Un ataque que busca causar da?os irreparables
Las agresiones con ¨¢cido u otros l¨ªquidos corrosivos no suelen tener como objetivo la muerte de la v¨ªctima, seg¨²n fuentes policiales. Se trata de ataques que buscan causar da?os duraderos e irreparables: la deformidad, generalmente de la cara.
La asociaci¨®n entre la idea de belleza y la feminidad hace que los agresores se centren en esa parte del cuerpo, seg¨²n los expertos. Su fin es robarles algo que, para sus v¨ªctimas es muy importante. Habitualmente, el ¨¢cido no causa quemaduras mortales, pero s¨ª muy profundas en las partes descubiertas, como la cara o los ojos. Los efectos pueden ser muy graves y permanentes. Este tipo de agresiones es, en el sur de Asia, una variante de los mal llamados cr¨ªmenes de honor. En ellas el hombre que se siente agraviado -porque la mujer ha rechazado ser su esposa, por ejemplo- arroja ¨¢cido a la cara de la v¨ªctima. El agresor busca de esta manera que la mujer -casi siempre desfigurada por efecto del ¨¢cido- no tenga posibilidades de casarse.
En Espa?a, las agresiones con l¨ªquidos corrosivos no son muy comunes. En 2005, una mujer arroj¨® ¨¢cido a los hijos de una vecina de Ja¨¦n por un ataque de celos. Uno de los ni?os perdi¨® un ojo.
Se desconoce si Elena U. hab¨ªa denunciado a su marido por malos tratos. Otras muchas s¨ª lo hicieron. De enero a junio de 2007, m¨¢s de 5.000 mujeres han presentado denuncias por malos tratos contra sus parejas o ex parejas en la Comunidad de Madrid, seg¨²n datos del recuento del Instituto de la Mujer. En toda Espa?a 18.770 mujeres han denunciado a sus parejas o ex parejas por malos tratos, de enero a junio. De ellas 9.781 eran extranjeras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.