamente de la izquierda no militante, que est¨¢ encantada, por ejemplo, con la gesti¨®n de Rita Barber¨¢. Esa clase media de entre 30-50 a?os votan la ciudad, con sus barcos y con sus coches de carreras. Los votos ya no tienen color. Tienen orgullo. Y eso ya lo sab¨ªa Ricard P¨¦rez Casado cuando pens¨® en la Valencia de hoy. En el PSOE de hoy piensan que eso del city marketing es una cosa hortera.
Por eso Camps hace del tiempo una l¨ªnea recta, finalista, porque sabe que el desgaste de enfrente juega a su favor. Tres cosas y una detr¨¢s de otra: Agua, AVE y discriminaci¨®n presupuestaria. La campa?a se la hace el PSOE y sus agitadores internos al insistir en atacar aquello que a Camps le da victoria. Repartir en la playa agua de desaladora embotellada era decirles a los pocos turistas que todav¨ªa no han ido a comprarse un apartamento a Marruecos que lo hagan pronto porque aqu¨ª tendr¨¢n que ducharse con agua reciclada. Menuda campa?a contra los apretones de Zapatero y Narbona con el Ebro. Y menudo papel¨®n van hacer los Pla, Sevilla, etc¨¦tera... por insistir en el error.
(*)www.jesusmontesinos.es
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