Demasiado para el Sevilla
Un Milan se?orial en todos los terrenos se lleva el t¨ªtulo ante un rival al que le pudo el agotamiento y la tristeza
El f¨²tbol puede tener mala fama, ser utilizado para intereses no del todo decentes, malinterpretarse o incluso malvivirse, pero para los que lo aman siempre ser¨¢ el escenario de gran parte de sus m¨¢s intensas emociones. As¨ª se vivi¨® un partido en el que se homenaje¨® de principio a fin a Antonio Puerta. El Milan no es s¨®lo el actual ganador de la Champions. El Milan es uno de los componentes esenciales de la f¨®rmula de este deporte, que ser¨ªa dif¨ªcil de entender sin su filosof¨ªa ni su historia. El Sevilla representa ahora el ¨¦xito de lo nuevo, de la modernizaci¨®n de los m¨¦todos, de la entronizaci¨®n del trabajo colectivo. Su historia ya pertenece al Olimpo del f¨²tbol.
MILAN 3 - SEVILLA 1
Milan: Dida; Oddo, Nesta, Kaladze, Jankulovski; Gattuso (Emerson, m. 73), Pirlo, Ambrosini; Seedorf (Brocchi, m. 89), Kak¨¢; e Inzaghi (Gilardino, m. 88). No utilizados: Kalac; Bonera, Caf¨² y Favalli.
Sevilla: Palop; Alves, Escud¨¦ (Luis Fabiano, m. 82), Poulsen, Dragutinovic; Jes¨²s Navas, Keita, Mart¨ª (Kerzhakov, m. 65), Duda (Maresca, m. 75); Renato; y Kanout¨¦. No utilizados: De Sanctis; Boulahrouz, Hinkel y De Mul.
Gol: 0-1. M. 14. Saque de esquina que Renato remata de cabeza dentro del ¨¢rea peque?a. 1-1. M. 56. Inzaghi cabecea un centro de Gattuso. 2-1. M. 67. Jankulovski, de tiro cruzado, a pase de Pirlo. 3-1. M. 88. Palop rechaza en un primer momento un penalti lanzado por Kak¨¢, que lo remacha de cabeza.
?rbitro: Konrad Plautz (Austria). Amonest¨® a Gattuso, Duda y Poulsen.
20.000 espectadores en el estadio Louis II de Montecarlo.
El cuadro de Juande empez¨® a pagar todo el dolor, las emociones, los viajes. Su juego se diluy¨®
T¨¢cticamente, el Milan es una flecha de bronce, que apenas necesita de un golpe para cumplir su objetivo, y el Sevilla es un hacha de doble filo, vers¨¢til y penetrante. Desde el mismo arranque se vio la fidelidad de ambos equipos a su naturaleza. Kak¨¢ no tard¨® ni cuatro minutos en demostrar de lo que es capaz cuando mand¨® un pelotazo al palo tras una deliciosa jugada de Pirlo.
El Sevilla se entiende por las bandas. Kanout¨¦ se fajaba con Nesta y Kaladze para intentar bajar los balones que le llegaban volando desde la defensa sevillista, y hacerlos llegar a los compa?eros a las alas o d¨¢rselos a Renato para que eligiera entre la combinaci¨®n o el disparo a puerta. El brasile?o aprovech¨® un saque de esquina para hacer una de las cosas que mejor hace: aparecer por donde nadie le espera. Ese sitio era la espalda de los dos fornidos defensores del conjunto italiano, que tan s¨®lo pudieron contemplar desequilibrados c¨®mo el sevillista cabeceaba picado un centro de Duda.
El Sevilla se agazap¨®. Cada bal¨®n robado se convert¨ªa en una posibilidad de gol. Navas fue el origen de la mejor jugada sevillista de todo el partido. Desde el suelo, rob¨® un bal¨®n que cay¨® a los pies de Poulsen; el dan¨¦s lo envi¨® en globo a Alves, que corri¨® la banda de manera vertiginosa, aunque un defensor cort¨® su pase al centro. Pero lo hizo mal, envi¨® el bal¨®n hacia Kanout¨¦, que lo atrap¨® al final de su carrera en diagonal. El africano lo pas¨® atr¨¢s, hacia Renato. Para cuando se acomod¨® y chuto, ya tenia encima a Nesta.
