Sneijder desborda su talento
El Madrid se exhibe ante el Villarreal con un partidazo del medio holand¨¦s, que conecta con Ra¨²l
La alegr¨ªa de Sneijder es contagiosa. Su esp¨ªritu libre conquist¨® anoche El Madrigal. De pronto, desbord¨® todo su juego. Precisos pases de 30 metros, regates variados, disparos con las diferentes superficies del pie derecho... En fin, f¨²tbol may¨²sculo reconocido con su ovaci¨®n por la grada, presente en el nacimiento de una estrella que llega a la Liga para marcar una ¨¦poca.
Todo se activ¨® en una acci¨®n aparentemente banal. Un bal¨®n sin consecuencias que recogi¨® Sneijder en el pico izquierdo del centro del campo. Desde all¨¢ invent¨® un pase maravilloso en diagonal y todo cambi¨®. Se liber¨® de la condena de arrancar desde la izquierda, se sinti¨® verdaderamente importante y contagi¨® su f¨²tbol chispeante a sus compa?eros. Especialmente, a Ra¨²l, un socio para lo que quiera.
VILLARREAL 0 - REAL MADRID 5
Villarreal: Vieira; Javi Venta, Fuentes, Cygan, Capdevila; Cazorla, Josico (Mati Fern¨¢ndez, m. 54), Senna, Pir¨¨s (Cani, m. 65); Rossi (Guille Franco, m. 54) y Tommasi. No utilizados: Diego L¨®pez, Nihat, Josemi y God¨ªn.
Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Cannavaro, Metzelder, Drenthe; Diarra (Gago, m. 77), Guti; Robinho, Sneijder (Baptista, m, 77); Ra¨²l (Heinze, m. 60) y Van Nistelrooy. No utilizados: Dudek, Michel Salgado, Soldado y Saviola.
Goles: 0-1. M. 38. Gran pase largo de Sneijder en diagonal que Ra¨²l remata justo con la puntera. 0-2, M. 48. Sneijder, de falta directa. 0-3. M. Van Nistelrooy, a pase de Sergio Ramos. 0-4. M. 73. Sneijder remata a gol tras una combinaci¨®n con Guti. 0-5. M. 80. Guti, desde el borde del ¨¢rea, a pase de Van Nistelrooy.
?rbitro: Medina Cantalejo. Amonest¨® a Rossi, Fuentes y Sergio Ramos.
Unos 21.000 espectadores en el estadio del Madrigal.
El capit¨¢n madridista, reubicado por Bernd Schuster donde m¨¢s le conviene, cerca de gol, vuelve a disfrutar m¨¢s que a sufrir sobre el campo.
El Madrid lo nota. Este equipo tiene la obligaci¨®n de pas¨¢rselo bien y ayer se lo pas¨® en grande. Gracias tambi¨¦n al generoso Villarreal, siempre partidario del espect¨¢culo aunque a veces se vuelva en su contra. Apenas caben reproches hacia su juego de sal¨®n, pero s¨ª hacia su desafinado remate. Y, claro, hacia la blandura de su defensa.
Leg¨ªtimamente, Schuster quiere que el Madrid recupere lo que ha sido una de sus se?as hist¨®ricas de identidad: la iniciativa. En ese camino se ha metido, aunque ayer advirti¨® de que le queda un trecho por alcanzar la meta. Sobre todo, ante un adversario como el Villarreal, que quiere ganar sin complejos y se le nota desde el primer momento. Ataca con un batall¨®n y se defiende arriba, escalonadamente, para recuperar r¨¢pidamente el bal¨®n. Eso le permite llevar las riendas del encuentro. Un cierto control sobre el desarrollo del juego, pero no sobre la genialidad.
?sa que lleva dentro Sneijder, por ejemplo. El mediocampista holand¨¦s envi¨® un pase diagonal de 30 metros que, simplemente, tiene un nombre: talento. El env¨ªo fue un prodigio de t¨¦cnica y de visi¨®n del juego. Catapult¨® la pelota al hueco exacto entre la espalda de los dos centrales amarillos y el morro del portero Viera. All¨ª, c¨®mo no, acudi¨® Ra¨²l, siempre atento a meter la puntera. ?Cu¨¢ntos goles ha marcado Ra¨²l de esta manera a lo largo de su prol¨ªfica carrera? Muchos, desde luego. Donde no llega un f¨ªsico privilegiado, llega la piller¨ªa, el aprovechamiento de los recursos, la experiencia.
Incrustado en la cueva de Viera, Ra¨²l jug¨® con el regocijo de sus mejores a?os, siempre atento a meter la puntera. Sin el desgaste de tener que bajar a la media para participar en la elaboraci¨®n, el 7 se siente m¨¢s fresco. No solamente acompa?¨® a Van Nistelrooy, sino que anduvo en realidad m¨¢s cerca del gol. M¨¢s cerca de Viera. All¨ª donde realmente explota su instinto goleador, que no est¨¢ ni muchos menos aniquilado, como ya mostr¨® la semana pasada, pese a las apariencias.
Definitivamente, Schuster le ha concedido la br¨²jula a Guti. Con todo lo que eso supone. Golpes de ingenio y ausencias durante algunos tramos. Implica adem¨¢s que Sneijder deba sacrificarse como interior derecho. ?Alg¨²n problema? Ninguno, por lo visto ayer. Sneijder no necesita participar mucho para resultar decisivo. Aparece y resuelve. Es r¨¢pido, din¨¢mico, tiene un golpeo de bal¨®n espectacular y una enorme capacidad de sorpresa. De ah¨ª, sus 18 goles el curso pasado en la Liga holandesa. De ah¨ª, sus tres tantos ya en las dos jornadas del campeonato espa?ol. El primero de ayer, de una gran belleza en la ejecuci¨®n de la falta. Su golpeo, con el empeine interior, describi¨® una curva que salv¨® la barrera y cay¨® sobre el poste que cubr¨ªa la barrera. ?Y el segundo? Bien, un toque suave con el exterior del pie derecho. Lo justo para romper a Viera.
Apenas arrancada la segunda parte, el primer tanto de Sneijder sentenci¨® el encuentro. El Villarreal se hundi¨® en la miseria de su f¨²tbol acad¨¦mico, pero chato. Siempre se qued¨® con el gatillo enganchado en el momento justo. Pag¨® un exceso de barroquismo. Relajado ya, el Madrid se dispuso a gozar. Y a acumular el bot¨ªn de Van Nistelrooy como goleador acreditado. Le bast¨® un pase desde la derecha de Sergio Ramos para elegir el palo por donde quer¨ªa marcar. Tiempo para descansar y pensar en otros partidos. Tiempo para que descansara Ra¨²l y debutara Heinze, que volv¨ªa al estadio donde se rompi¨® los ligamentos con el Manchester.
En plena org¨ªa madridista, tambi¨¦n Guti se sum¨® a la fiesta con un disparo desde la frontal. No cualquier disparo: un tiro colocado all¨ª donde no llegaba el apesadumbrado Viera.
Pas¨® un implacable Madrid por El Madrigal y anunci¨® grandes tardes para una Liga cada vez m¨¢s apasionante.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.