El mito de La Huesera
Los lagos de Covadonga examinan hoy al pelot¨®n tras la tercera llegada al 'sprint', ganada por Bettini
A diferencia de los toreros, los ciclistas se prestan a la broma con facilidad. Aunque les espere un pu?ado de kil¨®metros, de subidas, de bajadas, de riesgo de ca¨ªdas -ayer, a las mismas puertas de Luarca, Haimar Zubeldia casi se rompi¨® una clav¨ªcula-, los ciclistas no suelen perder la sonrisa con facilidad.
Ayer, no. En el ascensor del hotel, cinco ciclistas del equipo Euskaltel bajaban serios hacia el autob¨²s que les llevar¨ªa desde A Coru?a hasta Viveiro, punto de partida de la tercera etapa de la Vuelta a Espa?a. Despu¨¦s, tres del Discovery sal¨ªan casi en fila india; m¨¢s tarde, dos de La Fran?aise de Jeux, finos y altos, descend¨ªan en silencio y se dirig¨ªan con la mirada fija al mostrador de la recepci¨®n.
Zubeldia se cay¨® y, al principio, se temi¨® que se hubiera roto una clav¨ªcula. No fue as¨ª
No era por la carrera hasta Luarca, con un repecho final despu¨¦s de tres peque?os puertos de monta?a. En la cabeza de todos ellos estaban, sin duda, los Lagos de Covadonga, en los que finalizar¨¢ la de hoy
Los Lagos tienen un aire mitol¨®gico en el ciclismo espa?ol. Se dude o no de que son el puerto m¨¢s duro del pa¨ªs, los Lagos -una cita guadiana en la ronda espa?ola- concitan la atenci¨®n, la fijan, y retratan el estado f¨ªsico y an¨ªmico de los ciclistas.
Y, este a?o, los Lagos llegan de golpe, sin anestesia, despu¨¦s de tres etapas tranquilas, s¨®lo alteradas ayer en los ¨²ltimos 40 kil¨®metros, tras el puerto de Babia. M¨¢s que un examen, pareci¨® una mirada profunda a los ¨¢nimos de cada cual.
La foto la sacaron el Euskaltel y el Quick Step, que rompieron el pelot¨®n en tres pedazos. El problema para el Euskaltel fue que, en plena contrarreloj por equipos, se cay¨® Zubeldia y el conjunto vasco vio hundirse su estrategia, prevista para desgastar al pelot¨®n y propiciar, quiz¨¢s, una llegada triunfante de Samuel S¨¢nchez, un asturiano afincado en G¨¹e?es (Vizcaya), que tuvo que rendirse a la jerarqu¨ªa de los sprinters.
Paolo Bettini, el m¨¢s veterano (33 a?os), se llev¨® el gato al agua superando a ?scar Freire, que parti¨® desde muy atr¨¢s y por el sitio equivocado, y a Alan Davis, que arranc¨® demasiado pronto.
Era el primer precio de los Lagos. Zubeldia dio con los huesos en el suelo y se duda de que hoy pueda llegar a La Huesera. Cruz¨® la meta de Luarca con 11 minutos de retraso y se fue directo al hospital. Seg¨²n los m¨¦dicos, su clav¨ªcula ten¨ªa mala pinta. Pero no se le rompi¨®.
Los Lagos no decidir¨¢n la Vuelta. Es dif¨ªcil que una carrera se decida en la cuarta etapa, pero, como dec¨ªa Carlos Sastre, "se sabr¨¢ qui¨¦n puede ganar la Vuelta, qui¨¦n quiere ganarla o qui¨¦n se limitar¨¢ simplemente a pasar el trago de estos d¨ªas", para preparar despu¨¦s el Mundial de Stuttgart.
Es decir, la foto de hoy ser¨¢ bastante n¨ªtida, aclaratoria y resumida de lo que puede pasar en la Vuelta. Los Lagos coronaron en 2005 a Eladio Jim¨¦nez cerrando hasta hoy una mitolog¨ªa que inici¨® Marino Lejarreta en 1983.
El hecho de que, por razones medioambientales o deportivas, los Lagos aparezcan y desaparezcan de la hoja de ruta incrementa su fascinaci¨®n. A falta de los largu¨ªsimos, y abundantes, puertos franceses, Covadonga es el punto de referencia de la Vuelta.
Una buena oportunidad para calibrar a los candidatos te¨®ricos: S¨¢nchez, Denis Menchov, Sastre, ?scar Pereiro... Porcentajes de hasta el 13%, con un promedio del 7,3% en los 12,6 kil¨®metros de ascensi¨®n, parecen un examen de selectividad exigente y exhaustivo para el pelot¨®n. Algunos ya han acabado su trabajo. Tres sprints, tres ganadores distintos: un campe¨®n del mundo, Bettini; un bicampe¨®n del mundo, Freire, y uno que aspira a serlo, Daniel Bennati. Para otros, la Vuelta empieza hoy.
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