Pasada la media hora, Seedorf estuvo a punto de marcar de cabeza, aunque su acrob¨¢tico salto no le vali¨® para rematar al sitio. Kak¨¢ empez¨® a transformar la elegancia en pases y Pirlo se sacaba cada vez m¨¢s conejos de la chistera. A dos minutos del descanso, Poulsen sac¨® de manera casi inconcebible un duro disparo a puerta de Inzaghi.
El Sevilla empez¨® a pagar todo el dolor, todas las emociones, todos los viajes. Su juego se fue diluyendo y ya no le bast¨® con acantonarse atr¨¢s. Las diagonales en el f¨²tbol suelen parecerse a los ganchos en el boxeo: llegan sin avisar y casi sin capacidad de respuesta. En uno de esos balones, Inzaghi se col¨® con la facilidad del que est¨¢ m¨¢s fresco y cabece¨® a placer un centro de Gattuso. Poco despu¨¦s, tambi¨¦n de derecha a izquierda, Pirlo regal¨® una de sus delicias futbol¨ªsticas y puso un bal¨®n medio en la bota izquierda de Jankulovski que, sin dejarla caer, marc¨® un golazo, el gol que pr¨¢cticamente apuntillaba a los sevillistas, sin fuerzas casi para contener a los milanistas y mucho menos para remontar el encuentro.
La final se decidi¨® de verdad despu¨¦s. Kak¨¢ se col¨® por la derecha, con su porte erguido de costumbre, con el bal¨®n pegado a la bota. Keita no pudo contener al brasile?o. Cometi¨® penalti. Pero Palop, un experto en parar disparos desde los 11 metros, demostr¨® que este Sevilla es de una pasta muy especial, de una aleaci¨®n de competitividad pura. Par¨® la pena m¨¢xima con la cara. Su brillante ejecuci¨®n no sirvi¨® para mantener la emoci¨®n aunque fuera un poquito m¨¢s. El rechace del bal¨®n le cay¨® a Kak¨¢ en la cabeza y de ah¨ª fue a la red.
Se acab¨® la lucha, se acab¨® el cansancio, se perdi¨®, pero el Sevilla demostr¨® una grandeza colosal. Roto emocional y f¨ªsicamente, perdi¨® la Supercopa frente a un superequipo. Pero gan¨® algo mucho m¨¢s importante: el respeto de todo el mundo de f¨²tbol que, ayer, fue sevillista.
Homenajes en M¨®naco y Alemania
Un ni?o sevillista vio c¨®mo su cara ocupaba todo el espacio de la enorme pantalla que ocupa el c¨¦lebre fondo de los arcos del estadio Louis II de Montercalo. Llevaba una cresta postiza rojo brillante sobre la cabeza, la cara pintada de blanco, el n¨²mero 16 sobre sus carrillos y Puerta escrito sobre su frente. De inmediato, el grupo de seguidores milanistas conocido como Curva Sud despleg¨® una pancarta en la que se pod¨ªa leer Onore a Puerta.
La muerte del futbolista de 22 a?os marc¨®, no pod¨ªa ser de otra manera, el arranque del partido. Toda la expedici¨®n sevillista -suplentes, cuerpo t¨¦cnico, utilleros y m¨¦dicos- visti¨® la camiseta con el nombre y el n¨²mero del jugador durante el minuto de silencio que presidi¨® una foto suya. Los sevillistas llevaron estampado el nombre de su compa?ero en sus camisetas, bajo el n¨²mero. Los milanistas tambi¨¦n.
No fue el ¨²nico homenaje p¨®stumo al canterano del Sevilla. El Schalke 04 record¨® a Puerta en su partido de anoche contra el Bayer Leverkusen (1-1), de la cuarta jornada de la Bundesliga y puso esquelas en peri¨®dicos de Sevilla. Antes del encuentro, una pantalla mostr¨® en el Veltins-Arena un carrusel de im¨¢genes que resumieron la vida deportiva del futbolista. Entre ellas, el gol que le endos¨® al cuadro alem¨¢n el 27 de abril de 2006 en la pr¨®rroga de las semifinales de la UEFA. Un gol que vali¨® una final, contra el Middlesbrough, y el t¨ªtulo europeo.
Los aficionados alemanes tambi¨¦n desplegaron una pancarta, en la que se le¨ªa, en ingl¨¦s, Descanse en paz.
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