El triunfo de lo antiguo
Los grupos de sonido m¨¢s cl¨¢sico destacan en un Azkena Rock que reuni¨® a 16.200 personas
Los organizadores lo clavaron. D¨ªas antes de arrancar el sexto Azkena Rock Festival, y pendientes a¨²n de conocer una venta anticipada que remont¨® notablemente en las ¨²ltimas 48 horas, afirmaron que reunir a 16.000 espectadores en la cita vitoriana ser¨ªa una cifra satisfactoria. Ayer hicieron p¨²blico que un total de 16.204 personas disfrutaron con su oferta durante el fin de semana. Y lo han hecho, sobre todo, con los exponentes de sonidos y estilos m¨¢s cl¨¢sicos, una constante en una cita que, desde sus inicios, vuelca sus esfuerzos en contratar a viejas glorias del rock y a sus m¨¢s avezados disc¨ªpulos.
Tras una fiesta de presentaci¨®n gratuita a la que acudieron unos 800 aficionados en la noche del jueves, 8.231 personas pasaron el viernes por Mendizabala. Tool, primer cabeza de cartel, demostr¨® ser una banda disciplinada a la hora de ejecutar ambientes tenebrosos y desarrollos densos y extensos de regusto metal, pero su propuesta son¨® fuera de lugar entre tanto colega entregado a acordes a?ejos y est¨¦tica retro. Hasta las vistosas pantallas frente a las que actu¨® desentonaron entre compa?eros que prescinden de la menor escenograf¨ªa.
DKT / MC5 han sido la gran apuesta y la gran decepci¨®n del festival vitoriano
Al final, las mejores actuaciones del d¨ªa corrieron a cargo del antiguo cabecilla de 13th Floor Elevators (un Roky Erickson centrado en el rock cl¨¢sico y el rhythm & blues), una formaci¨®n que basa su atractivo en recordar la frescura del rock and roll que elev¨® a los altares a los Faces de Rod Stewart (Diamond Dogs) y un d¨²o rockabilly (Heavy Trash). Y aburrieron unos mon¨®tonos Brant Bjork And The Bros.
Ayer, con 7.173 espectadores,siempre seg¨²n la organizaci¨®n, tambi¨¦n se impuso la vertiente m¨¢s cl¨¢sica del rock. The Cynics, puntales del revival garage de los ochenta, bordaron su actuaci¨®n. Gust¨® mucho la solvencia de Hoodoo Gurus y el desparpajo de Mooney Suzuki, y encant¨® la contundente y sentida descarga de The Answer, un cuarteto que toca hard rock y hard blues con una intensidad que recuerda a Led Zeppelin.
La decepci¨®n del d¨ªa fueron DKT / MC5. El otro cabeza de cartel y principal reclamo del Azkena se present¨® sin el bater¨ªa Dennis Thompson y, pese a su indudable esfuerzo por agradar, no logr¨® enganchar a un p¨²blico que esperaba contemplar alg¨²n retazo de la apisonadora que fue en los a?os sesenta. Hizo honor a su fama de grupo pol¨ªticamente incorrecto: el guitarrista Wayne Kramer sali¨® a escena arrodillado, encapuchado y enfundado en un mono naranja como los presos de Guant¨¢namo y llam¨® criminales a Bush, Cheney y Rumsfeld, pero luego no hubo rastro de la incendiaria puesta en escena que le convirti¨® en leyenda. Repas¨® sus grandes temas, pero son¨® falto de pegada, e incluso en las primeras filas era sencillo distraerse.
El clasicismo se ha vuelto a imponer, por tanto, en el festival que coloc¨® en el mapa del rock a Vitoria, la capital vasca con menos actividad musical. "El balance es positivo. La asistencia ha estado sobre los n¨²meros marcados y, a nivel art¨ªstico, todos han dado la talla", resum¨ªa ayer Ibai Villap¨²n, responsable de prensa de Last Tour International, promotora del evento.
En su opini¨®n, el p¨²blico rockero ha vuelto a dar una lecci¨®n de convivencia, pese a los excesos et¨ªlicos de algunos y a las quejas por las escasas propuestas discogr¨¢ficas del mercadillo, la ¨ªnfima calidad de la oferta gastron¨®mica y a que el viernes decepcion¨® el sonido del escenario peque?o.
Respecto a las voces que ponen en duda la celebraci¨®n de un s¨¦ptimo Azkena Rock en Vitoria, planteando la hip¨®tesis de que el evento se traslade a otra ciudad en 2008, Villap¨²n no termin¨® de desmentirlas. "Nosotros ahora mismo tenemos que sentarnos con la gente que ha apoyado el festival durante estos seis a?os y decidir qu¨¦ es lo mejor para todos", respondi¨® lac¨®nico.
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