S¨®lo Gay frena a los piratas
El estadounidense gana su tercer oro liderando el relevo de su pa¨ªs frente a Jamaica
S¨®lo Tyson Gay corre m¨¢s r¨¢pido que los piratas. Jamaica, una isla con pasado bucanero y presente precario, gan¨® ayer la plata en los relevos del 4x100 masculino y femenino. Es el gran misterio del hipercompetitivo mundo de la velocidad: no hay pa¨ªs que logre tantas medallas con tan poca gente. Estados Unidos tiene 250 millones de habitantes, las mejores instalaciones y a Gay, que se marcha de Osaka con tres oros tras liderar el relevo corto estadounidense. Jamaica, pistas comidas por la hierba; entrenamientos a las seis de la ma?ana para evitar el calor; estadios oxidados y ocho medallas y 22 finalistas. Nadie consigue tanto con tan poco. Gay se ha coronado rey de la velocidad tras entrenarse con la tecnolog¨ªa punta de la Universidad de Arkansas. Y los jamaicanos le han hecho frente tras formarse al son del ritmo de una cuarentona y con hierba bajo los pies.
"?Es que nuestros genes son muy buenos!", dice Sanya Richards, de Kingston, que como muchos de sus compatriotas dej¨® la isla para ser una estrella bajo la bandera de Estados Unidos. "Empezamos muy pronto, cuando somos muy j¨®venes. Desde ni?os trabajamos muy duro y eso se nota despu¨¦s. Te obliga a desarrollarte antes. Las dificultades hacen que queramos correr m¨¢s r¨¢pido".
Nadie pisa la pista como los jamaicanos. Frente a los pasos de los estadounidenses, de Gay, que arras¨® en la curva con su punta-suelo, corren Asafa Powell y su pisada de plant¨ªgrado. La peculiaridad es hija de la necesidad. En Jamaica, la tierra de Donald Quarrie, Deon Hemmings, Donovan Bailey o Linford Christie, esprinters gloriosos, s¨®lo hay cuatro pistas sint¨¦ticas. Muchos crecieron entren¨¢ndose sobre hierba. "Eso ayuda", confirma Richards. "Ayuda no hacerte da?o en los tendones, aunque claro, lo hacemos porque no tenemos suficientes pistas, no porque sea el plan de nadie". Gay es la figura de la velocidad gracias, entre otras cosas, a los t¨¦cnicos que analizan cada gesto de su carrera. Y Powell, tambi¨¦n conocido como Afasta (por "fast", r¨¢pido), aprendi¨® en la pista del instituto Charlemon, que no tiene ni tacos de salida. Una pista precaria, llena de velocistas a las seis de la ma?ana. "En Jamaica hace mucho calor", explica Aleen Bailey, tras la final de los 200 metros. Los madrugones dificultan el trabajo. A Powell, que ayer estuvo a punto de arruinar la labor de Gay con unos tremendos ¨²ltimos 100 metros en el 4x100, se le suelen pegar las s¨¢banas. Es mucho m¨¢s f¨¢cil, cuentan, verle los domingos en misa. Ah¨ª busca la paz cantando. Sus padres, William y Cislin, son reverendos. ?l, bajo del coro. Es su refugio. Como el de muchos compatriotas. Jamaica se divide en parishes, provincias organizadas en torno a iglesias. La velocidad jamaicana, sin embargo, se organiza entorno a una eslovena: Marlene Ottey, de 47 a?os, que mantiene una estatua con su imagen en el Parque de la Independencia y que en Osaka ha competido con Eslovenia. "Correr r¨¢pido es parte de nuestra tradici¨®n, porque Jamaica ha producido a Ottey, Quarrie o Hemmings, que nos marcaron el camino. Intentamos seguir sus huellas", dice Adds Campbell, tetramedallista ol¨ªmpica. "Tambi¨¦n motiva que sea una forma de salir de Jamaica", a?ade.
Contra el empuje de Jamaica s¨®lo han resistido los Estados Unidos de Allyson Felix, que hoy busca su tercer oro, y de Gay. "Ha sido el remate perfecto", dijo ayer el segundo hombre en ganar tres oros en un Mundial tras Maurice Green. Antes habl¨® Powell. Jamaica ya tiene un nuevo reto: "Podemos batir el r¨¦cord del mundo en los 4x100. Hemos cometido demasiados errores con el testigo, pero el a?o que viene hay unos Juegos. Sue?o con ellos".
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