El coraz¨®n de las tinieblas, bis

Uno de mis hijos padece una peque?a hernia umbilical. Este hijo m¨ªo no tiene, ni de lejos, la hernia umbilical de Amad¨² Man¨¦ Meta. Gracias a EL PA?S veo su cara y no comprendo c¨®mo un ni?o hu¨¦rfano, de a?o y medio, puede representar un grave riesgo para la seguridad de la UE, en general, y espa?ola, en particular.

Parece ser que hay funcionarios capaces de conciliar el sue?o pese al terrible dolor que padece este ni?o. Los europe¨ªstas de coraz¨®n no pueden respaldar esta infame "estrategia Maginot", de sellado de fronteras. S¨®lo en ?frica hay m¨¢s de 20 millones de ni?os hu¨¦rfanos que debi¨¦ramos tutelar, porque nadie se preocupa por ellos. En Europa sobran recursos para sufragar ligas de f¨²tbol desorbitadas, marinas repletas de yates utilizados un par de semanas al a?o. Podemos y debemos invertir eficientemente en minimizar el dolor, el hambre y la ignorancia.

Amad¨² volver¨¢ a jugar sin dolor gracias a EL PA?S, no me cabe duda. Ojal¨¢ que todos los ni?os africanos como ¨¦l, sin rostro ni identidad, dejen de ser n¨²meros. Por puro ego¨ªsmo Europa debe comprender que no puede seguir siendo un parque geri¨¢trico de maduritos ociosos. El peligro no son esos ni?os, sino nuestra soberbia.